martes, 4 de enero de 2011

Uruguay: 52 años de la Revolución Cubana

Se realizó anoche, 3 de enero, en Plaza Cuba de Montevideo, la celebración callejera del 52º aniversario de la Revolución Cubana, con participación de poco más de un centenar de personas que compartieron un documental sobre un aspecto clave de las conquistas revolucionarias desde el 1º de Enero de 1959: la solidaridad internacionalista en el plano de la formación gratuita, en Cuba, de miles de estudiantes de medicina de todo el continente y la participación voluntaria cubana en la asistencia médica a otros pueblos hermanos latinoamericanos, muy especialmente en cuanto al combate a las enfermedades de la vista y otras de carácter neurológico, como así también en los casos de desastres climáticos ocurridos en varios puntos del continente. Los testimonios registrados por el documental, destacan la presencia inspiradora y ejemplarizante del Comandante Ernesto Ché Guevara, quien con su prédica y su práctica revolucionarias, contribuyó decisivamente a asignarle a la medicina socialista un carácter totalmente opuesto a los criterios mercantilistas predominantes en la sociedad capitalista contemporánea.


Cabe señalar que la actividad callejera de Plaza Cuba fue la única conocida en Uruguay con motivo de esta fecha histórica para todos los pueblos latinoamericanos. La misma tuvo carácter unitario y nada protocolar, y fue posible gracias al esfuerzo militante previo sobre todo de un conjunto de gente muy joven, que llevó adelante la celebración con auténtico fervor revolucionario y con la espontánea convicción moral de que el hermano pueblo de Cuba, merece sobradamente este tipo de reconocimientos como expresión elemental de respaldo y aliento a millones de mujeres y hombres que resisten heroicamente el asedio criminal del bloqueo imperialista, las dificultades económicas subsiguientes y la permanente conspiración gusana para ver derrotada a la primera Revolución Socialista de América Latina, verdadero faro que alumbra el camino de la definitiva emancipación latinoamericana.

En el emotivo "cumpleaños", se dió lectura a unas palabras de la Coordinación Hasta la Victoria, cuyos términos reproducimos a continuación:

Que el hermano pueblo cubano sepa que su lucha
es también la lucha revolucionaria en todas partes
y que el ejemplo de Cuba está en el alma de cada
luchadora y cada luchador del Pueblo Oriental

Más de medio siglo de bloqueo y sabotaje contra el heroico y querido pueblo cubano, es la dura evidencia de la fiereza criminal del imperialismo, tratando de impedir la emancipación de los que han decidido romper para siempre las inmorales cadenas de la opresión capitalista.


Pero Cuba es también la muestra de cuánta reserva moral y cuánto espíritu revolucionario, anidan en los corazones y los cerebros de millones de americanos que han aprendido y enseñado el valor de la libertad y la auténtica justicia social con sus hechos ejemplares.

Profundamente consustanciada de la certeza de que no hay otra alternativa que no sea el Socialismo y que no hay otro destino que el de resistir porfiadamente al egoísmo burgués, Cuba le ha dicho al mundo entero que jamás se le verá arrodillada implorando piedad para terminar retrocediendo a la esclavitud y la deshonra.

Lo ha hecho, además, dando señales nada interesadas de comprometida e inquebrantable solidaridad internacionalista.

Cuba Socialista ha sido y sigue siendo el refugio natural, durante estos largos y difíciles 52 años, de cuanto luchador social de cualquier país, buscara protección evitando caer en manos de torturadores y sicarios al servicio del capital.

Los demás pueblos latinoamericanos, por otra parte, sabemos también de esa generosidad práctica a través de la cooperación cubana en materia de desarrollo científico y cultural, por la que nada se nos ha reclamado a cambio, jamás.

Hoy, el proceso revolucionario cubano sufre circunstancias muy dramáticas, inocultablemente críticas, en las que los mismos que las han provocado, creen ver el final de la revolución, que, según su triunfalismo colonialista, cristalizaría con la ansiada desaparición física de Fidel Castro.

Trabajan sin cesar por la contrarevolución, con la asistencia directa del gusanaje clásico y la vista gorda de algunos que no son precisamente ciegos y a los que Cuba supo darles un abrazo solidario y compañero, sin condicionamiento alguno.

Nuestros hermanos y su revolución cubana, necesitan hoy, como nunca, señales claras de que los demás pueblos caminamos también hacia la Revolución Socialista. Señales de que efectivamente la solidaridad no se agradece, sino que se retribuye sumando fuerzas humanas a la gran correntada de la revolución mundial.

Cada oriental consustanciado con nuestras reivindicaciones históricas; cada uruguayo que comprenda la necesidad de la impostergable organización popular revolucionaria; cada paso que demos por la unidad sin sectarismos y sin querer ser dueños de la verdad; cada batalla del pueblo trabajador y los sectores más castigados que cuente con el respaldo activo y solidario de todos… Cada lucha puntual que logremos ir integrando a la gran lucha histórica latinoamericana por romper las cadenas del capitalismo, serán pequeños y grandes avances hacia el merecido respaldo a un pueblo que sabrá, así, que no está solo y que cada ataque contra Cuba es un ataque contra todos.

Celebrar en las actuales circunstancias históricas los 52 años del triunfo cubano –a pesar de la fecha, del calor, de las injustas indiferencias y algunas ausencias no deseadas-, es apenas un granito de arena en la gigantesca y enaltecedora tarea latinoamericana y libertaria de rodear de afecto fraterno al pueblo hermano de todos los pueblos oprimidos de América y del mundo.

Es un granito de arena humilde aunque lleno del compromiso también incondicional de apoyar a la Revolución Cubana tratando de hacerlo desde el compromiso de contribuir a la conquista de nuestra propia Revolución Oriental, tomando del pueblo de Cuba su ejemplo invalorable, más allá, mucho más allá, de aciertos o equivocaciones en la senda que nos legara el Ché y que sigue trazada con vitalidad y creatividad pujantes, por encima de recetas y esquemas, levantando la cabeza tras cada traspié, como debe ser en definitiva la senda de la revolución:

Una senda audaz, de sentir y pensar críticos, por la que caminan los pueblos resueltos a vivir sin que nada sea más sagrado y permanente que la libertad, la autodeterminación y la hermandad proletaria.

¡Viva Cuba!

¡Viva el heroico pueblo cubano!

¡Liberar ya a los 5 Cubanos secuestrados por los EE.UU.!

¡Viva la primera Revolución Socialista de América Latina!

¡Viva la revolución oriental y de todo el continente! ¡Viva la Revolución Socialista en el mundo entero!

¡Venceremos!!!

Coordinación Hasta la Victoria, Montevideo, enero de 2011.














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