ANÁLISIS: Si no puedes con tu enemigo...

-¿Es compatible el diálogo con los dirigentes talibán y la campaña militar contra ellos?
-Digamos que a priori resulta contradictorio el redoblamiento del esfuerzo militar con el establecimiento de una vía de diálogo con los insurgentes islamistas. El cansancio de la opinión pública internacional por los nueve años de guerra está en el origen de la cita de Londres. Desde West Point –la academia militar en la que Barack Obama anunció un despliegue temporal de 30.000 soldados– la estrategia internacional en el país asiático está más cerca de la búsqueda de una salida «honorable» que de la batalla por la victoria

- ¿Qué resultados puede dar?
-La búsqueda de la reconciliación con los terroristas pretende ganarse las mentes y los corazones de aquellos que estén dispuestos a abandonar las armas a cambio de un futuro prometedor y próspero. Lo que se puede resumir en darles dinero fresco. En Afganistán, sin embargo, la corrupción está instalada en todos los niveles del país, desde el Gobierno de Karzai a las Fuerzas de Seguridad, el frágil Estado de Derecho y, por supuesto, entre los señores de la guerra y los talibán.

- ¿Cuáles son los riesgos?
-El principal, el engaño. Que las donaciones para el desarrollo y la rehabilitación de los insurgentes (susceptibles de arrepentimiento) se convierta en un nuevo canal de financiación de los islamistas en la zona.

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