lunes, 11 de enero de 2010

Carta en el día de Martin Luther King contra el abuso de Derechos Humanos tras golpe de Estado en Honduras

Los abajo firmantes—organizaciones de trabajadores, artistas, intelectuales, veteranos, activistas, abogados, lideres ecumenicos, y organizadores comunitarios—condenamos en los más fuertes términos las atrocidades y violaciones a los derechos humano perpetrados contra el pueblo hondureño desde el golpe militar del 28 de junio 2009. Organizaciones de derechos humanos diariamente reportan represión estatal, desde violaciones sexuales hasta asesinatos cometidos contra miembros de la resistencia pacífica, cuya meta es restaurar el orden constitucional y promover la creación de una sociedad más justa.

Estos abusos llevados a cabo por el Estado Hondureño violan casi todos los artículos de la Convención Americana Sobre Derechos Humanos, de la cual Honduras es firmante, comenzando con la ruptura del orden constitucional y resultando en miles de violaciones de los derechos de la ciudadanía. Como ha sido reconocido por la Comisión Interamericana Sobre Derechos Humanos y documentado ampliamente por el Comité de Familiares De Detenidos Desaparecidos En Honduras (COFADEH), el régimen inaugurado por el golpe ha demostrado predeterminada violencia desatada para acallar la resistencia, incluyendo:

Encarcelamientos masivos en condiciones infra humanas
Represión forzosa de asamblea y de movilidad de la población
Establecimiento de toque de queda y suspensión de derechos constitucionales
Violaciones sexuales individuales y en grupo
Asesinatos selectivos
Censura de prensa por medio de amenazas y asesinatos de periodistas, interrupciones de energía eléctrica a medios de difusión, confiscación de equipo, y clausura de estaciones de radio y televisión anti-golpistas
Tortura
Desapariciones y secuestros
Guerra sicológica
Impunidad a los perpetradores de estos crímenes
Estos actos de violencia han sido llevados a cabo por la policía y las fuerzas armadas, pero también ha habido un incremento alarmante de paramilitares. Las Naciones Unidas reportaron que unos 40 miembros de las Fuerzas Unidas De Autodefensa De Colombia—la organización terrorista (designada como tal por el Departamento De Estado de los EE.UU) más numerosa de América Latina—han sido empleados por terratenientes hondureños. Un número creciente de asesinatos y secuestros vienen siendo llevados a cabo por individuos no identificados.

La represión se ha ensañado en particular contra la clase obrera y contra grupos marginalizados tales como comunidades indígenas, campesinos, y comunidades afro-hondureñas. La comunidad de preferencias sexuales no tradicionales ha perdido a uno de su jóvenes líderes, Walter Trochez, de 27 años, baleado por asaltantes enmascarados el 13 de diciembre. El asesinato de Trochez es el décimo-sexto sufrido por la comunidad de preferencias sexuales no tradicionales desde el derrocamiento de Zelaya.

El 11 de diciembre el cuerpo de Santos Corrales García apareció decapitado en las afueras de Tegucigalpa. García era un líder local de la resistencia pacífica quien había sido detenido seis días antes por miembros de la División Nacional De Investigaciones Criminales fuertemente armados. Su cuerpo mostraba señas de tortura, lo cual indica una campaña de una guerra de baja intensidad para crear miedo colectivo, como lo ha indicado el activista de derechos humanos Andrés Pavon.

La violencia contra las mujeres también ha escalado acentuadamente. El diario estadounidense Monitor De La Ciencia Cristiana expresó: “Desde agosto, grupos femeninos en Honduras han documentado 249 casos de violación de los derechos humanos de la mujer, incluyendo 23 casos de golpizas y asaltos sexuales, y 7 violaciones sexuales colectivas por policías, explícitamente castigando a mujeres por su participación en manifestaciones. El número de femicidios—el asesinato de mujeres por el hecho de ser mujeres—se ha triplicado desde el golpe, con 51 casos reportados en el mes de julio solamente.”

En medio de todo lo antecedente el régimen celebró elecciones el 29 de noviembre, resultando en la “victoria” de Pepe Lobo del Partido Nacional. El agudo incremento de la brutalidad desde las elecciones indica que estas elecciones han empeorado la situación de los derechos humanos en Honduras, ya que poderosos gobiernos en el hemisferio tales como los Estados Unidos, Canadá y Colombia han usado el sufragio para legitimar el golpe. Ferviente defensor del derroque de Zelaya, Lobo ya está trabajando para obtener amnistía general para los golpistas.

Aquellos gobiernos que mantienen relaciones con Honduras, particularmente Estados Unidos, deben considerar lo arriba descrito completamente inaceptable, y responder de acuerdo a las leyes nacionales e internacionales. La carencia de condena del golpe por sus miles de abusos a los derechos humanos demuestra capitulación ante el mismo, sus tácticas represivas, y su impacto sobre la sociedad hondureña y la democracia. Guardar silencio significa apoyar el uso de represión militar contra
una población desarmada, y promover este modelo de represión hacia el futuro.

Es el imperativo moral de la comunidad internacional demandar el inmediato cese de la brutalidad en Honduras, y que los derechos humanos de todos los ciudadanos—particularmente aquellos envueltos en actividades políticas—sean respetados incondicionalmente.

Firmado por:

Noam Chomsky, Professor of Linguistics
Aviva Chomsky, Professor of History
National Committee in Solidarity with the Honduran People
Brooklyn For Peace
The Americas Program
National Lawyers Guild
Office of the Americas
Chicago Religious Leadership Network on Latin America
School of the Americas Watch
Nonviolence International
Polo Democratico Alternativo-NYC
Hondurans for Democracy
Atlantic Regional Solidarity Network
Americans Who Tell the Truth
Binghamton, New York-El Charcon Sister City Project
The Network of US-El Salvador Sister Cities
Cambridge, MA-El Salvador Sister City Project
Friends of Chilama- a US-El Salvador Sister City
Grassroots International
Wellington Zapatista Solidarity Committe, New Zealand
Alliance for Global Justice
British Columbia Teachers’ Federation
Nicaragua Network
Other Worlds
Campaign for Labor Rights
Venezuela Solidarity Campaign
La Voz de los de Abajo
Rights Action
Boston May Day Coalition
Proyecto Hondureño
Chicago-Cinquera Sister Cities
Maryknoll Office for Global Concerns
US Peace Council
SweatFree Communities
InterReligious Task Force on Central America
The Quixote Center
Mass Global Action
Boston Liberation Health Group
United for Justice with Peace, the Greater Boston coalition
Trade Justice New York Metro
Somerville/Medford United for Justice with Peace
Maine Organic Farmers' and Gardeners' Association
Greater Boston Stop the Wars Coalition
8th Day Center for Justice
Boston Democratic Socialists of America
Davis Religious Community for Sanctuary
Centro Presente
Georgia Peace & Justice Coalition/Atlanta
Fredericton Peace Coalition
U.S. Labor Education in the Americas Program

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