Sat y los Justos |
Y sin embargo hay gente aguerrida hablando de dignidad, de lucha, de justicia.
Es fácil encontrarlos, asfixiados por las amenazas de los justos, acosados por los demócratas de pacotilla, decentes, sin el miedo de los que se arrodillan.
Sólo hay que estar con el oído atento sobre la tierra para escuchar lo que dicen.
No bajan la voz, saben que si callan están muertos.
Ellos sí señalan a la bestia y la combaten no a ratos, no sólo en las plazas, todo el tiempo, toda la vida.
Son hombres y mujeres comunes acostumbrados a resistir las puñaladas de unos cuantos matones salidos de urnas olvidadizas.
Y los vemos a las puertas de los juzgados, incombustibles, con el único delito de desobedecer, de levantar el puño y la risa, de intentar curar las pústulas de esta sociedad que nos esclaviza, con el único delito de no rendirse, de no claudicar ante este imperio de violencia.
Y aquí estamos muchos admirando su coraje, su corazón sin piedras, su libertad a manos llenas.
Y aquí estoy yo, siendo sólo poeta, hablando a través de mis letras mientras ellos desafían cuerpo a cuerpo la grosera desvergüenza del sistema.
Publicado por Silvia Delgado
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