Publicamos parte del capitulo 5 del libro “Gualeguaychú, 2000 días de conflicto. El No a las Papeleras y el Grito del Campo”, de Fabián Magnotta
El 15 de abril de 2005, Botnia comenzó la construcción de su planta
Esto hizo regresar a Gualeguaychú la sensación de soledad, y la comprensión de que, otra vez, la propia ciudad debería salir a defender sus derechos
En ese marcos e pensó la marcha al puente internacional General San Martín, programada para el 30 de abril de 2005.
El periodista y asambleísta Luis Molinuevo recordaría en diálogo con una radio uruguaya que "el primera acto que hicimos antes de crear la Asamblea fue conseguir firmas, seconsiguieron 40 mil firmas para respaldar la postura de Gualeguaychú. Y de ahí ya, como veíamos que tampoco nos hacían caso (todo esto fue en el 2005, ya veníamos con dos años de lucha) se creó el primer abrazo al puente que fue una cosa impresionante, 40.000 personas, una cosa que nos superó...”.
La lucha crecía en Gualeguaychú, pero el proyecto forestal-pastero también avanzaba con pasos firmes en el Uruguay.
Los vecinos que empezaban a tener militancia social activa, brindaban charlas en escuelas con material de Guayubira, pegaban afiches, recorrían los medios para difundir la movilización.
La asambleísta Alejandra Crimella apunta que durante los fines de semana se recorrían las calles de la ciudad con un auto que llevaba dos parlantes y una batería, desde donde se transmitía con música e información y se convocaba a la gente para las asambleas. Alejandra nunca había militado en ningún sector político o social y trabajaba en una escuela, donde conoció el tema
El 30 de abril: la fecha histórica
En Gualeguaychú la gente percibió que sólo quedaba la movilización: entre la desprotección nacional, los límites lógicos de la dirigencia local y provincial, y un Tabaré Vázquez que desconocía hasta su propia trayectoria y las viejas promesas de independencia política del Frente Amplio.
¿Cómo hacerlo? No hay un manual para construir la historia.
Con esa convicción realista, llegó el 30 de abril del año 2005.
Ese sábado, la Asamblea Ciudadana Ambiental de Gualeguaychú comenzaba a meterse en la historia como el movimiento popular que instalaría fuertemente el reclamo por un tema ambiental.
Ni los cálculos de los más optimistas podían imaginar lo que sucedería como respuesta a la minuciosa e incansable tarea de la concientización. Se estima que asistieron unas 40.000 personas, en una comunidad de 80.000. Medio pueblo
En su libro "Desde la luna hasta el Arroyo Verde"-el primero que reflejó la lucha de Gualeguaychú, el escritor Enrique Caballero relata los hechos
"Recuerdo que esa mañana empezamos a transmitir desde el corsódromo con raquel Patt, al principio notábamos que llegaba poca gente y empezamos a pensar que todo era un fracaso. Después, la gente llegó toda junta...", dice al citar un diálogo con el autor del libro.
"Tanta majestuosidadad quiere esta marcha, que asombra y deslumbra a representantes de agencias informativas nacionales. Cuenta Fabián Magnotta, director periodistico de Radio Máxima: Ese día, de regreso, sube a mi auto Marcelo Sena, enviado de la agencia TELAM y recuerdo que venía en el asiento trasero, pasando datos a Buenos Aires. Me parece escucharlo ahora: "Cuartenta mil personas participaron este domingo de una marcha hacia el puente, etc., en la movilización ambiental más convocante de la historia". Se ve que del otro lado parecían no creerle, y Sena insitió: "poné lo que te digo, yo me hago cargo".
"Ese día estaba loco el mundo, nadie pensaba que iban a estar todos. Era todo Gualeguaychú, mirábamos a los costados y teníamos a los vecinos, a los amigos, los compañeros de trabajo, los alumnos, y no paraba de llegar gente", recuerda Criminella
El 30 de abril la Asamblea creaba una nueva agenda política nacional para la primera década del siglo.
Con esa inyección, muchos vecinos comenzaron a sumarse a las reuniones horizontales de la Asamblea. Se extendieron las voleantadas y los comunicados y
empezó a rondar la idea de que se necesitaban acciones más fuertes. Así, después de la marcha, para los gobiernos y para los medios, Gualeguaychú era un fenómeno marcado por la peor de las realidades: la inexorabilidad
Podrían compartir o rechazar; podrían amar u odiar, pero la movilización social era imposible de tapar
Veinte días después de la marcha, todos los Consejos Deliberantes de Entre Ríos, desde Gualeguaychú, declararon a la provincia "libre de celulosa", un concepto que luego llegaría a las leyes.
"Las uruguayas insisten con que la oposición argentina a las plantas de celulosa en el Río Uruguay se debe a rivalidades económicas o razones electorales, ignorando que es impulsada por un movimiento ciudadano con una amplia base social, con la experiencia de lucha e importantes conquistas políticas y legales", definió el periodista montevideano Víctor Bachetta, quien recordó que el Foro Ecologista de Paraná, fue creado "un producto del movimiento social que condujo a la sanción por la Provincia de Entre Ríos de una ley que declaró libre de represas hidroeléctricas a los ríos Paraná y Uruguay dentro de su territorio" Se refería al Proyecto de la represa Paraná Medio impulsado por George Bush y Carlos Menem.
FABIÁN MAGNOTTA
magnotta@entrerios.net
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