La selva del parque nacional Yasuní y del área limítrofe Ispingo-Tambococha-Tibutini (ITT) se encuentra rio arriba del Amazonas y es todavía virgen. Es el hogar de los Huaorani y de otros pueblos indígenas que aun viven en aislamiento voluntario. Científicos han declarado que el Yasuní es una de las áreas con mayor biodiversidad a nivel mundial. Tan sólo en una hectárea se encuentran 664 especies diferentes de árboles.
Esta selva tiene también una enorme significación para la conservación del agua y del clima. Cada hectárea almacena unas 200 toneladas de carbono. Si se explota el crudo pesado, se liberarán unos 410 millones de toneladas de dióxido de carbono, que contribuirán al calentamiento global. Todo habla a favor, de dejar el petróleo en la tierra y que la selva permanezca intocada. Por eso, el gobierno ecuatoriano ya expresó hace dos años, que no explotaría los 850 millones de barriles (135 billones de litros) de crudo pesado, si conseguía compensaciones económicas a cambio de ello.
A nivel internacional, la iniciativa de Ecuador contó con gran apoyo. Ya en junio de 2008, el parlamento alemán pidió al gobierno alemán que apoyara la propuesta. En 2008/2009 se realizó un estudio de factivilidad del proyecto. Junto a Alemania, también España, Bélgica, Francia y Suecia se comprometieron a apoyar la iniciativa, y 15 países más expresaron su interés. Desde hace meses, el gobierno ecuatoriano estaba discutiendo con el Programa de Desarrollo de las Naciones Unidas sobre las modalidades para un fideicomiso de la ONU que debería firmarse a finales de enero.
Pero la iniciativa se encuentra ahora en serio peligro. El 9 de enero, el presidente ecuatoriano Rafael Correa amenazó en su programa radial semanal, con comenzar con la explotación del petróleo en contra de todas las promesas previas. Está insatisfecho, con el hecho de no poder administrar el fideicomiso personalmente, y de no tener voz sobre la administración de los fondos. Los principales promotores de la iniciativa dentro del gobierno ecuatoriano renunciaron el 22 y 12 de enero, entre ellos el Ministro de Exteriores Falconi. Amenaza la codicia internacional por el oro negro que quiere hacer vencer la ganancia rápida sobre la razón. El paraíso natural, la población que habita la zona y el clima mundial están en peligro.
La iniciativa "Yasuni por la Vida“ y personalidades ecuatorianas solicitan escribir al presidente Rafael Correa. Por favor, participe en nuestra acción y exija que esta selva única permanezca intocada y que el petróleo se quede bajo la tierra.
Firmar:
www.salvalaselva.org
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