domingo, 22 de mayo de 2011

No fuí a la Marcha y digo Basta - Ruben Bouvier

Utopía
Con todo el respeto, con el más humano y sincero respeto para todos aquellos que fueron a la Marcha del 20 de Mayo, quiero decirles con el pecho muy dolorido, con mis mandíbulas agarrotadas  de tanta impotencia y bronca acumulada, con mis ojos esforzándose por no dejar caer una lagrima y finalmente llorar, si llorar, como puede llorar un hombre que creyó a pie juntillas a los 17 años cuando se incorporo al MLN, que la Utopía era real, era obtenible, que el Hombre Nuevo estaba ahí esperándonos.
Solo había que pelear, combatir para conseguir todas las igualdades que en ese momento estaban repletas de desigualdades.
Hubo militancia de la legal y de la clandestina, y pese a la compartimentación, de alguna manera intuitiva nos empezamos a conocer, a identificar.

Hombre Nuevo
Empezamos a comprobar que el Hombre Nuevo estaba lejos, muy lejos y por tanto la Utopía era un puerto muy distante al cual llegar.
Y llego la caída masiva, y hubo “máquina”, tortura, cárcel de años .Perdimos en lo afectivo y nuestros años de juventud, pero ganamos en todo aquello que nació de manera diferente en lo interno de cada uno.
Nació una forma nueva de pensar, de proyectar formas de lucha y de definir valores, principios, ética revolucionaria.
Veíamos que si el pueblo nos sacaba de ahí,( los que habitaban la cárcel grande), como así lo hicieron, tendríamos la chance de volver a empezar y reconstruir la Utopía y los afectos. Podríamos seguir tejiendo para encontrar a ese Hombre Nuevo que en algún lugar, en alguna vuelta de la esquina de la lucha popular estaría esperándonos para decirnos cuál era la moral, la ética, los principios, el camino.
Y justo ahí empezó una nueva etapa. La de poner en práctica lo que durante años de cana fue “trille” y proyecto, lucha ideológica y posiciones diversas. Hoy a 26 años de aquella amnistía, estamos donde estamos. Y pienso que a las 5 y 32 de la madrugada del 20 de Mayo, sin dudas empezó una nueva etapa, una nueva etapa para el Frente Amplio y para el país todo.
En mi interior decidí empezar una nueva etapa y por lo tanto dar un golpe de timón.
Mi primer acto se cumplió ese mismo 20 de Mayo. No asistí a la Marcha.
A esa hora me reuní con mis queridos muertos y desaparecidos, estuve con ellos, estaban todos. Fue una charla serena, de recuerdos, de anécdotas, pero también de análisis, de profunda discusión política.

Están al tanto de todo, siguen nuestros pasos, nuestros actos y opinan. Son un grupo compacto, lleno de abrazos. Ellos no se sienten ni muertos ni desaparecidos. Simplemente viven en ESE LUGAR.
 A ese lugar permanentemente están llegando otros muertos y otros desaparecidos, vienen de todo el planeta. Apenas llegan, "resucitan", y ahí en ese extraño, misterioso y cálido lugar, vuelven a existir.
Me dijo Andrés: ¿Por que no estás en la Marcha del Silencio?
Tragué saliva, respiré hondo, lo miré a los ojos y le dije:
-A esta "especial" Marcha fueron muchos. Seguramente muchos fueron por primera vez y seguramente muchos no fuimos, también por primera vez.
BASTA para mí de caminar una vez al año en silencio, les dije.
BASTA de frías y lejanas Iglesias que se colman los domingos para rezar un Padre Nuestro y un Ave Maria.
BASTA de Plenarios y Congresos que definen sin consultar a los cientos de miles que pusimos nuestro ladrillo de vida para conquistar el gobierno y provocar los cambios.
BASTA de Unidad en la diversidad.
BASTA de que nos digan a qué lugar debemos de ir y qué actitud tener.
BASTA de tanto acatar.
BASTA de tanta Hipocresía, Pactos, Videos, Traiciones y Mentiras.
BASTA de Politólogos y discursos presidenciales cuando pretenden representar nuestro pensamiento y nuestra emotividad.
BASTA de credenciales con discursos de pistola al cinto.
BASTA de místicas y de vestirse de revolucionarios.
BASTA de aljibes y dueños del sufrimiento y vanguardias de revoluciones sin parir.
BASTA de decir que los familiares sienten ODIO, desvirtuando a sabiendas lo que tiene un solo nombre y se llama: VERDAD Y JUSTICIA.
BASTA de impunidad.
BASTA de filosofía, de tanta agresión gratuita y de tantos militares juntos en palcos de barro y olvido.
BASTA de medallas y tanta miserable e impune convivencia.
BASTA de tanto discurso parlamentario lleno de convicciones, de mediocres capacidades fruto de luchas internas por el poder, de puños apretados, pero vacios de autocrítica.
BASTA de mostrar tanta SOBERBIA y de subestimarnos.
BASTA para mí de silencios que callan y otorgan resignaciones, les dije.
Estaré y estaremos prontos para una marcha que tenga como destino el encuentro de todos los que no nos sentimos representados por un gran sector de la dirigencia política.

Una marcha sin aquellos dirigentes sindicales y políticos que nos digan en que hora, en que lugar, con qué banderas y qué Himno cantar
Ahora nuestros muertos y desaparecidos nos están mirando desde ESE LUGAR que en lo personal está dentro de cada uno de nosotros y en lo colectivo en el Memorial que los nombra. Están todos juntos. Nos observan y sorprendidos comentan lo que ven:

-iiiMírenlos!!!, ya no hay solo marchas del silencio. Ahora también marchan cuando sale el Sol, o cuando llueve o cuando una injusticia clama por un alarido de rebelión.
•Miren que cantidad de jóvenes. Nadie se siente excluido. Ahora cantan.
•¿Y qué cantan Juan?
•Es la Marcha de la Bronca ,José.
•¿Te acordás María de aquella Marcha de la Bronca?
•Sí, me acuerdo y me emociona, pero vean: van tomados de la mano y el destino parece no ser una Avenida principal.
-Observen como ríen, se gritan entre ellos y se les ve libres porque nadie les impone qué caminos transitar.
iiiEstán cambiando los caminos!!! Es una marcha desordenada pero cargada de un orden que no da órdenes.
-iiiEscucha Rosa!!! Hablan de proyectos políticos y muchos no se identifican con ningún grupo político en particular.
-Sí, Pedro, se los ve convencidos y totalmente decididos a ser ellos mismos ya.
•¿Llevan llaves?
•Sí, Mario, planifican abrir cerrojos y romper geriátricas estructuras.
•¡¡¡Están marchando en todo el Uruguay!!!
•La gente sale a las veredas y se contagia de tanta risa joven y de tan seguro caminar.
-Qué bueno está todo esto, ¿no les parece?
-Sí, Natalia. No llevan nuestras figuras, pero sí nuestras ideas, nuestras formas de pensar y de actuar.
-Vean cómo se suman nuestros familiares, nuestros amigos, van inmersos en un río de voces, de cantos, de abrazos, de gritos, de alaridos, de felicidad y de futuro. No dan nada por perdido. Van sembrando cada pedazo de tierra sabiendo que el fruto habrá de llegar.
-Hablan de transgredir, de revolucionar y no solo transcurrir.
Les digo a mis muertos y desaparecidos queridos: que nos pondremos a caminar un camino nuevo, sabiendo de costos y precios políticos que inútilmente nos pretenderán cobrar.
Queremos existir diferentes, para seguir peleando también algún día, junto a ustedes en ESE LUGAR.
Ruben Bouvier

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