SOBRE EL PROCESO ELECTORAL - DECLARACIÓN
Y AHORA …¿ ?
Además de denunciar el enemigo (ver Declaración # 1), más que analizar la realidad que ayudó a desviar las masas populares en su movilización para ir a votar (aunque ésta fue muy parcial, menos del 25 %, como lo hemos indicado – ver Declaración # 2)) tiene que haber una orientación para el desarrollo de nuestras luchas y demás prácticas, con consignas y directivas claras para que las masas se salgan de esta nefasta dominación ideológica, en búsqueda de nuestra AUTONOMÍA. De allí la necesidad de ésta Declaración #3.
La autonomía anhelada no se logrará en dos días, ni dos meses. En cada momento, en cada situación, es a partir de nuestra presencia concreta en las luchas de las masas, a partir de nuestros esfuerzos para, desde el nivel concreto de la movilización popular, ayudarla a superarse en el marco de la coyuntura, que avanzará la autonomía. Nuestra responsabilidad es de pelear para que se realicen los intereses inmediatos y reales de las masas, mientras estamos apuntando a superarlos siempre, junto con ellas, sacándolas poco a poco de la dominación ideológica enemiga. Dentro de este proceso, seguir construyendo nuestra organización a partir de las luchas concretas del momento, en vista de nuestras metas estratégicas y en el marco de nuestros intereses históricos: esa es nuestra tarea de hoy.
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En varias posiciones ya expresadas, hemos analizado y mostrado cómo el país atraviesa una crisis profunda, que las clases dominantes no pueden resolver, a pesar de que los imperialistas, verdaderos dirigentes del proceso, están tratando por todas formas de remendarla y de paso recuperar las escandalosas elecciones del 28 de noviembre pasado que se quedan todavía trancadas en su garganta.
En los años 2003-2004, se desarrolló una contradicción entre Lavalas y la oposición burguesa. Las dos bandas lograron movilizar grandes sectores de las masas populares. Esa contradicción jugó un papel muy negativo en mistificar, quedar mistificadas las masas populares. Esto fue muy negativo para el desarrollo de sus luchas. Hoy en día, la contradicción entre el partido en el poder, Inite - Unidad, y la “oposición”, a pesar de que ésta última está ahora dividida, nos presenta la misma situación: allí también tenemos al enemigo obligado a apoyarse sobre las masas para, en cada lado, tratar de tener la suficiente fuerza como para tratar de lograr sus intereses específicos. A pesar de que, hoy en día, el apoyo está más complejo (se trata de recomponer, con “elecciones” de participación popular, la cabeza de un Estado completamente podrido), a pesar de esta situación pues mucho más complicada, las contradicciones siguen quedando a nivel de las clases dominantes. En este sentido, la movilización popular está otra vez enteramente desviada.
En esta situación que, como todo el mundo puede darse cuenta, se envenena cada día más, estamos delante de una posibilidad de estallido. Este puede llegar de dos maneras: a partir de la confrontación en curso, o, si llegan a resolver el problema de estas elecciones fraudulentas, en un conflicto entre el próximo ejecutivo y el legislativo, con armas y violencia consecuente. De todas formas, se profundizará aún más la crisis.
Dada la ausencia de un proyecto verdaderamente progresista, seguirá existiendo la posibilidad de un desvío de la movilización popular. Este estallido, si ocurre, puede llegar a desembocar en una guerra civil. Lo cual puede también llegar a reesforzar la presencia imperialista, desde que lo juzgue necesario el gobierno estadounidense, como lo acaba de probar con el envío de veinte mil marines después del terremoto. Esta presencia, puede llagar a tomar, entonces claramente, la forma de un protectorado formalmente declarado. Todo trabajador, todo elemento conciente de las masas, todo progresista consecuente debe estar claro no solo sobre este peligro que trae la situación de hoy, sino que, debemos de luchar con todas nuestras fuerzas para evitar tal desenvolvimiento, con una conciencia clara sin embargo que esta contradicción entre fracciones de las clases dominantes, aunque secundaria, tiene todavía un impacto muy negativo sobre las masas, desviando sus luchas y, así, también sobre el porvenir del país.
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Todos estos políticos que están haciendo hoy grandes declaraciones en la escena política, lo hacen según la misma lógica: “debemos de ponernos ¡todos juntos para resolver la crisis que atraviesa el país!”. En realidad, se trata siempre de recomponer cierta hegemonía dentro de las clases dominantes. A pesar de las sutilezas que los diferencian, se trata de reconciliar un Lavalas en descomposición con una nueva “oposición” en putrefacción tonton makout. Es una transformación de cada fracción hacia una unidad funcional dominante, donde estarían “todos juntos”. Cuando no toma esta forma, tiene las características las más reaccionarias, a veces claramente fascistas, donde se sirven de un supuesto anti-lavalas momentáneo, para tratar de recomponer el ala más reaccionario primero. Su lenguaje también populista no debe distraernos. Y allí también nuestra propaganda dentro de las masas en lucha debe aclararlo. El caso más obvio es él del candidato Martelly quién está ligado a los más reaccionarios republicanos estado unidenses: ¡los del “Tea Party”! Y es de nuestra tarea hacerlo todo claro con la misma fuerza.
Por otra parte, la presencia progresista se ha expresado más bien en las luchas y movilizaciones. Aunque no podemos decir que tuvieron éstas un impacto muy significativo a nivel global, nacional, nunca se pararon y, de cierta manera, en Cap-Haïtien y Puerto-Príncipe, llegaron a tener una incidencia positiva sobre el curso de los eventos, particularmente respecto a la ocupación y el rechazo que desde nuestras recientes iniciativas creció poco a poco. Lo cual es de importancia. El hecho más significativo sin embargo estuvo en su permanencia y su diversidad. De hecho, hubo movilizaciones sobre el salario y la explotación que lo acompaña; en medio rural, sobre la tenencia de la tierra y la necesaria reforma agraria, sobre la educación gratuita y de calidad, sobre la salud, el transporte, el problema de la vivienda en los barrios populares totalmente insalubres y sin servicio alguno, sobre la situación de los campamentos y la propuesta “reconstrucción” que no planea más que echarnos afuera de “sus” ciudades y parquearnos en lugares lejanos donde no podremos hacer más que vender nuestra fuerza de trabajo en las sanguinarias zonas francas que tienen en mente…; luchas en contra de la impunidad, sobre la justicia descaradamente de clase y, paralelamente y dentro a la vez de todo esto, la lucha en contra de la ocupación de la MINUSTAH, verdadera clave para la dominación del imperialismo y de estas clases dominantes podridas. Entonces, preguntamos: ¿dónde estaban todos estos políticos cuando se llevaban estas luchas?
Estas luchas que precisamente - y esto fue uno de sus logros más significativos - lograron delimitar dos campos. No debemos minimizar para nada el valor y la importancia de esta delimitación lograda. La batalla no será fácil. Habrá que tomar grandes riesgos. Tendremos entonces que llevarla mejor todavía. Puede ser que gente del mismo pueblo no nos entienda y se nos enfrente. No debe esto pararnos. Tenemos que discutir de todo esto con los que sinceramente están buscando una solución a sus problemas tan enormes de trabajo y/o de vida, planteando los intereses reales, objetivos e históricos de un colectivo que es el suyo, que es ellos mismos: él de su Campo, “Del pueblo”. Y a los que todavía nos quieren bloquear el camino, se los enfrentaremos debidamente, más y más organizados, hasta eliminarlos definitivamente del panorama visual. Sin olvidar nunca que son, en lo básico, nuestros hermanos de campo, que podrían serlo, que deberían serlo. Pero si, llevados por la coyuntura y alguna solución oportunista, no quieren, estarán enfrente del avance histórico popular. Y los enfrentaremos como se debe.
Delante de la posible guerra civil, tampoco debemos dejarnos llevar por el enemigo y dispararnos uno al otro. ¡Nunca! Para esto, lo más importante es estar claros sobre nuestros intereses, nuestros objetivos, inmediatos pero también históricos, poco a poco entendidos, articulados, pero desde ahora claros nuestros intereses reales como masas populares, como trabajadores, como obreros. Esto debe en todo lugar ser discutido, asumido. Con eso, avanzaremos en nuestra lucha para realizar nuestra vida, junto con nuestras familias, nuestros hijos. Solo eso es nuestro porvenir seguro.
Para esto, ya, hay que llevar nuestros intereses reales ¡en la escena política! En nuestro terreno como en el suyo también. Siempre frente al enemigo y sus mistificadores profesionales. Dentro de este marco, al hacer todo lo posible y necesario para evitar la guerra civil que nos quieren hacer llevar, si no podemos evitarla, habrá entonces que transformarla en una que llevará nuestros intereses al frente, en contra de los de ellos. Esta tarea no es fácil, no solo por el alto grado de conciencia que requiere sino también por la velocidad que en estos momentos históricos conlleva la coyuntura. Pero, otra vez, no hay otro camino: es una tarea democrática fundamental. Debemos de llevarla con toda conciencia y toda determinación.
Evitar la guerra civil, transformarla si necesario en guerra popular, va de mano estrecha con la lucha en contra de la ocupación. En realidad, plantear el problema que llevan las elecciones es plantear la OCUPACIÓN. Plantear la problemática de la guerra civil es plantear la OCUPACIÓN. Plantear seriamente el porvenir del país, es plantear la OCUPACIÓN. La lucha anti-ocupación ha llegado a un nivel ya fuerte: ¡hay que AUMENTARLA. ACELERARLA, LLEVARLA A SU CIMA!
En esta lucha que debe llevarse hacia una entre los dos campos - dominados frente a dominantes - en la calle, en la prensa, en las movilizaciones en curso, en las fábricas, universidades y barrios populares, en el campo como en las ciudades, en todos los sitios donde estamos o podemos llegar, declaramos:
¡ABAJO PREVAL TRAIDOR! ¡HAY QUE SACARLO YA!
¡ABAJO ESAS FRAUDULENTAS ELECCIONES!
¡ABAJO ESTE CONSEJO ELECTORAL VICIADO DE ARRANCADA!
¡ABAJO LA MINUSTAH!
¡ABAJO LA OCUPACIÓN!
¡TIENEN QUE IRSE YA ESTAS ODIOSAS FUERZAS ARMADAS QUE ESTÁN CLARAMENTE EN CONTRA DE NOSOTROS DEL PUEBLO!
¡ABAJO ESTE ESTADO ANTI-POPULAR Y ANTI-NACIONAL!
¡ABAJO ESTOS BURGUESES LACAYOS DEL IMPERIALISMO!
¡ABAJO EL IMPERIALISMO!
¡ABAJO LOS TERRATENIENTES!
¡ABAJO LOS COMELONES!
¡VIVA LA LUCHA DEL PUEBLO HAITIANO!
¡VIVA LA LUCHA DE LOS TRABAJADORES!
¡VIVA UN PAÍS SOBERANO!
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En este contexto, a lo contrario de estos dominantes mistificadores que dicen que “hay que ponerse todos juntos para sacar el país de la crisis que atraviesa y, juntos siempre, re-construirlo”, nosotros pensamos que, hoy en día, los intereses eternamente contradictorios han llegado, en este momento, a un nivel altamente antagónico. La recién batalla sobre el salario mínimo y, hoy, la sanguinaria planificación urbanística que llevan los tecnócratas burgueses frente a la vida inhumana del pueblo lo demuestran ampliamente. En este marco, la OCUPACIÓN no escapa a la lógica planteada: hay individuos, organizaciones, clases y fracciones de clase que todavía la siguen apoyando, porque objetivamente la necesitan, otros que ayudaron en implantarla, otros que siguen dudando… mientras nosotros estamos radicalmente sufriendo de ella. Si hoy en día, hay un sentimiento “nacionalista” que se perfila en un sector bastante amplio de la formación social, no es de raíz abstractamente ideológica, es por y a partir de las luchas concretas que el pueblo, los trabajadores de todo tipo y sus organizaciones de vanguardia, junto con los progresistas consecuentes, han llevado contra las fuerzas represivas de ocupación. Es a partir de estas batallas que estos sectores hoy “nacionalistas” se han “despertado”. Lo cual ha permitido a las contradicciones, aún en medio dominante, acentuarse. De tal modo que, hoy en día, podemos decir que, de cierta manera, la contradicción frente a la ocupación ha llegado a estar nacionalmente antagónica. Pero no debemos olvidarnos del papel que han jugado en el pasado todos estos dominantes que hoy se proclaman en contra de ella, ni tampoco equivocarnos en pensar que no podrán volver a apoyarla, una vez que el pueblo se levante con una orientación realmente genuina.
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En este ambiente tan física y socialmente destruido, un tema que naturalmente se plantea, es él de la construcción del país. Tenemos también que plantearlo. Pero, con una orientación que precisamente nos diferencia de las soluciones mistificadoras que pretenden que es una cosa física nada más que debemos de resolver otra vez “juntos”. Construcción, ¿en interés de qué clase, con cual orientación, basada en qué fuerza social? Está en el desarrollo de nuestras luchas, en la capacidad de los trabajadores de estructurarse para defender sus intereses, en la del pueblo entero, poco a poco claro en sus objetivos realmente propios, que queda la respuesta a saber si lograremos construir ese país como nuestro. Quién quiera entonces solidarizarse con nuestro destino así planteado, lo tendrá que hacer dentro de esta orientación, fundamentalmente en interés del país y sus trabajadores. Frente a la ausencia de tal propuesta y a la sumisión vergonzosa de las clases dominantes en su conjunto, exigimos la construcción del proyecto pertinente, capaz de responder a las necesidades progresistas de este momento histórico. Solo un PROGRAMA basado en los intereses del país y a partir de los intereses de los trabajadores puede resolver este paso adelante necesario y obligatorio hoy en día. En Batay Ouvriye, estamos trabajando en ello, para proponerlo a la alianza “Campo del pueblo” en construcción, precisamente para, de una vez, seguirla consolidando y proyectando. Además, es una propuesta que se irá difundiendo ampliamente en las masas populares, para que ellas mismas, no solo se la apoderasen sino que también la hagan suya, llevando entonces clara y fuertemente a la resolución esperada.
De esta práctica nacerá la Alternativa fundamental que corresponde a los intereses de los trabajadores y de las masas en general. En este marco, la escena política, otra vez, representará un espacio privilegiado donde tendremos que pelear nuestra propuesta, frente a todos los que aparezcan, con la perspectiva de un GOBIERNO DEMOCRÁTICO POPULAR, responsable verdaderamente de los intereses de los trabajadores y de las masas populares y que, para esto, estará trabajando con toda la concentración necesaria para la desocupación. En realidad, estamos planteando la problemática del PODER, pero a partir de los intereses reales de las masas populares.
En todo esto, tenemos que estar muy concientes que, sea por el desarrollo de la contradicción entre dominantes donde, en ella, no pueden tampoco asegurar su domino sobre las masas; sea porque las masas mismas se hayan organizado respecto a sus propios intereses y empezado a defenderlos real y más y más fuertemente; de todas maneras, la coyuntura llevará a un enfrentamiento entre clases y entre los dos campos entonces más y más antagónicos. Dentro de esto, un Estallido Democrático Popular estará necesariamente al día. En realidad, para imponer una orientación realmente en interés de las masas y, así, desbloquear esta formación social del tan rotundo fracaso de las clases dominantes, es necesario pasar por este camino. Tenemos pues que trabajar para esto y allí determinar, planificar y realizar todas nuestras acciones en todo terreno.
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En este momento, los mecanismos para realizar esta orientación fundamental se determinarán según la práctica a llevar. Uno de ellos que abarca todos los caminos, es la agitación-propaganda. Para no solo difundir nuestras ideas y permitir a quienes tienen interés en ellas conocerlas, sino también para que, una vez bien interiorizadas, las asuman igual y sean parte de la organización entonces más y más fuerte que luchará por ellas. El contenido debe estar rápidamente entendido, con mensajes cada vez cortos, articulados, precisos; las consignas y otras directivas muy claras y al grano. La gente debe sentir que está verdaderamente concernida respecto al mensaje, mientras este le ayuda a superar la dominación ideológica que sufre en el marco de la conciencia limitada que todavía tiene.
De los principales ejes, volvemos a identificar:
· ¡Abajo esas elecciones fraudulentas, ofensa para el pueblo que creía, aunque hoy en día con conciencia limitada, en este derecho democrático arrancado por ardua lucha de nuestros antecedentes camaradas obreros!
· ¡Abajo la ocupación! ¡Fuera! ¡Fuera esa dominación imperialista, garantía máxima de nuestra explotación y dominación! ¡Levantemos nos todos en su contra! En ese marco, proponemos que el Primero de enero, día de nuestra tan valiosa y sublime independencia, en un gesto simbólico, vayamos a conmemorar, debajo de la estatua de Dessalines, y cantar juntos las palabras de nuestro himno nacional: “¡Del suelo seamos los únicos dueños!” ¡A ver si nos vienen otra vez a romper la manifestación!
· Volver a plantear la Conferencia Internacional sobre y para la Desocupación del País.
· En todo esto, tenemos que trabajar para tener/arrancar una presencia en los medias. Éstos jugaron un papel importante en permitir la campaña sin programa de estos candidatos vacíos. Hay que invadirlos. Por otro lado, debemos igualmente tratar de tener nuestros propios medios de divulgación radiofónicas. Sabemos del costo, pero sigue siendo una enorme necesidad.
· Todo esto exige ¡organización! Desde el Primero de Mayo del 2008 se empezó unas prácticas que, poco a poco, permiten un acercamiento político, en la lucha misma. Habrá que seguirla acentuando, mejor estructurada, consolidarla, de manera más y más estable. Esto exigirá unas reflexiones sobre la línea a seguir, los objetivos concretos a proponerse y el cómo cada vez específico, con una plataforma de luchas y tácticas de desarrollo.
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ALGUNAS TAREAS INMEDIATAS:
Tareas de organización:
Todas las organizaciones progresistas deben de ponerse a la altura de estas responsabilidades. Para esto, empezar por consolidarse cada uno mismo, estructurarse, desarrollar sus capacidades en todo campo, bajo todas las formas posibles, de una manera duradera… Las características de cada desarrollo dependerán del campo de intervención, de la zona, del momento, del conflicto vigente y, sobre todo, de la clase donde estaremos presentes.
En esta dinámica, hay que sumarnos todos los que están polarizados por la situación, individuos u organización, para y hacia un acuerdo más general y, así, un reesfuerzo de la práctica que requiere el momento, la coyuntura.
Hay que trabajar para que los COMITES DE LUCHA POPULAR ANTI-OCUIPACIÓN se formen se desarrollen de una manera organizada, estructurada, coordinada. Favorecer entonces que tengamos la debida incidencia en la escena política, a partir del interés de los trabajadores, del interés del país.
Movilización y lucha:
En el marco de nuestras prácticas, debemos enfocarnos sobre los ejes de lucha ya mencionados, particularmente aquel en contra de la ocupación, en contra de la MINUSTAH concretamente, para una soberanía nacional efectiva: un Gobierno Democrático Popular, que tendrá entonces a la desocupación como objetivo principal del momento. Esta movilización irá a la par con aquella en contra de las recientes fraudulentas elecciones junto con todo el proceso que las determina, en contra de la orientación económica neo-liberal en curso, sus privatizaciones, su represión, su sanguinaria perspectiva respecto a los trabajadores y obreros en particular; la necesaria reforma agraria que le puede contrarrestar el curso, la producción nacional autosuficiente; la lucha en contra de la represión que seguramente se apuntará y aún más fuerte, la lucha por los derechos democráticos que nuestros antecedentes obreros, trabajadores y masas populares en general han arrancado a sangre propia... En fin, en contra de estas clases dominantes podridas y su Estado reaccionario.
Agitación-Propaganda:
Las movilizaciones arriba mencionadas tendrán su contenido por la agitación-propaganda que se las haremos. Además, el tema de la posible guerra civil: el cómo evitarla pero, si madurada explota, ¿cómo transformarla en una de clases? perspectiva histórica hacia un avance de las contradicciones vigentes, debe tener un sitio particular en nuestras reflexiones y acciones colectivas.
La coyuntura actual conlleva unas enormes potencialidades en los dos sentidos posibles. Se logrará un avance significativo o un atraso de años. Tenemos la responsabilidad de incidir en las luchas sociales de tal forma que la opción en interés de los trabajadores y del pueblo en general salga de este periodo airosa.
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Estas tres Declaraciones que sacamos en este momento, están para un propósito bien preciso: no solo para mejor conocer nuestra posición, nuestra determinación sino también para permitir seguir desarrollando un acercamiento en el marco de la construcción del Campo progresista-popular-de los trabajadores y difundir nuestras ideas y conceptos de la lucha entre las masas populares. ¡Que todo trabajador conciente y que cada progresista consecuente participe en materializar este tan necesario avance!
¡ABAJO ESAS ELECCIONES FRAUDULENTAS!
¡ABAJO LA OCUPACIÓN!
¡DEL SUELO SEAMOS LOS ÚNICOS DUEÑOS!
La única fuerza capaz de hacerse realizar este proyecto, única que tiene real interés en su realización, son los trabajadores, aliados con los progresistas, dentro de las masas populares movilizadas en y para sus reales intereses inmediatos e históricos. Por esto reiteramos:
¡VIVA LA LUCHA DE LOS TRABAJADORES!
¡VIVA LA LUCHA DE LAS MASAS POPULARES!
¡VIVA LA LUCHA DE LOS PROGRESISTAS!
¡VIVA LA LUCHA DEL CAMPO DEL PUEBLO!
16 de Diciembre del 2010
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