Prensa USI
Para el profesor universitario y dirigente del partido Unidad Socialista de Izquierda, Miguel Angel Hernández, los acuerdos militares y de inteligencia entre los gobiernos de Hugo Chávez y Juan Manuel Santos representan un importante retroceso en términos de la independencia política del Estado venezolano frente al imperialismo, y asemejan el tristemente célebre Plan Cóndor, aplicado por las dictaduras suramericanas en los años 70 para coordinar a nivel internacional la represión contra los movimientos insurgentes.
"Los acuerdos en materia militar y de inteligencia entre los presidentes Chávez y Santos, están enmarcados en los acuerdos de Santa Marta, de agosto del año pasado. En este sentido, el presidente Chávez ha claudicado completamente a la posición del imperialismo y se ha comprometido a intervenir en el conflicto interno del vecino país apoyando al gobierno genocida, estableciendo coordinaciones de alto nivel con las fuerzas represivas del Estado colombiano, e incluso fortaleciendo el contingente militar fronterizo con el envío de 15 mil soldados. Cuando Chávez dice que Santos es su nuevo mejor amigo, no hace sino reflejar la cualidad de la alianza política y militar que ambos gobiernos han establecido, en desmedro de los intereses de los pueblos de Venezuela y Colombia", expone Hernández.
"Queda absolutamente claro que Chávez abandona su posición a favor de una paz negociada en Colombia y al reconocimiento del carácter beligerante de la insurgencia guerrillera, colocándose ahora sin cortapisas en línea con la doctrina antiterrorista del imperialismo yanqui. La entrega al Estado colombiano de cuatro guerrilleros capturados en Venezuela en las últimas semanas, sin que se observaran los procedimientos legales establecidos en la legislación venezolana, constituye una violación a los derechos humanos. El gobierno venezolano evita aplicar la legislación, pues sabe que no puede extraditarse personas a terceros países donde corran el riesgo de ser torturados. Asimismo, evita entrar a considerar pedidos de refugio político, para no tener que ponderar el carácter político del conflicto interno colombiano", explicó.
Hernández aclaró que su organización no comparte la perspectiva política o los métodos de la guerrilla colombiana. "Esto no significa que apoyemos políticamente a los grupos guerrilleros. Las FARC han declarado en varias ocasiones que aspiran a conformar un gobierno de unidad nacional compartido con los enemigos del pueblo. Además, pese a la alianza de Chávez y Santos, las FARC continúan apoyando al gobierno venezolano, con el que nuestro partido está enfrentado por su carácter antiobrero y autoritario. El militarismo y el reformismo, al igual que métodos terribles como las "pescas milagrosas", han aislado a estas organizaciones del apoyo popular. Pero eso no niega el carácter político del conflicto, y no podemos dejar de denunciar al terrorismo de Estado colombiano, que es responsable de innumerables masacres de campesinos y el asesinato de miles de sindicalistas, defensores de derechos humanos, estudiantes, dirigentes indígenas y dirigentes comunitarios, así como miles de jóvenes asesinados bajo el método de los "falsos positivos". Por eso rechazamos que el gobierno venezolano se sume a esa estrategia imperialista, mientras mantiene un payasesco discurso pseudorrevolucionario".
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