Honduras: Desaparecen a miembro de la resistencia en Tela, Atlántida

Basta ya . Respeten la vida.

El joven Oslin Obando Cáceres (22), permanece desaparecido desde el domingo 13 de junio y sus familiares temen que su vida corra grave riesgo, pues hace tres semanas un hombre amenazó a muerte a su padre Eliodoro Cáceres, coordinador del Frente Nacional de Resistencia, en Tela, Atlántida, según denunció este último.

Oslin Cáceres Obando se dedica a trabajar en un taxi, sus familiares perdieron comunicación con él desde las 4:30 de la tarde del domingo y no han vuelto a saber de su paradero, por lo que interpusieron la denuncia en el Ministerio Público de la zona, ayer lunes 14 de junio.

El taxi apareció abandonado ese mismo domingo alrededor de las 6:30 de la tarde, en la comunidad de Los Cedros, por lo que se aumentan las sospechas de que le haya ocurrido un grave daño a su integridad física.

Después del desaparecimiento, la familia ha recibido dos llamadas falsas, una de ellas en las que una persona les manifestó que se encontraba en el hospital de Tela y otra en que se indicaba que estaba muerto en la Comunidad de Las Palmas, hasta donde algunos familiares fueron a verificar, pero no era cierto.

Tanto Oslin como su padre Eliodoro son miembros activos de la resistencia desde el mismo día del golpe de Estado, el 28 de junio de 2009.

“Recibí una llamada hace unas tres semanas donde un hombre a través de mi celular amenazó diciendo que me iban a matar a mí o a mi familia”, dijo a defensoresenlinea.com el progenitor del afectado.

En los últimos días la represión contra los miembros del Frente Nacional de Resistencia Popular, FNRP, va en aumento. Hace dos semanas Juan Ramón Flores miembro de la resistencia en Comayagua, fue secuestrado por hombres armados y encapuchados que lo sacaron por la fuerza de un taller donde se encontraba y lo llevaron a un lugar solitario donde le amenazaron con matarlo, al final logró salir con vida, dada la alarma a nivel nacional sobre su secuestro.

El 04 de junio el carro que conducía la profesora Carolina Pineda, fiscal del Colegio de Profesores de Educación Media de Honduras, COPEMH, sufrió un sabotaje y una de las llantas salió disparada del vehículo, ese acto no logró el objetivo de provocarle la muerte, acciones que continuaron el 10 de junio cuando hombres armados la persiguieron y dispararon contra el mismo auto, con la intención de que detuviera la marcha, ella logró escapar otra vez de las garras de la muerte.

El sábado 12 de junio, hombres armados dispararon contra el dirigente sindical y miembro de la resistencia, José Luís Baquedano, después de darle seguimiento en un microbús y cuando estaba a corta distancia les dispararon varias veces, el sindicalista logró desviarse de la carretera y escapar al ataque junto a su familia, la cual transportaba en su vehículo a un lugar a la salida al oriente del país.

Policías de la Preventiva pretendieron detener a Sergio Rivera, miembro del COPEMH y activo en la resistencia. Un guardia de seguridad llamó a los policías y les dijo que allí estaba el docente y que era miembro de la resistencia, los gritos del mentor quien tomó el teléfono para denunciar en Radio Globo la acción, logró provocar alarma y evitar l detención ilegal.

Otros dirigentes como Carlos H. Reyes y Porfirio Ponce, del Sindicato de Trabajadores de la Industria de Bebidas y Similares, STIBYS, así como Jaime Rodríguez, presidente del COPEMH, entre otros, han sido víctimas de amenazas constantes.

Pero han ocurrido actos fatales contra la vida de otras personas que han estado participando en acciones contra el golpe de Estado, tal es el caso del profesor Manuel Flores, quien fue asesinado el 23 de marzo, en el Instituto San José del Pedregal, hasta donde llegaron los asesinos a darle muerte.

Todas estas acciones de violencia contra los miembros del Frente Nacional de Resistencia Popular, se han incrementado a pocos días de que se celebren diferentes acciones en el marco de la condena al golpe de Estado, a un año de la acción contra la institucionalidad del país.

La inseguridad se incrementó contra la vida de los miembros del FNRP, desde la llegada del actual régimen, cuyo Ministro de Seguridad, Oscar Álvarez, desde su llegada al puesto manifestó que la resistencia no tenía razón de ser y por lo tanto había que desmantelarla.