EN REALIDAD, ¿A QUIEN DEFIENDE LA DIRIGENCIA DEL COLEGIO MÉDICO?

Comite FMLN en Suecia

Uno de los parámetros para medir el desarrollo social de un país, justamente es su salud y la posibilidad que su gente acceda a ésta de manera irrestricta. Esto es normal en los países llamados del primer mundo, en donde a pesar de ejercerse la medicina privada, es el Estado el garante de la salud de todos los habitantes. No obstante las variantes del acceso a la salud Estatal o privada, como en Estados Unidos y otros, han introducido los seguros de salud como una forma más de privatizar ésta y el resultado es la marginación, de grandes sectores de la población, que ven limitados por su posibilidad económica la calidad y acceso a la salud; en este caso el Estado no compensa el 100% de esas necesidades, encontrándose también en países desarrollados sectores marginales que carecen de asistencia médica.


En el llamado tercer mundo, la salud está garantizada en casi todas las Cartas Magnas, en donde se asume que es el Estado el garante del acceso de la población a este derecho. En la práctica es letra muerta, pues ya sea por la incapacidad real o el desorden administrativo, la Salud no es prioridad presupuestaria y en la mayoría de los casos se asume en un híbrido de Instituciones de Salud del Estado o patrocinadas por este, además de un mercado abierto para el ejercicio de la medicina privada lo que da como resultado que el curarse es caro y hay ingentes sectores de la población sin acceso a la salud.

En El Salvador el calco de esta realidad tercermundista no tiene más agregado que el decir que el nuevo gobierno consiente de esta herencia sabe que los parches en el Sistema de Salud no solucionan el problema de raíz y que únicamente la transformación total de este, hará posible que lo escrito en nuestra Constitución referente al derecho a la Salud deje de ser letra muerta.

Paradójicamente en toda Latinoamérica solo Cuba tiene resuelto el problema de salud del 100% de su población, con resultados tan sorprendentes como que la mortalidad infantil el 2010 ha sido del 4,5. Además que con evidente solidaridad continental ha formado a la fecha médicos para toda Latinoamérica, que en el caso salvadoreño ya suman cientos.

Claro está que la capacidad de asimilar a estos galenos, tiene sus dificultades, que van desde el presupuesto del Ministerio de Salud, hasta los detractores “gratuitos” que buscan cualquier resquicio para despotricar en contra de los profesionales de la salud egresados de Cuba.

Ya se ha convertido en debate continuado de parte de sectores de la derecha el atacar todo lo que venga de Cuba o huela a solidaridad cubana, llámese esta, deportistas, profesores, tecnología, medicinas o en este último caso médicos egresados de la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM) en Cuba.

El colmo de la desfachatez es que la dirigencia del Colegio Médico, encabezada por su presidente Rodolfo Canizales, argumentando la defensa del gremio médico cuestiona la metodología del Ministerio de Salud Pública para otorgar las plazas disponibles a estudiantes aptos para realizar su servicio social a partir de Enero y quiere sembrar dudas sobre la calidad de la formación que nuestros compatriotas recibieron en Cuba. La verdad es que la postura del Dr. Canizales, dista de ser imparcial y ni siquiera está al servicio del gremio de médicos egresados de las universidades en El Salvador; sino por el contrario sus destinatarios directos en contra de los que arremete, son los salvadoreños que con becas promovidas en su mayoría por el FMLN, han realizado estudios en Cuba y que a gusto de Canizales y similares quisieran seguirles dando el trato discriminatorio que han recibido de los gobiernos de ARENA.

Las diatribas de estos ataques tratan siempre de esconder la sinrazón de la derecha argumentando la defensa del país, los nacionales, e incluso la vulneración a las leyes y las libertades. En esta ocasión, el descaro involucra a otros dirigentes del Colegio Médico.

Otra sería la postura de esta dirigencia gremial de profesionales de la medicina si parte de sus argumentos fuera el buscar mecanismos para incorporar a todos los solicitantes; pero naturalmente dichos mercaderes de la medicina, no ven más que competencia de su mercado al incorporar nuevos profesionales de salud; peor aún si estos han sido formados con vocación de servicio a su pueblo y su gente.

Somos un pueblo con enfermedades endémicas, somos un pueblo con carencia de profesionales de la medicina que más allá de recitar el juramento Hipocrático, lo practiquen. Esto lo saben nuestras actuales autoridades de Salud. Es por eso que la labor titánica de cambiar todo el Sistema ha comenzado y es por eso que los Canizales y Cía. que mal representan al gremio de médicos, con conciencia se irán oponiendo a todo lo que vaya en sentido contrario a sus intereses.

Aunque les cueste digerir esta verdad, llegara el día en que el derecho a la salud para todos los salvadoreños será responsabilidad del Estado, compartida con los profesionales de la salud que en verdad estén por ello.

Mario Zavaleta