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El invierno hace una pausa para brindar una tarde asoleada a otra protesta estudiantil en Bogotá contra el proyecto de reforma educativa que el Gobierno va a presentar en el Congreso. Cerca de 1.200 estudiantes recorrieron la carrera séptima hasta la Plaza de Bolívar en el centro de esta capital desde la 3:30 de la tarde en una nueva jornada de protesta contra el proyecto de Ley de reforma educativa que presentará el Gobierno próximamente.
En esta marcha participaron estudiantes de universidades públicas como la Nacional, la Distrital, la Pedagógica o la del Colegio Mayor de Cundinamarca y de universidades privadas como la Libre, la Autónoma, la del Rosario, la del Externado y la Javeriana. También participaron estudiantes de secundaria y delegados de otras partes del país, como la Universidad de Caldas y la Universidad Industrial de Santander (UIS).
La marcha estuvo animada por tambores y pitos y por consignas dentro de las cuales se destacaban: «¿Quién es usted…? Soy estudiante. No lo escuché. Soy estudiante. Una vez más. Soy estudiante. Yooo.. soy estudiante, soy. Yo quiero estudiar… para cambiar la sociedad… ¡Únete a la lucha!», «Vamos juntos a tumbar el gobierno paramilitar», «Contra la reforma y la privatización, sólo nos queda la movilización», «Queremos chicha, queremos maíz… ¡Multinacionales fuera del país!», «Los estudiantes no somos terroristas. Terrorista es el Estado que desaparece y asesina», «Somos estudiantes… hijos de este pueblo… que no estamos de acuerdo… con este mal gobierno…Suben los impuestos y los alimentos… fuerzas militares… represivas criminales».
Al llegar a la Plaza Bolívar se improvisó una tarima al pie del monumento a Simón Bolívar mientras la estatua del prócer fue puesta a tono con una capucha negra y un bolso. Allí uno de los organizadores se dirigió al resto de manifestantes señalando que no había sido posible contar con la colaboración de la Alcaldía para organizar una tarima para una actividad cultural. Señaló que los días 7 y 8 mayo se reunió la Mesa Operativa Nacional de Estudiantes de la Mesa Amplia Nacional Estudiantil que salió del Encuentro Nacional de Estudiantes y que esa mesa tomó la decisión de convocar la movilización nacional del 17 de mayo contra la reforma a la educación pública en Colombia.
Antes de que hablara un estudiante de la Universidad de Caldas, habló el representante a la Cámara del Polo Democrático Alternativo (PDA) Wilson Arias comentando que se había dado el debate en la Comisión Sexta del Senado de la República sobre la reforma. Arias señaló que de cierta forma la ministra de Educación, María Fernanda Campo, invalidaba este debate arguyendo que en Colombia la educación ya es con ánimo de lucro. Arias explicaba que en ese debate se le señaló a la ministra que esa orden de volver las universidades en entidades con ánimo de lucro venía desde el Banco Mundial pues en numerosos documentos de este ente financiero persiste el término de «atemperar la normatividad colombiana» para facilitar el ingreso de las empresas transnacionales de la educación y para que su inversión sea rentable. Por eso el representante señaló que el centro de la discusión está en si las normas permiten o no declarar el servicio de la educación como con ánimo de lucro ya que de eso depende que las transnacionales puedan retornar sus ganancias a las casas matrices y, con esa finalidad, declaró que el Gobierno pretende marchitar las instituciones públicas porque mientras éstas existan, «difícilmente se van a hacer estas empresas de la educación a mayores proporciones del mercado».
El representante de la Universidad de Caldas denunció que la administración de esa universidad —la misma que firmó un contrato con la compañía minera transnacional Anglogold Ashanti para el monitoreo ambiental a la explotación de cielo abierto en La Colosa del municipio de Cajamarca (Tolima)— decidió manejar el costo de las matrículas por medio de una tabla que aumenta las mismas en más de un 300%. Igualmente el representante de la UIS denunció la expulsión de estudiantes que viene desarrollando el rector de esta universidad, Jaime Alberto Camacho Pico, contra los estudiantes que están enfrentando y denunciando las políticas del Gobierno y los comprobados nexos de este rector con grupos paramilitares en el año 2009 por el conocimiento de una comunicación telefónica donde él habla de un Plan Pistola donde se compromete a pasar una listas de estudiantes y profesores.
A las 6 de la tarde terminó la manifestación cuando la luz de la luna de Wesac, la de la energía de la unión de los pueblos, comienza a iluminar la plaza. Es la luz que ojalá ilumine la unión del más de un millón de estudiantes universitarios que tiene el país y que tienen la misión de impedir que el derecho a la educación se convierta en un negocio con ánimo de lucro, como lo señalaron los voceros de los estudiantes de las universidades privadas. No hubo “papas” explosivas ni granadas lacrimógenas, pero sí alegría y compromiso.
Esta jornada hace parte de otras que se han desarrollado a nivel nacional entre las que destaca la del 7 de abril de este año por la asistencia de miles de estudiantes y docentes a la espera de las que se retomarán el próximo semestre en el que se proyecta la realización de un paro nacional estudiantil.
En esta marcha participaron estudiantes de universidades públicas como la Nacional, la Distrital, la Pedagógica o la del Colegio Mayor de Cundinamarca y de universidades privadas como la Libre, la Autónoma, la del Rosario, la del Externado y la Javeriana. También participaron estudiantes de secundaria y delegados de otras partes del país, como la Universidad de Caldas y la Universidad Industrial de Santander (UIS).
La marcha estuvo animada por tambores y pitos y por consignas dentro de las cuales se destacaban: «¿Quién es usted…? Soy estudiante. No lo escuché. Soy estudiante. Una vez más. Soy estudiante. Yooo.. soy estudiante, soy. Yo quiero estudiar… para cambiar la sociedad… ¡Únete a la lucha!», «Vamos juntos a tumbar el gobierno paramilitar», «Contra la reforma y la privatización, sólo nos queda la movilización», «Queremos chicha, queremos maíz… ¡Multinacionales fuera del país!», «Los estudiantes no somos terroristas. Terrorista es el Estado que desaparece y asesina», «Somos estudiantes… hijos de este pueblo… que no estamos de acuerdo… con este mal gobierno…Suben los impuestos y los alimentos… fuerzas militares… represivas criminales».
Al llegar a la Plaza Bolívar se improvisó una tarima al pie del monumento a Simón Bolívar mientras la estatua del prócer fue puesta a tono con una capucha negra y un bolso. Allí uno de los organizadores se dirigió al resto de manifestantes señalando que no había sido posible contar con la colaboración de la Alcaldía para organizar una tarima para una actividad cultural. Señaló que los días 7 y 8 mayo se reunió la Mesa Operativa Nacional de Estudiantes de la Mesa Amplia Nacional Estudiantil que salió del Encuentro Nacional de Estudiantes y que esa mesa tomó la decisión de convocar la movilización nacional del 17 de mayo contra la reforma a la educación pública en Colombia.
Antes de que hablara un estudiante de la Universidad de Caldas, habló el representante a la Cámara del Polo Democrático Alternativo (PDA) Wilson Arias comentando que se había dado el debate en la Comisión Sexta del Senado de la República sobre la reforma. Arias señaló que de cierta forma la ministra de Educación, María Fernanda Campo, invalidaba este debate arguyendo que en Colombia la educación ya es con ánimo de lucro. Arias explicaba que en ese debate se le señaló a la ministra que esa orden de volver las universidades en entidades con ánimo de lucro venía desde el Banco Mundial pues en numerosos documentos de este ente financiero persiste el término de «atemperar la normatividad colombiana» para facilitar el ingreso de las empresas transnacionales de la educación y para que su inversión sea rentable. Por eso el representante señaló que el centro de la discusión está en si las normas permiten o no declarar el servicio de la educación como con ánimo de lucro ya que de eso depende que las transnacionales puedan retornar sus ganancias a las casas matrices y, con esa finalidad, declaró que el Gobierno pretende marchitar las instituciones públicas porque mientras éstas existan, «difícilmente se van a hacer estas empresas de la educación a mayores proporciones del mercado».
El representante de la Universidad de Caldas denunció que la administración de esa universidad —la misma que firmó un contrato con la compañía minera transnacional Anglogold Ashanti para el monitoreo ambiental a la explotación de cielo abierto en La Colosa del municipio de Cajamarca (Tolima)— decidió manejar el costo de las matrículas por medio de una tabla que aumenta las mismas en más de un 300%. Igualmente el representante de la UIS denunció la expulsión de estudiantes que viene desarrollando el rector de esta universidad, Jaime Alberto Camacho Pico, contra los estudiantes que están enfrentando y denunciando las políticas del Gobierno y los comprobados nexos de este rector con grupos paramilitares en el año 2009 por el conocimiento de una comunicación telefónica donde él habla de un Plan Pistola donde se compromete a pasar una listas de estudiantes y profesores.
A las 6 de la tarde terminó la manifestación cuando la luz de la luna de Wesac, la de la energía de la unión de los pueblos, comienza a iluminar la plaza. Es la luz que ojalá ilumine la unión del más de un millón de estudiantes universitarios que tiene el país y que tienen la misión de impedir que el derecho a la educación se convierta en un negocio con ánimo de lucro, como lo señalaron los voceros de los estudiantes de las universidades privadas. No hubo “papas” explosivas ni granadas lacrimógenas, pero sí alegría y compromiso.
Esta jornada hace parte de otras que se han desarrollado a nivel nacional entre las que destaca la del 7 de abril de este año por la asistencia de miles de estudiantes y docentes a la espera de las que se retomarán el próximo semestre en el que se proyecta la realización de un paro nacional estudiantil.
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