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Tegucigalpa. 15 Mayo 2011 El Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (Copinh), denunció este sábado que el viernes 13 de mayo, en Colomoncagua, departamento de Intibucá, militares miembros del Décimo Batallón de Infantería, vestidos de civil, atacaron a cuatro jóvenes lencas, mientras estos tenían un festejo, quedando uno de ellos hospitalizado en estado delicado.
El joven lenca, Félix Misael Pineda Sánchez, fue herido de gravedad al ser atacado por la espalda con un yatagán militar, por lo que se le internó en un hospital cercano donde aún permanece.
Los jóvenes se habrían defendido luego de ser agredidos físicamente por los militares, después de que las dos partes discutieron, explican.
El Copinh denuncia que esa agresión “se suma a una serie de ataques y hostigamientos a miembros de nuestra organización” debido a que realizan acciones en contra de las iniciativas de privatizar el agua, los ríos y otros bienes naturales y comunitarios en esa localidad.
Como también “por continuar en Resistencia e impugnar al régimen sucesor del golpe de Estado”, afirman.
Los muchachos que pertenecen al Copinh y a la Resistencia, responden a los nombres de Catalino Pineda, (21) Fredy Guzmán, (19) Carlos Joel Sorto Ramos (18), Nelson del Cid Sorto (18), y Félix Misael Pineda Sánchez (19), todos originarios de la comunidad lenca de Llano Grande.
Voceros del Copinh destacan que es “evidente una intencionalidad de parte de ese batallón” en contra de la juventud indígena Copinh, porque los mismos militares habían hostigado antes a un grupo de jóvenes que jugaban un partido de fútbol.
Al presentarse el padre del joven herido a pedir información a los agresores, el sargento primero del destacamento le respondió: “que se arreglen ahí las cosas” y se negó a explicarle lo que el papá de Pineda Sánchez le pedía, afriman.
El Copinh denuncia “una vez más a Porfirio Lobo Sosa por su sistemática política de violación a los derechos humanos del pueblo de Honduras y de las organizaciones en particular, y el papel de las Fuerzas Armadas en esta política”.
El Copinh continúa llamando al pueblo hondureño para defender la vida y los derechos en contra de los “proyectos de muerte que se expresan claramente en el odio y la violencia en contra de la mayoría de la población”; como también la exigencia de no reconocer al “régimen actual violador de derechos humanos”.
El líder indígena, Salvador Zúniga, relató en agosto del año pasado que el comandante de la base de Palmerola, Douglas Fraser, les considera como gente de cuidado: “hay que tener cuidado con los copinhes, los del Copinh y las del Copinh, son terroristas, y están en la misma línea de una estrategia continental contra Estados Unidos”, habría dicho.
DC17052011
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Asesinado otro campesino en El Aguán
Tegucigalpa. 19 mayo 2011 La Coordinadora de Organizaciones Populares de El Aguán (COPA), alertó este miércoles del asesinato de otro campesino, Sixto Ramos, de 45 años de edad, de quien se informa era miembro de la Empresa Campesina La Nueva Suyapa, perteneciente al Movimiento Campesino de El Aguán (MCA).
Con la muerte de Sixto Ramos, se acumularían ya más de 30 campesinos asesinados, sólo de los casos conocidos en la región norte del país.
Según informa la COPA, Ramos “se dirigía en su vehículo a trabajar, [cuando] lo acribillaron desde un vehículo en marcha”. Al tiempo que pidieron, urgente, una comisión de derechos humanos que visite esta zona, pues “la ola de crímenes se agudiza cada día en contra de los compañeros campesinos”.
La catástrofe humanitaria en El Aguán es ocultada por la escasa información difundida por las grandes empresas mediáticas, y es rabiosamente ignorada por los órganos del Estado, favoreciendo a los instigadores privados que justifican la muerte a labriegos como defensa de la propiedad, simple crimen, o vinculados a terrorismo de guerrilla.
Conversaciones bajo acoso y persecución.
El Frente Nacional de Resistencia (FNRP), del Valle del Aguán, denunció, el domingo 8 de mayo, que no obstante las conversaciones con el titular del régimen, Porfirio Lobo, el campesinado sigue siendo perseguido y hostigado.
“Prevalece el terror del sicariato de los terratenientes, Miguel Facusse Barjum, Reinaldo Canales y René Morales, quienes son apoyados por miembros de la Policía y del Ejército nacionales”, sostienen.
El FNRP local, asegura en su denuncia, que el 27y 28 de mayo de 2011, en tanto que Lobo mantenía pláticas con los dirigentes del Movimiento Unificado Campesino de El Aguán (MUCA), al entrar o al salir de las reuniones, fueron vigilados y perseguidos por una camioneta color gris, vidrios oscuros, que trataba de perseguirlos hacia los lugares donde ellos se movilizaban.
“Mientras que cuatro policías, por lo general los chequeaban mientras entraban y salón del hotel donde se hospedaron, particularmente a la dirigencia de la margen izquierda del río Aguan”, añaden.
Dentro de sus reclamos, cuestionan que el ministro del Instituto Nacional Agraria (INA), Cesar Ham, haya argumentado que “no se puede hacer nada” sobre tierras de Reinaldo Canales y René Morales.
Han les habría dicho que “estos terratenientes tienen alianza con capital norteamericano”, después de intentar negarles que hubiera un sobre techo, esto es, una cantidad de tierra por encima de lo que la ley permite a los acumuladores.
Aseveran que sufren “atentados permanentes” desde el uno de mayo en que los labriegos del Movimiento de Acción Reinvindicadora Campesina de El Aguán (MARCA) decidieron retomar sus tierras que, -les pertenecen y les fueron quitadas hace 16 años -, en las fincas La Trinidad, El Despertar y San Esteban.
Al igual que el MUCA que reivindica tierras en la cooperativa Guanchías.
El cinco de mayo, que José Paulino Lemus Cruz (30) miembro de la Cooperativa Brisas del Edén, perteneciente al Movimiento Campesino de El Aguán (MCA), fue asesinado de un balazo en el pecho cuando iba de la Guadalupe Carney a Los Leones, margen izquierda del río Aguán, informaron dirigentes campesinos.
El mismo día, en un primer intento de desalojo de la finca La Trinidad, dos miembros del MARCA fueron gravemente heridos.
El siete de mayo, fue asesinado Henry Roney Díaz, de la Cooperativa El Despertar, parte del MARCA, durante un intento de desalojo por cuerpos estatales, le quebraron de un balazo una pierna al campesino Juan Licona. Ambos habrían sido tiroteados con Fal, arma del ejército hondureño. También fue herido, Manuel Vásquez, de la misma cooperativa, explicaron.
El 26 de abril, durante una toma de carretera a los campesinos del MUCA, fueron inculpados por el supuesto secuestro de cuatro vigilantes de los terratenientes, para luego hacer allanamientos masivos en la base campesina de La Aurora, “sin que hubieran encontrado algo”, acusa el FNRP del Aguán.
También imputan a militares del Décimo Quinto Batallón de Infantería, de Río Claro, Trujillo, Colón, el aprisionar armas y uniformes de uso oficial a los guardias de los terratenientes, para que atenten contra los campesinos.
Y han insistido en la grave denuncia de que, “en todos los operativos se combinan policías, miembros de la base naval de Puerto Castilla, sicarios, guardias y elementos del ejército nacional de Honduras...”.
Soldados norteamericanos intervienen en operativos, denuncian.
Mas grave todavía, agrega el FNRP del Valle del Aguán que las rondas de los ejecutores policiales y militares locales, son “acompañados por colombianos y militares Norteamericanos que permanentemente caen en helicópteros en la pista de aterrizaje del municipio de Trujillo”.
El 19 de abril, fueron hallados en Ocotes Altos, Trujillo, el cadáver decapitado de Tarín Daniel García Enamorado, miembro de la empresa Productores de Colón, parte del asentamiento La Concepción; y el cuerpo de Carlos Alberto Acosta Canales, quien yacía con las manos amarradas, según divulgó la FIAN.
Ambos asesinados eran miembros del MUCA. Los vecinos en el área habrían revelado que ambas víctimas fueron capturadas, por guardias de seguridad de Reynaldo Canales y René Morales, en las cercanías de las tierras de esos empresarios colindantes al Río Aguán.
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