Los dos diarios de Nicaragua ( La Prensa y El Nuevo Diario) desarrollan una labor en la que el periodismo parece ir siendo desplazado por la publicidad en su modalidad de guerra sicológica. Este hecho puede ser grave, tanto para el ejercicio del periodismo en el país como para el mismo funcionamiento del estado de derecho.
Ambos medios de comunicación son consecuentes opositores al actual gobierno. Es su derecho hacerlo y tanto la oposición al gobierno como una actitud de vigilancia crítica hacia el poder estatal son elementos beneficiosos para el desarrollo de la democracia en el país.
Pero cuando la libre confrontación de los argumentos y las ideas es relegada a segundo plano y en su lugar se recurre a la creación de estados de ánimo entre la población por encima de cualquier racionalidad argumentativa y utilizando sofisticadas técnicas, estamos ante una situación de manipulación sicológica de graves efectos para la sociedad y sus instituciones.
En este texto analizaremos las técnicas utilizadas por dichos periódicos a través de un estudio de las portadas de sus ediciones del mes de diciembre de 2009. Las conclusiones de este estudio pueden parecer controversiales. Que el lector valore por sí mismo los resultados.
Periodismo, razón e irracionalidad
La neutralidad periodística es una quimera. No hay ser social que se pueda situar al margen de las grandes contradicciones de la sociedad. Incluso, se podría cuestionar si es moral el adoptar posiciones de total indiferencia ante un sinnúmero de acuciantes dramas que afectan la vida de millones de congéneres en el país y el mundo, tales como el hambre y la destrucción del medio ambiente, entre muchos otros.
Los “hechos” son siempre objeto de contienda en una sociedad marcada por contradicciones antagónicas. El debate sobre la autenticidad de las fuentes, la veracidad de las informaciones, etcétera, son parte consustancial al debate democrático. Asimismo el periodista, por su condición misma de actor que independientemente de su voluntad tiene una posición más o menos definida en el sistema de contradicciones sociales, no puede dejar de ser influenciado por sus concepciones en la interpretación de estos hechos.
El tener una “tendencia” no es malo – le ayuda al receptor de la información a poder interpretar los mensajes mediáticos si el emisor del mensaje no esconde sus afinidades y su ideología. La lucha ideológica es vital desde el punto de vista democrático porque permite a los ciudadanos participar de manera consciente en la toma de decisiones sobre cuestiones que les afectan.
La propaganda, cuando intenta propagar una determinada idea de la manera más eficaz, puede cumplir – y a menudo cumple – una función pedagógica al sistematizar y sintetizar discursos sobre aspectos complejos de la realidad.
Informador, comunicador, creador de opinión, propagador de ideas, todos esos son roles o funciones que atañen a la labor del periodista y de los medios de comunicación. Esta labor se podrá desarrollar más o menos bien, más o menos profesionalmente, con mayor o menor ética, con mayor o menor apasionamiento, pero siempre caerá dentro del ámbito periodístico en la medida en que en ella predomine el interés por las ideas.
Pero cuando la actividad mediática se centra en la creación de estados de ánimo entre los consumidores (objetos de la información) independientemente de toda argumentación lógica, cuando el fin de la actividad se convierte precisamente en poner fuera de combate las defensas racionales del receptor de la información (en realidad, ciudadano), entonces se deja el ámbito periodístico para entrar en el terreno de la manipulación sicológica, es decir, en la publicidad y, en el contexto al que nos referimos, en el de la guerra sicológica.
Técnicas de manipulación sicológica en La Prensa y El Nuevo Diario (END)
1) Titulares e ilustración como creadores de sensaciones
Un objetivo fácilmente detectable en la propaganda sicológica de los diarios estudiados
es el de crear una situación de zozobra en el lector, una sensación de que la vida en el país no vale la pena. Esta sensación deberá ser lo más totalizadora posible
para logra el efecto deseado.
El combinar un titular con una foto perteneciente a otra noticia totalmente distinta que crean una especie de juego semántico (es decir, un refuerzo del signicado que crean mensajes ocultos no siempre presentes o explícitos en el contenido de los artículos publicados. El uso de esta técnica es una especialidad de La Prensa, aunque a menudo también sea utilizada por END.
Otra técnica utilizada, a menudo por END, es la de la llamada “disonancia cognitiva” en la que, por ejemplo, una imagen a menudo neutral o incluso positiva, es dotada de
connotaciones oscuras y negativas por el uso gratuito de palabras de alta carga
emocional en el titular.
Una parte considerable de la población reacciona ante la tendenciosidad de los medios
opositores al gobierno, pero el efecto de esta propaganda no debería ser despreciado.
En un país en el que la gente lee poco y en el que grandes sectores de la población recién están saliendo del analfabetismo, a menudo el encuadre de interpretación transmitido por un titular o una foto tienen mayor fuerza que un extenso artículo a menudo escrito en un lenguaje que no es accesible a los sectores populares.
Los mensajes ocultos en las portadas de dichos periódicos refuerzan los discursos
antigubernamentales de esos medios agudizando la situación de disociación cognitiva
en la que se encuentran sectores de la clase media más altamente expuestos a la
intoxicación ideológica inducida por los órganos de la dictadura mediática.
Por otro lado, esos mensajes ocultos siembran dudas en el subconsciente de los sectores populares identificados con el gobierno y despiertan temores irracionales con respecto al futuro.
Los mensajes ocultos detectados en un análisis de las portadas de los diarios de derecha en el último mes de 2009 se pueden clasificar en distintos grupos:
· Mensajes con elementos de violencia, a menudo celebrando o representando la
comisión de actos de violencia contra representantes del gobierno, en especial
los compañeros Daniel Ortega y Rosario Murillo, y a miembros de la Policía
Nacional.
· Mensajes pesimistas sobre el futuro del país, en especial en el terreno
económico, pero también dirigidos a los jóvenes. Entre ellos destacan también
los que crean una impresión de emigración masiva del país.
· Mensajes que desprestigian y denigran a representantes del gobierno pintándolos
de corruptos y agresivos, y a veces asociándolos con inclinaciones sexuales tabú
entre amplios sectores de las clases populares.
Muchos de los mensajes ocultos de la propaganda sicológica también se encuentran
presentes en los editoriales, notas de opinión o noticias de los periódicos de derecha. Sin embargo, aquellos mensajes refuerzan subconcientemente los contenidos propagados por los últimos, lo que resulta en una manipulación totalmente antíca de
los consumidores de la información. Algunos de los mensajes, sobre todo aquellos que
llaman a la violencia, van reñidos con las leyes del país.
Es sumamente importante que los periodistas sandinistas, los cuadros que a todos los
niveles se identifican con el proyecto del gobierno y el pueblo en general sean
conscientes de estos mecanismos y que a su vez estén vigilantes del uso de esas
técnicas de manipulación sicológica en otros medios que la prensa escrita.
No basta con rebatir artículos tendenciosos y desinformativos, también hay que
desenmascarar los mensajes ocultos transmitidos por el diagramado, la composición
gráfica y la edición en los medios de comunicación masiva. Una descodificación
consciente parece ser la mejor vacuna contra las tácticas de la guerra sicológica.
www.jorgecapelan.net (español y sueco)
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