domingo, 15 de mayo de 2011

Uruguay: Cara a cara con un represor preso

Durante más de dos horas, Mariana Zaffaroni, uruguaya, hija y hermana de desaparecidos uruguayos en Argentina, mantuvo un diálogo con el coronel retirado Jorge Silveira, en la cárcel VIP de Domingo Arena, donde purga una condena de 25 años de prisión. “Antes de darle la mano, quiero asegurarle que no maté a sus padres”, le habría dicho el represor a la joven, según el encabezado del artículo en el que el diario uruguayo La República reveló el encuentro en su edición del viernes. Za-ffaroni es la primera víctima de la dictadura uruguaya que accede a mantener un diálogo cara a cara con un militar que participó de ese gobierno de facto. El impacto es más grande incluso, si se tiene en cuenta que Silveira es sospechado de tener vinculación con la desaparición de los padres y el hermano bebé de la joven.

Zaffaroni acudió al encuentro con su marido y un cronista del diario uruguayo
 La República. A fines de abril, el militar retirado hizo pública una carta en la que invitaba a la joven a dialogar con él respecto del caso de sus padres y su hermano. Según el periódico, la charla arrancó tensa, pero se ablandó con el correr de los minutos.
No obstante la presencia en la charla del medio en cuestión, poco trascendió del contenido del diálogo que la chica y el ex coronel condenado a 25 años de cárcel por crímenes cometidos durante la última dictadura uruguaya. El diario comentó que el represor entregó una fotografía a Zaffaroni y le pidió que la mostrara en Argentina. La imagen le serviría a la joven para poder comprobar si formaba parte o no del personal con actuación en Automotores Orletti, uno de los tantos centros clandestinos de detención que funcionó en la Ciudad de Buenos Aires, y en el que los padres de la joven habrían estado detenidos. Tal fue la prueba que cedió Silveira a Zaffaroni para asegurarle que no intervino en la desaparición de su familia.
Además, el coronel retirado respondió las consultas de Zaffaroni respecto del mecanismo de actuación de los militares durante el último gobierno de facto.
En ese marco, el periódico uruguayo aseguró que Silveira escribió una serie de premisas supuestamente claves a la hora de plantear el accionar de los represores: “No combatimos contra mujeres embarazadas, ni participamos de la desaparición de niños”, habría remarcado el ex coronel según La República. María Emilia Islas y Jorge Zaffaroni, los padres de Mariana, fueron detenidos por militares argentinos y trasladados a Orletti en septiembre de 1976. Dos años antes habían huido de Uruguay, perseguidos por los militares de su país.
La mujer estaba embarazada. Los cálculos de los organismos de derechos humanos aseguran que parió en situación de detención y que ese bebé fue apropiado.

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