Andrés Felipe Arias |
Semanario VOZ, edición 2588, semana del 4 al 10 de mayo de 2011
"Carrusel de las contrataciones, parapolítica, Agro Robo Seguro, chuzadas, corrupción, yidispolítica y otras perlas, fueron orquestadas desde la “Casa de Nari” (casa apresidencial de Uribe).
Las últimas semanas han sido duras para los pupilos del ex presidente Álvaro Uribe Vélez y por ende para el “uribismo”, como quiera que varias de las personas más cercanas al ex mandatario en las dos administraciones suyas, fueron encarceladas o llamadas a responder por los actos dolosos y de corrupción, entre ellos los del Programa Agro Ingreso Seguro y de las chuzadas, la ex directora del DAS, María del Pilar Hurtado, asilada en Panamá y el ex Secretario General de la “Casa de Nari”, Bernardo Moreno. Todos defendidos con vehemencia y hasta con desespero por el propio Uribe Vélez. Para no hablar de las menciones a sus dos hijos, en distintos medios y por confesos delincuentes sobre negocios y relaciones personales con oscuros personajes.
Sin embargo, los ataques y los “sesudos análisis” en la “gran prensa”, por lo general van dirigidos a la detención del senador del Polo Democrático Alternativo, Iván Moreno Rojas y la suspensión de su hermano Samuel, Alcalde Mayor de Bogotá, por el llamado carrusel de las contrataciones en el Distrito Capital. En este caso, el linchamiento a priori lo recibe el Polo Democrático Alternativo, ganador de las dos últimas elecciones en Bogotá, pues en realidad lo que pretende la derecha y la rancia oligarquía bogotana, con el coro de la “gran prensa” y la ayuda del grupo de Gustavo Petro, apodado “Los Conversos”, es recuperar el control del segundo cargo más importante del país.
Los Nule y sus amigos
No importa que el proceso apenas comience y los acusados cuenten con la presunción de inocencia y mucho menos que los señalamientos provengan de los contratistas Nule, confesos delincuentes que negociaron con la Fiscalía el “principio de oportunidad” sobre la base de reconocer sus delitos. La familia Nule, de la costa Caribe, tiene estrechos lazos familiares con los Char de la Alcaldía de Barranquilla y de las tiendas SAO y amistad con connotadas personalidades del establecimiento colombiano que recibieron sus favores. Tampoco importa que la Corte Suprema de Justicia haya ordenado investigar al ex ministro uribista de Transportes, Andrés Uriel Gallego. Todo es soslayado. El objetivo es muy claro, enlodar al Polo y a los Moreno Rojas, porque la unidad nacional va por la alcaldía de Bogotá en las elecciones de octubre.
Según un informe de Norbey Quevedo H. en El Espectador del pasado domingo 1 de mayo, titulado: “Alicia en el país de los Nule”, quien lo introdujo como contratista en Bogotá fue Alicia Arango, en 1999, cuando se desempeñaba como directora del IDRD. Es la ex secretaria privada de los ochos años de la tragedia uribista y ahora flamante embajadora del gobierno de Juan Manuel Santos. El alcalde era el actual candidato verde-uribista a la Alcaldía de Bogotá, Enrique Peñalosa Camargo. Ahí comenzó el festín de los contratos para la familia Nule. Varios potentados los financiaron y apoyaron desde el comienzo, incluyendo un concuñado del ahora santista, Gustavo Petro.
Otras relaciones
La más reciente edición de la revista Dinero también aporta nuevos elementos del entramado de los Nule y de sus estrechas relaciones con personajes de la política tradicional y del establecimiento. “Ahora nadie los conoce. Pero en sus días de gloria, ministros, congresistas, consejeros presidenciales, economistas y destacados empresarios frecuentaban sus fiestas faraónicas”, dice la publicación. A pesar del origen y los vínculos con la costa Caribe, los Nule establecieron un emporio en Ibagué, capital del Tolima, en el centro del país, donde instalaron su empresa de servicios públicos, Enertolima, que derrochaba dinero en fiestas, celebraciones y campeonatos de golf, inclusive en contraste con los problemas financieros que afrontaba la empresa. Por allí pasaron en esas francachelas, según Dinero, no solo el gobernador del Tolima, Óscar Barreto (uribista), el alcalde de Pereira, Alberto Londoño, políticos locales como el conservador Luis Humberto Gómez Gallo (preso por “parapolítica”), hasta figuras nacionales como el actual ministro del Interior y de Justicia, Germán Vargas Lleras, el presidente del Senado, Armando Benedetti, el ex presidente de la Cámara, Germán Varón Cotrino, el ex ministro Rudolph Hommes y el entonces senador Gabriel Camargo. No se quedaron atrás los funcionarios de la “Casa de Nari” Edmundo del Castillo (Secretario Jurídico) y Miguel Peñalosa (consejero presidencial). Enrique Vargas Lleras (hermano de Germán), según Dinero, trabajaba para los Nule. Los mismos que ahora gozan de tantos privilegios en la cárcel y que son los acusadores de los Moreno Rojas.
La rosca uribista
Pero la “gran prensa” ha soslayado la difícil situación del uribismo que está contra las cuerdas. María del Pilar Hurtado, ex directora del DAS y a quien Uribe Vélez le consiguió el asilo en Panamá, según dicen que para silenciarla, y Bernardo Moreno, ex secretario general de la presidencia, fueron llamados a audiencia ante el Tribunal Superior de Bogotá, en los próximos días, donde la fiscal Viviane Morales les formulará los cargos de concierto para delinquir, violación ilícita de comunicaciones, abuso de función pública, prevaricato por acción y falsedad ideológica en documento público. Es solo el principio, porque seguirán desfilando ante la justicia varios de los integrantes del primer anillo de Uribe Vélez en la “Casa de Nari”.
Lucero Cortés, representante a la Cámara y una de las consentidas del ex presidente, está en detención domiciliaria por orden de la Corte Suprema. Y qué decir del negociado de Agro Ingreso Seguro, que tiene tras las rejas a varios ex funcionarios del Ministerio de Agricultura y en capilla a “Uribito”, Andrés Felipe Arias. El ex secretario del Ministerio de Agricultura, Juan David Ortega, recibió medida de aseguramiento y fue encarcelado en La Picota. Es el mismo que, en calidad de asesor de Bernardo Moreno, llevaba el listado de los puestos entregados a Yidis Medina y a Teodolindo Avendaño para que votaran la reelección.
Hay casi un centenar de parlamentarios conservadores, de Cambio Radical, de la U, del PIN, Colombia Democrática, de la cuerda uribista y del Partido Liberal, que han sido encarcelados en los últimos años por “parapolítica” y corrupción. Esos no cuentan en las campañas mediáticas, ahora dedicadas a linchar al Polo Democrático Alternativo.
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