martes, 24 de mayo de 2011

Cuba: El círculo vicioso - Osmany Sánchez

Círculo vicioso
La no existencia de varios partidos políticos es una de los argumentos que se esgrimen contra Cuba para acusarla de no ser un país democrático. Cuando veo lo que ocurre en el resto del mundo “democrático” me doy cuenta de que el tema no está en poder elegir entre varios partidos sino que los políticos sean honestos y respondan a los intereses del pueblo.

Cuando Alan García fue elegido presidente en Perú, nadie tuvo en cuenta de que 16 años antes este había tenido problemas con la justicia. En Argentina, a pesar de ser el responsable de la debacle económica de su país, Carlos Menem tuvo la desfachatez de presentarse como candidato aunque renunció cuando se percató de no tenía la más mínima posibilidad ante Néstor Kirchner. Ahora en Nicaragua se perfila como candidato el corrupto Arnoldo Alemán, en fin pudiera poner decenas de ejemplo de cómo los políticos y los partidos tradicionales se turnan en el poder.
Es cierto que al final es el pueblo el que elige, pero en esto hay tres factores que deciden:
1.El bajo nivel cultural de millones de personas. Sólo los gobiernos progresistas de la región han eliminado el analfabetismo pues a los demás les conviene que no sepan leer y por lo tanto estén ajenos de sus sucios manejos.
2.Los que van a votar son un por ciento muy bajo de la población y generalmente no lo hacen los más pobres.
3.La maquinaria de la desinformación mantiene al pueblo bajo la creencia de que los responsables de sus problemas son los malos políticos de turno por su gestión económica y social y así desvían la atención sobre el verdadero culpable que es el sistema capitalista.
Hace unos años los españoles le dieron un voto de castigo a los del Partido Popular. En Estados Unidos los norteamericanos votaron por los demócratas dejándose llevar por el “Yes we can” y por el “change”. Ahora los votos van de nuevo para los del Partido Popular y los Republicanos recuperan terreno.
Eso no es democracia. Es un círculo vicioso en el cual se vota por uno o por otro cada 4 ó 5 años mientras los problemas persisten, y el sistema, el verdadero culpable, sobrevive.
Durante la Conferencia Nacional del Partido Comunista de Cuba se tratará el papel del Partido dentro de la sociedad cubana. Son muchos los retos que tiene por delante, de algunos como el acercamiento a la base ya se viene hablando.
El multipartidismo no es la solución para los problemas de Cuba. Cuando apostamos por un sólo partido, el de la unidad, no lo hacemos por una consigna sino por una necesidad histórica.
Fuente: La joven Cuba

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