martes, 26 de enero de 2010

De Haití a Honduras: No a la intervención de Estados Unidos

Compañeros/as,
Estaremos distribuyendo el texto que aparece abajo mañana en solidaridad con el pueblo de Haití y con la gloriosa Resistencia hondureña.
Un fuerte abrazo solidario,
Berta Joubert-Ceci
.-Centro de Acción Internacional
.-Filadelfia, PA
.-EEUUA
Golpistas al Carajo
"Seamos realistas, hagamos lo imposible".Ché

NUEVA YORK: De Haití a Honduras: No a la intervención de Estados Unidos
Miércoles el 27 de Enero 5:00 – 6:30 E 14th St & Broadway NYC

FILADELFIA: Miércoles, 27 de enero 4:30-6pm Frente a la alcaldía calle 15 y Market para distribuir información sobre lo que ocurre en Haití y en Honduras the steps of Philadelphia City Hall at 15th & Market St. to distribute information on developments in Honduras and Haiti.

¡Denunciemos a EEUU por militarizar y entorpecer el trabajo de ayuda en Haití!
¡Digamos al Pentágono: No hagan en Haití lo que hicieron en Nueva Orleáns!
¡Agua, alimentos y tratamiento médico para el pueblo haitiano ya!
¡Restauración de Aristide!

¡No al reconocimiento del nuevo gobierno de Porfirio Lobo en Honduras!
¡No a la amnistía para los criminales golpistas en Honduras!
¡Apoyemos el derecho del pueblo hondureño a una Asamblea Constituyente!

La meta de Estados Unidos de controlar la región para beneficio de sus empresas no tiene límites, ya sea haciéndose pasar por un socio que lleva ayuda humanitaria como en Haití, o a través de la imposición de un gobierno ilegítimo como en Honduras; a través de la 'diplomacia' o a través de la fuerza militar flagrante.

Estos países, dos de los más pobres en el hemisferio y en circunstancias diferentes, han mostrado la insensibilidad y la arrogancia criminal del Norte imperialista, cuyo objetivo en ambos es el mismo: mantenerlos subdesarrollados, robar sus recursos y mano de obra y utilizarlos como un ejemplo fantasmal de lo que el poderío de Estados Unidos podría hacer en contra de los desarrollos progresistas en América Latina y el Caribe donde movimientos masivos de indígenas, afro descendientes, campesinos y trabajadores han logrado gobiernos que trabajan en beneficio del pueblo, no de las empresas transnacionales de Estados Unidos.

En Haití, tras el terrible terremoto que cobró la vida de más de 100.000 personas, dejó a miles heridos y millones sin hogar, Estados Unidos ha montado, no una operación humanitaria, sino un masivo despliegue militar con 20.000 soldados fuertemente armados, aviones de reconocimiento, destructores y el portaaviones USS Carl Vinson con misiles Sidewinder y helicópteros. Hizo firmar al gobierno de Haití un "memorando de entendimiento" dando a los Estados Unidos total control de quién entra o sale del país por el aeropuerto de Port-au-Prince.

Desde entonces, los infantes de Marina de EEUU controlan los principales aeropuertos y han bloqueado el desembarco de ayuda humanitaria de los países del CARICOM, Francia, del Programa Mundial de Alimentos, y de Médicos Sin Fronteras. La descarga de equipos militares y el "asegurar el perímetro" eran la prioridad del Pentágono, no la ayuda a los/as haitianos/as que necesitan desesperadamente los suministros a bordo de los aviones. El Secretario de Defensa Gates afirmó que Estados Unidos "no enviaría alimentos y agua porque no había una "estructura... para proporcionar seguridad"; esto aunque ampliamente se ha reportado la moderación y la solidaridad entre el desesperado pueblo haitiano.

Desde un extenso campamento de refugiados en Champs de Mars se informó que "no ha llegado ayuda; todos se entrega en el otro lado de la ciudad, por la Embajada de Estados Unidos". El Washington Post informó que las operaciones de rescate de EEUU. se centraron en los lugares frecuentados por extranjeros, tales como la sede de la ONU, el Hotel Montana y el supermercado Caribe.

Por el contrario, inmediatamente después del terremoto, Cuba, Venezuela, Islandia y China dispusieron proporcionar alivio inmediato al pueblo haitiano sin esperar por ninguna "seguridad".

En Honduras, Estados Unidos tramó y apoyó un golpe de estado militar donde el ejército hondureño, entrenado por los Estados Unidos, removió a punta de pistola al legítimo Presidente Manuel Zelaya, el 28 de junio de 2009 e instaló un gobierno criminal con Roberto Micheletti como el Presidente de facto. El propósito era impedir que el pueblo de Honduras decidiera su propio destino a través de la convocatoria de una Asamblea Constitucional que pondría al pueblo primero en lugar de la actual Constitución obsoleta que se redactó en los años 80 a nombre de las empresas estadounidenses. En ese momento Honduras estaba siendo usada como una base militar de EEUU contra el pueblo del Salvador, Guatemala y Nicaragua y la Constitución pretendía establecer a Honduras como una neocolonia estadounidense donde todos sus recursos serían privatizados, transfiriendo de esa manera la riqueza del país a EEUU.

Ahora el pueblo, empobrecido por esta maniobra de EEUU, quiere recuperar su país y sus recursos. El Presidente Zelaya había prestado atención a las demandas de las masas y había iniciado el proceso para consultar al pueblo sobre esta cuestión. También había desarrollado programas que ayudaban a los más pobres del país, estableció almuerzos escolares gratis y aumentó el salario mínimo en un 60 %. Por estas razones, los ricos y las empresas en Honduras se unieron a los Estados Unidos y sus cientos de empresas que operan allí para deshacerse de Zelaya y establecer un gobierno que obedezca a los ricos y a las empresas tanto de Honduras como de los Estados Unidos.

El 29 de noviembre, con una bajísima participación de votantes, menos del 50 %, Porfirio Lobo del derechista Partido Nacional, fue elegido Presidente. El pueblo, que desde el 28 de junio se ha organizado bajo el masivo Frente Nacional de Resistencia Popular Contra el Golpe, no reconoce estas elecciones que se convocaron bajo un gobierno ilegítimo que ha asesinado a más de 140 personas desde el golpe de estado; que ha herido, perseguido, acosado, detenido y arrestado a miles, que continúa amenazando a los/as líderes de la Resistencia, que ha cometido innumerables violaciones a los derechos humanos con la ayuda de los Estados Unidos y de los paramilitares de Colombia, además de violar la libertad de expresión al cerrar las estaciones de radio y televisión que informaban sobre la verdad de los hechos.

El miércoles 27 de enero, Lobo será inaugurado Presidente de Honduras, pero no es reconocido por la mayoría del pueblo de Honduras ni por la mayoría de la comunidad internacional. La mayoría de los países del mundo había rechazado el golpe de estado de junio y había cortado todas las relaciones con Honduras mientras hubiera un gobierno de facto producto del golpe y que el Presidente Zelaya no se hubiera restituido. Excepto Estados Unidos, que ha trabajado incansablemente para que sus aliados acepten el gobierno de facto. Ahora quiere que la comunidad internacional reconozca a Lobo y restablezca las relaciones como si nada hubiera ocurrido.

Esto no difiere de las acciones de los Estados Unidos contra el presidente haitiano Jean-Bertrand Aristide que hace 6 años fue derrocado por los Estados Unidos luego de invadir ese país, reemplazándolo por un régimen brutal golpista.

Únase en solidaridad con las decenas de miles de personas que marcharán en Honduras el 27 de enero exigiendo el no reconocimiento del nuevo gobierno de Porfirio Lobo, No a la amnistía a los conspiradores del criminal golpe de estado y por el derecho del pueblo a una Asamblea Constitucional.

Acciones convocadas por: Centro de Acción Internacional,
Para más información: En Nueva York: 212-633-6646, IACenter@peoplesmail.net
En Filadelfia: 215-724-1618, PhillyIAC@peoplesmail.net
En español: IAC-CAI@peoplesmail.net

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