El juzgado federal 2 de Santa Fe y el propio EAAF precisaron que los restos estaban “cubiertos de cal y con evidencia balística asociada a los mismos”, dato que permite inducir que allí mismo se habrían realizado las ejecuciones. “Este hallazgo deja en evidencia el accionar de otra metodología, sin precedentes hasta ahora, del terrorismo de Estado”, agrega el informe. También destaca que “es la primera vez que se localizan inhumaciones clandestinas en un predio perteneciente al Ejército”.
El trabajo de los antropólogos en el sur de Santa Fe comenzó en 2007, en el marco de una causa judicial impulsada por organismos y por la Casa de los Derechos Humanos de la provincia. Hasta septiembre pasado, cuando el antropólogo Juan Nobile presentó ante el Tribunal Oral Federal 1 un informe detallado sobre ejecuciones, exhumaciones e identificaciones en el sur de Santa Fe, “Campo San Pedro” figuraba entre los predios en los cuales se habían realizados excavaciones con resultados negativos.
La primera denuncia sobre enterramientos en “Campo San Pedro”, que tiene más de cien hectáreas, data de 1984 y se realizó ante la Comisión Nacional de Desaparición de Personas (Conadep). Reiteró y amplió el dato el año pasado el ahora condenado Eduardo “Tucu” Constanzo, personal civil de inteligencia del Ejército. “Hubo veintisiete detenidos políticos que, me comentaron, fueron trasladados al campo que tenía el coronel Juan Orlando Rolón (ex jefe del área militar 212, fallecido) en la zona de Laguna Paiva. Ahí los enterraron”, declaró Constanzo en septiembre. El dato se lo transmitió al ex agente de policía ya fallecido Hugo Cardozo. “Vino a mi casa y me dijo que a esos 27 los llevaron a la estancia de Rolón”, dijo Constanzo. “Hasta que no se produzca una identificación de los restos no vamos a saber si esto es así o no. Si se identifica a una de las personas del traslado del que habló Constanzo y es una de esas personas que trasladaron desde La Calamita, ahí estaríamos aportando una prueba científica para fundar el testimonio”, explicó ayer Miguel Nieva, del EAAF.
Luego de dos años de “excavaciones, relevamiento del terreno y análisis de distintas fuentes documentales, y como resultado del plan de trabajo continuo y sistemático de exploración intensiva realizado en un predio de más de cien hectáreas por el Equipo Argentino de Antropología Forense, el miércoles 9 de junio se produjo el hallazgo de una fosa común, en cuyo interior se hallaron restos humanos de varias personas, cubiertos con cal y evidencia balística asociada a los mismos”, precisa el informe.
Según el documento incorporado a la causa por el EAAF, con las firmas de los antropólogos Nobile y Nieva, luego de encontrar “manchas blancas” de óxido de calcio (léase cal) se procedió a excavar con técnicas de arqueología y se encontraron “restos de miembros inferiores (fémur, rótula, tibia, peroné, calcáneo y astrágalo) correspondientes a una persona adulta joven”, dato que permite concluir que “se ha producido al menos una inhumación clandestina de restos humanos”.
El informe del juzgado y del EAAF indica que “se han iniciado las tareas tendientes a lograr la identificación de los restos encontrados, sin perjuicio de lo cual cabe señalar que el hallazgo mencionado no da por terminadas las tareas de prospección y búsqueda, restando todavía explorar una gran superficie del terreno”. Las tareas de los antropólogos “se llevan adelante gracias al apoyo de la Corte Suprema de Justicia, el Consejo de la Magistratura y el Juzgado Federal 2”, destaca el documento, y agrega que “también fue indispensable el apoyo de organismos de derechos humanos (Asociación para la Reconstrucción Histórica Argentina, entre otros) y la valiosa colaboración de personas que aportaron, desinteresadamente, datos que nos llevaron a cumplir con los objetivos de esta investigación”.
El trabajo de los antropólogos en el sur de Santa Fe comenzó en 2007, en el marco de una causa judicial impulsada por organismos y por la Casa de los Derechos Humanos de la provincia. Hasta septiembre pasado, cuando el antropólogo Juan Nobile presentó ante el Tribunal Oral Federal 1 un informe detallado sobre ejecuciones, exhumaciones e identificaciones en el sur de Santa Fe, “Campo San Pedro” figuraba entre los predios en los cuales se habían realizados excavaciones con resultados negativos.
La primera denuncia sobre enterramientos en “Campo San Pedro”, que tiene más de cien hectáreas, data de 1984 y se realizó ante la Comisión Nacional de Desaparición de Personas (Conadep). Reiteró y amplió el dato el año pasado el ahora condenado Eduardo “Tucu” Constanzo, personal civil de inteligencia del Ejército. “Hubo veintisiete detenidos políticos que, me comentaron, fueron trasladados al campo que tenía el coronel Juan Orlando Rolón (ex jefe del área militar 212, fallecido) en la zona de Laguna Paiva. Ahí los enterraron”, declaró Constanzo en septiembre. El dato se lo transmitió al ex agente de policía ya fallecido Hugo Cardozo. “Vino a mi casa y me dijo que a esos 27 los llevaron a la estancia de Rolón”, dijo Constanzo. “Hasta que no se produzca una identificación de los restos no vamos a saber si esto es así o no. Si se identifica a una de las personas del traslado del que habló Constanzo y es una de esas personas que trasladaron desde La Calamita, ahí estaríamos aportando una prueba científica para fundar el testimonio”, explicó ayer Miguel Nieva, del EAAF.
Luego de dos años de “excavaciones, relevamiento del terreno y análisis de distintas fuentes documentales, y como resultado del plan de trabajo continuo y sistemático de exploración intensiva realizado en un predio de más de cien hectáreas por el Equipo Argentino de Antropología Forense, el miércoles 9 de junio se produjo el hallazgo de una fosa común, en cuyo interior se hallaron restos humanos de varias personas, cubiertos con cal y evidencia balística asociada a los mismos”, precisa el informe.
Según el documento incorporado a la causa por el EAAF, con las firmas de los antropólogos Nobile y Nieva, luego de encontrar “manchas blancas” de óxido de calcio (léase cal) se procedió a excavar con técnicas de arqueología y se encontraron “restos de miembros inferiores (fémur, rótula, tibia, peroné, calcáneo y astrágalo) correspondientes a una persona adulta joven”, dato que permite concluir que “se ha producido al menos una inhumación clandestina de restos humanos”.
El informe del juzgado y del EAAF indica que “se han iniciado las tareas tendientes a lograr la identificación de los restos encontrados, sin perjuicio de lo cual cabe señalar que el hallazgo mencionado no da por terminadas las tareas de prospección y búsqueda, restando todavía explorar una gran superficie del terreno”. Las tareas de los antropólogos “se llevan adelante gracias al apoyo de la Corte Suprema de Justicia, el Consejo de la Magistratura y el Juzgado Federal 2”, destaca el documento, y agrega que “también fue indispensable el apoyo de organismos de derechos humanos (Asociación para la Reconstrucción Histórica Argentina, entre otros) y la valiosa colaboración de personas que aportaron, desinteresadamente, datos que nos llevaron a cumplir con los objetivos de esta investigación”.
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