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El presidente, Juan Manuel Santos, admitió por primera vez la existencia de un conflicto armado en Colombia a propósito de la inminente aprobación de la Ley de Víctimas de la Violencia por el Congreso. Esta postura lo distancia de la asumida durante ocho años por el ex mandatario Álvaro Uribe, quien siempre negó que en el país suramericano existiese una guerra civil, sólo acciones de "terroristas".
Así lo afirmó el primer mandatario al culminar un Consejo de Seguridad realizado en el municipio de Tumaco, en el departamento de Nariño (suroeste). “Hace rato hay conflicto armado aquí en este país", insistió Santos.
Este concepto es uno de los fundamentos de la nueva normativa, que será sometida a cuarta y última discusión este jueves en el Senado. Con la aprobación de esta Ley, el Gobierno colombiano pretende reparar el daño causado a la población por la violencia de guerrillas, grupos paramilitares y bandas criminales que operan en el país suramericano.
Tras una reunión celebrada en la Casa de Nariño entre el presidente Juan Manuel Santos y los voceros de los partidos de Unidad Nacional, se decidió incluir en la iniciativa esta nueva postura, con el fin de evitar que en la reparación a las víctimas se cuelen personas afectadas por la delincuencia común.
Las palabras de Santos suponen un distanciamiento de su antecesor en el cargo, Álvaro Uribe, quien durante sus ocho años de gobierno negó la existencia de un conflicto armado en el país.
Luego de conocer las impresiones del mandatario colombiano, Uribe expresó a través de su cuenta en Twitter: "No puede ser que la Ley reconozca conflicto con terroristas narcotraficantes, que atentan contra la democracia (...) No hay razón legal para vincular la reparación de víctimas con reconocimiento de terroristas".
El ex mandatario ha considerado que esta denominación supone "legitimar" a los grupos armados y reconocerles "como actor político". "Los terroristas no reúnen elementos para estatus de beligerancia ¿Por qué les abren la puerta?", cuestionó.
Entretanto, varios miembros de la coalición de Unidad Nacional defendieron la posición y justificaron la necesidad de reconocer el conflicto armado.
El senador conservador, Hernán Andrade, señaló que el reconocimiento al conflicto en el tercer artículo de la Ley “es histórico porque eso fue lo que siempre rechazó el presidente (Álvaro) Uribe y eso podría generar una polémica", aseguró
A su vez, el propio ponente de 'la U', el senador Roy Barreras, aseguró que en el camino de "la reconciliación" existe la "necesidad" de que "todas las partes cedan".
Fuentes cercanas a la Casa de Nariño aseguraron que la aceptación legal de que en Colombia hay un conflicto armado no pretende generar una controversia política, ni siquiera jurídica, sino cerrarle la puerta al riesgo de que se abra el agujero para una reparación colectiva de víctimas de delitos comunes, lo cual, entre otras consecuencias, tendría un grave impacto fiscal para el país.
La decisión llama la atención ante una aparente contradicción. Mientras, de un lado, atiende la reiterada petición de los uribistas de evitar un gran impacto fiscal con la aprobación de la Ley; por el otro, niega uno de los principales puntos de la doctrina uribista: la existencia de un conflicto armado.
El uribismo ha defendido que en Colombia lo que hay es una actividad de grupos "terroristas", emanada, entre otras razones, del concepto que se extendió por el mundo después del atentado del 11 de septiembre de 2001 contra las Torres Gemelas, en Nueva York.
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El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, abogó por una solución pacífica al conflicto armado colombiano, a su llegada este jueves a Bogotá y garantizó el respaldo de su Gobierno para este objetivo. El mandatario cumple una visita oficial en la que se reunirá con su par Juan Manuel Santos y asistirá a la inauguración de la Feria Internacional del Libro, de la que Ecuador es el país invitado de honor.
"Cuenten siempre con nuestro total respaldo. Ecuador tiene decenas de miles de refugiados de ese lamentable conflicto que dura ya casi medio siglo", declaró Correa tras ser recibido por la canciller colombiana, María Ángela Holguín.
El jefe de Estado de Ecuador rogó para que "pronto termine (el conflicto) con una solución pacífica, con una solución que no implique más derramamiento de sangre", expresó.
Como parte de la ayuda ofrecida por Correa al hermano país, el Ejecutivo de Quito puso también a disposición la infraestructura ecuatoriana para ayudar a superar la ola invernal que sufre Colombia desde abril de 2010.
Correa cumplirá con una agenda oficial junto a su homólogo Juan Manuel Santos, y además inaugurará la XXIV edición de la Feria Internacional del Libro.
Ambos mandatarios dejarán inaugurada la Feria Internacional de Libro en Corferias, donde Ecuador es invitado de honor.
Luego de participar en la XXIV edición ferial, las autoridades de Gobierno se desplazarán hasta la Casa de Nariño, sede de la Presidencia, donde el mandatario de Ecuador recibirá los honores militares propios por su alta investidura.
Seguidamente, Santos y Correa sostendrán una reunión de trabajo para desarrollar aspectos pendientes en la agenda oficial y estrechar las relaciones diplomáticas entre las dos naciones.
En horas de la tarde, ofrecerán una rueda de prensa en la sede del Ejecutivo para dar a conocer los resultados de la reunión y posteriormente regresarán a Corferias para encontrarse con empresarios colombianos y para el lanzamiento oficial de su libro: Ecuador de Banana Republic a la No República.
Kaos. Colombia
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