martes, 24 de mayo de 2011

"Las protestas ponen de manifiesto la derrota política de la ocupación”- Entrevista a Asma al-Haidari, activista iraquí

Santiago Alba, Pedro Rojo y Paloma Valverde
Manifestación en Iraq
"Después de ocho años de ocupación creo firmemente en la resistencia armada y creo con igual firmeza que la resistencia pacífica es un arma de la resistencia armada y que ambas funcionan en Iraq y que lo seguirán haciendo. Creo sin lugar a dudas que Iraq será liberado muy pronto del desastre y de la catástrofe que es hoy por la combinación de ambas formas de resistencias: ambas resistencias son extensiones la una de la otra.”
La noticia que más debía habernos impresionado, la más esperanzadora y estimulante, la más digna de admiración, aquella de la que deberían haberse ocupado todos los medios de comunicación o, al menos, los medios alternativos, ha pasado en cambio prácticamente desapercibida. En el vórtice de los levantamientos árabes, mientras Túnez, Egipto, Libia, Siria, BRrein, Jordania, Marruecos, Argelia, Yemen, cada uno a su manera y con diferentes resultados, trataban de derribar sus dictaduras, el pueblo de Iraq no se mantenía agachado o en silencio llorando su aflicción. Tras los casi 13 años de bloqueo económico que ocasionaron más de un millón de muertos, ocho años después de una invasión y ocupación que prolonga e intensifica la matanza provocada por las Sanciones impuestas por Naciones Unidas, con cifras de víctimas inasimilables para la imaginación, con millones de refugiados, de huérfanos y viudas, en un país meticulosa y sistemáticamente destruido por las fuerzas anglo-estadounidenses y las milicias colaboracionistas, en la situación más adversa, afrontando la cotidianidad más dura, desafiando la represión más severa, sufriendo asesinatos selectivos todos los días del año, los jóvenes iraquíes, al margen de filiaciones religiosas, sin distinción de partidos o tribus, se sumaron el 25 de febrero a las revoluciones árabes demandando el fin de la ocupación, denunciando la corrupción e ilegitimidad del gobierno de al-Maliki y reclamando democracia y soberanía. Desde entonces, el Frente Popular de Liberación de Iraq no ha dejado de organizar manifestaciones cada viernes en Hawiya, Nasriya, Kirkuk, Basora, Mosul y Bagdad, entre otras muchas ciudades. Muy pocos se han ocupado de ese impulso de portentosa dignidad y casi todos han ignorado las decenas de "mártires" asesinados en las protestas. Iraq no sólo existe, Iraq resiste; se subleva contra los que querrían destruir el país o dividirlo. De todo ello hemos hablado con Asma al-Haidari, activista iraquí que, desde Jordania, participa decisivamente en la coordinación de la revolución de Iraq [1].
Bagdad Protestas
IraqSolidaridad/Rebelión [P]: Usted es iraquí pero vive en Amán, ¿cuál es el motivo? ¿Cómo es su vida cotidiana en Jordania?
Asma al-Haidari [R]: Sí, vivo en Amán. Salí de Bagdad y llegué a Amán en1997, tras comprender que se iban a producir hechos muy graves en Iraq. A finales de 1990 yo había regresado a Bagdad desde Londres, ciudad en la que me hice consciente de que estadounidenses y británicos estaban pergeñando planes contra Iraq y decidí que tenía que estar en mi país cuando esto ocurriera porque habría muchísimo que hacer.

En ese período (desde octubre de 1990 hasta agosto de 1997) viví sola en Bagdad, ya que toda mi familia estaba en Occidente, y me dediqué a ayudar a las familias desfavorecidas. Empleaba a jóvenes licenciados en mi taller de diseño y los convencía que de no debían abandonar el país; que debían quedarse para reconstruir lo que los estadounidenses y sus aliados iban a destruir.
Estados Unidos planeó con plena intencionalidad erradicar nuestra cultura, hábitos y tradiciones, nuestras capacidades y nuestra historia, por lo que claramente su intención era que personas con formación académica abandonáramos el país. Sin embargo, yo me negué a que me echaran de mi país en un momento en el que todos y cada uno de nosotros hacíamos falta en Iraq.
Sin embargo, cuando en 1997 tuve que abandonar Iraq, supe que Jordania era el mejor lugar para ir. Sabía que gente como yo vendría aquí y podríamos trabajar juntos por Iraq. Y así ocurrió, tal y como lo había deseado. Los diversos grupos de iraquíes con los que contacté, tanto aquí como los que estaban en el extranjero, tenían las mismas ideas patrióticas. Todos procedíamos de diferentes culturas pero todos teníamos los mismos objetivos y las mismas esperanzas.
Respecto a mi vida cotidiana en Jordania, les diré que paso la mayor parte del día trabajando por Iraq, tanto en lo político como en lo relativo a los Derechos Humanos. Trabajo en la ayuda a los refugiados iraquíes. Como según las leyes jordanas los iraquíes no tenemos derecho a crear organizaciones humanitarias ni médicas, hemos organizado redes sociales no formales que se ocupan de suministrar ayuda médico-sanitaria y de otra índole (ropa, comida, material escolar, y de cualquier otro tipo) a las familias económicamente más desfavorecidas para intentar solucionar los problemas a los que se enfrentan los refugiados iraquíes. Del mismo modo, me relaciono estrechamente con las corrientes patrióticas iraquíes del campo antiocupación así como con organizaciones y personalidades –tanto árabes como occidentales– que trabajan por Iraq. Cuando hay una campaña en marcha puedo llegar a relacionarme hasta con 500 personas al día. Además, desde el 25 de febrero que empezó la revolución iraquí, colaboro estrechamente con los Jóvenes de la Gran Revolución de Iraq y con los grupos afines y me ocupo de difundir en inglés la información que generan.
Así que mí día a día son 20 horas de trabajo los siete días de la semana, lo que en términos prácticos significa ¡que soy la que tapa los agujeros allá donde se necesita!
P: ¿Qué relación mantiene con su país?
-La relación que tengo con Iraq es muy cercana. Estoy en contacto permanente, tanto por teléfono como a través de Internet, con iraqués del interior
P:¿Cómo es la vida de los iraquíes exiliados en países árabes? ¿Reciben el apoyo de los gobiernos de los países de acogida o están marginados?

-Personalmente creo que esos países, en particular Jordania y Siria, han sido muy solidarios… hasta el extremo de aceptarnos. Además, no son países ricos pero han compartido con nosotros sus recursos, nos han dado cobijo frente al asesinato y la limpieza étnica. Especialmente Siria que desde el primer día escolarizó a nuestros hijos y nos dio la bienvenida sin condiciones. En Jordania el caso es algo distinto. Nuestros hijos no pueden ir a las escuelas públicas hasta que no se reciben los fondos de Naciones Unidas y de los países donantes destinados a ese fin. No obstante, he de decir que han sido amables y han permitido a los iraquíes quedarse aquí sin un permiso de residencia permanente. Las leyes jordanas tampoco permiten la contratación de refugiados, sin embargo las autoridades miran para otro lado cuando se contrata a refugiados.
P: Existe algún programa específico de ayuda a los refugiados iraquíes en Jordania? ¿Cómo se integran los niños iraquíes en el sistema educativo jordano?

-Desgraciadamente hay demasiados programas –demasiados–, que podríamos denominar “de ayuda a los refugiados iraquíes”, establecidos por ACNUR y organizaciones internacionales específicas —financiadas por ACNUR—, cuya finalidad es debilitar la personalidad y el carácter iraquí y que todos los refugiados mantengan un perfil político bajo, por lo que el problema de los refugiados iraquíes no es solo humanitario sino también político.

Todas las organizaciones de ayuda, llámense como se llamen, quieren repatriar a los iraquíes a cualquier lugar, especialmente a Estados Unidos, y todas, incluido ACNUR, están recopilando datos para las organizaciones estadounidenses. Un gran número de iraquíes patriotas, entre los que me incluyo, considera que todo el sistema de ayuda es siniestro, peligroso y negativo. Estas organizaciones, todas, –ni que decir tiene que son bastante corruptas– destinan la mayor parte de los fondos de ayuda a sus burocracias y a que sus lugares de trabajo sean muy confortables, lo que hace que para la ayuda a los refugiados se destine una parte insignificante de los fondos.
Con esto creo que ya he contestado a la segunda parte de la pregunta sobre la educación. Desde hace tres años, nuestros niños están integrados en el sistema educativo jordano, pero en Siria estuvieron integrados desde el primer momento.
[leer más]
http://www.iraqsolidaridad.org/2011/docs/Asma.html






























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