Sergio Briceño García*
De que Chávez le está poniendo cachos a Venezuela con el gobierno colombiano no cabe la menor duda. El proceso de integración comercial entre los dos gobiernos y entre las oligarquías de ambos países es total o sea quieren unir a las dos naciones como hermanas. “Decir unión económica es decir unión política” (José Martí) Por ese camino va embalado nuestro comandante presidente quien ha sentenciado al respecto que no lo van a descarrilar en sus relaciones geopolíticas con su colega Santos.
Esta diplomacia pragmática no es precisamente la que hubiese deseado el Libertador Simón Bolívar quien predicó y dejó escrito con precisión sus ideales de relaciones internacionales para su amada patria. Bolívar proponía la unión entre naciones soberanas de nuestra América que no obedecieran a la tiranía del imperio y que tuvieran autonomía para respetar la particularidad de cada nación como ocurre con el ALBA. Éste no es el caso de la relación geopolítica con Colombia la cual no califica en la categoría de unión bolivariana. Ese país está dominado por un gobierno súbdito del imperio norteamericano, con bases militares dispuestas a servir de plataforma para invadir a Venezuela y donde hay una historia repetida, por más de 50 años, de asesinatos, persecución y violación de los derechos humanos.
La República Bolivariana de Venezuela puede tener relaciones con cualquier país del mundo incluso con el gobierno de Colombia, llamada con acierto la Israel de América Latina, de hecho las tenemos hasta con el imperialismo norteamericano en calidad de socios comerciales y con otros centros de poder económico mundial. Lo que resulta un acto de infidelidad con los ideales bolivarianos es otorgarle un estatus de unión bolivariana a una relación diplomática y comercial con un gobierno ultraderechista que no tiene la condición de administración soberana porque la misma obedece a los mandatos de Washington.
El gobierno colombiano no reúne los requisitos éticos, políticos ni de independencia para formar parte de una unión bolivariana entre naciones hermanas antiimperialistas como lo deseaba Bolívar.
Tal circunstancia sólo debería ser posible cuando el pueblo colombiano alcance su liberación y soberanía a lo cual tenemos que apostar los bolivarianos de ambos países.
Hay que diferenciar al pueblo colombiano de su gobierno santanderista y anti bolivariano que acuna en su seno al golpista Carmona y abriga los peores deseos en contra de la peculiar democracia progresista existente en Venezuela que predica el socialismo.
Venezuela ha sido engañada, estafada, chantajeada y amenazada históricamente por los gobiernos de la oligarquía colombiana más pícara, granuja, canalla, ruin y clasista que la nuestra. Siempre ha sido así desde tiempos inmemoriales.
En los días del “gocho” Carlos Andrés Pérez mucho se le atacó por sus favores a la hermana república y se dijo que había nacido en Colombia, lo cierto es que en reciprocidad contó con el voto de los procedentes del vecino país.
Eso no pasó de ser ser algo anecdótico pero ahora por primera vez un gobierno venezolano luce cuernos ante la comunidad internacional cuando quedó en evidencia que el Presidente Santos es el que manda en Venezuela en materia de sus perseguidos políticos hasta el punto de bastar una llamada telefónica de media noche para que se detenga a un ciudadano de un tercer país violando la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, el Derecho Internacional y toda la legislación existente en materia de derechos
El tema de las relaciones Venezuela y Colombia pica y se extiende porque pronto tendrán que cotejarse las propuestas del gobierno y de la oposición en su oferta electoral del 2012. Incidirá la cohabitación del gobierno venezolano con el colombiano en la inclinación del voto de los venezolanos sensibilizados por el sentimiento bolivariano? Cuál será el comportamiento de la hermana república al respecto? Por los vientos que soplan la oferta electoral sobre las relaciones Venezuela y Colombia será la misma por parte del gobierno pues es inconcebible pensar que la derecha venezolana reivindique las ideas de unión antiimperialista defendidas por Simón Bolívar. Las concesiones del PSOE, encabezado por el Presidente Zapatero, a la derecha tradicional española es la causa del reciente triunfo de la oposición en ese país, según declaraciones de un representante de la izquierda unida española. Esta visión se complementa con la generación de un movimiento que propugna una democracia real, tan inédita como el socialismo del siglo XXI, y un cambio de sistema alternativo a la propuesta de la izquierda electoral española.
En el mundo de la globalización comunicacional lo que ocurre en la Plaza del Sol no es tan lejano ni extraño a lo que podría estarse incubando en nuestro país, son los mismos fenómenos de la crisis mundial del capitalismo que inevitablemente en todo el sistema unipolar del planeta.
La oposición democrática o la golpista venezolanas ya tienen años viviendo en concubinato o se casó desde el 2002 con la oligarquía de Colombia donde los capitalistas criollos acuden presurosos desde entonces a realizar sus inversiones y la clase media pitiyanqui a vacacionar.
Y es lógico que así sea porque en Caracas, en Bogotá, en Madrid y donde quiera que sea la derecha es la misma, con iguales intereses e idéntica manera de pensar. Por ahora sólo nos queda seguir defendiendo la memoria histórica del pensamiento bolivariano por la emancipación de nuestra América.
La agresión imperialista contra Venezuela, de la naturaleza que sea, sólo la para una posición firme, digna, sin dobleces ni concesiones a la derecha de una nación unida por el objetivo bolivariano de la liberación nacional y continental.
*Profesor universitario jubilado sergiobricenog@yahoo.com
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