viernes, 7 de octubre de 2011

Ecuador: La clase obrera y los campesinos deben asumir la dirección del campo popular

.Pronunciamiento del MIR de Ecuador

A derrotar la represión y el terror de la dictadura capitalista

"Es mayor la traición, cuando se la hace en nombre de la conciencia de clase de los trabajadores y sus principios revolucionarios y cuando se recurre al chantaje para obligar a los sindicatos a renunciar a sus derecho, en nombre de la Táctica".

Para los trabajadores ha sido un fisasco el resultado de la Revolución Ciudadana de la pequeña burguesía al servcio del gran capital; las instituciones estatales y el viejo poder de terratenientes, banqueros, industriales y grandes capitalistas, se encuentra de luna de miel; al tiempo que están a la orden del día los escándalos, las denuncias de corrupción y negociados; la represión, persecución y enjuiciamiento a los trabajadores. Las leyes aprobadas son la prueba patente de la dictadura de  una minoría sobre la inmensa mayoría del pueblo
Pero en la crisis, la lucha por el botín del Estado entre los nuevos patrones y los beneficiarios del viejo régimen oligárquico, revela la magnitud de la misma y la manera en que el régimen y la reacción burguesa definden al unísono sus intereses y los del imperialismo yanki
Los partidos de la vieja izquierda copados por una capa burguesa de orientación socialdemócrata, defienden tesis liberal-burguesas y desarman la movilización del movimiento sindical, campesino y popular; a cambio de empleos. Sin la condescendencia de los partidos reformistas de izquierda, la dictadura capitalista no podría ocultar la opresión y explotación. Los militantes de izquierda, que ejercen funciones públicas dentro del Estado y en la dirección del partido, controlan las decisiones del mismo y de las organizaciones de masas, para defender sus intereses personales
En la sociedad capitalista, el despotismo y autoritarismo de los funcionarios del Estado, se transforma en terror que hace sucumbir a la sociedad. Desde que el Estado ecuatoriano aceptó ser parte del Plan Colombia, la frontera es controlada por los paramilitares y las bandas de la mafia; las acciones de limpieza social parecen política oficial. La policía, asalariados urbanos y rurales, realizan ejecuciones extrajudiciales en los barrios populares, con el objetivo de desmovilizar a las organizaciones de los trabajadores del campo y la ciudad mediante el terror social.

Bajo el actual gobierno todo se desnacionaliza, lo revelan la reforma a la ley de hidrocarburos y la escandalosa venta de la empresa azucarera ECUDOS a un consorcio de la oligarquía peruana y un socio de los Isaías. El parlamento aprueba leyes que atacan al salario y las conquistas del pueblo, para beneficiar a los patrones. Se encarecen los bienes y servicios para los trabajadores, aumenta el número de niños y jóvenes marginados de la educación.
El desempleo ha lanzado a las calles a la clase media baja y media, que exige escuelas y atención de la salud pública. Crece la desesperación del pueblo por el alto costo de la vida, la inseguridad y la carencia de derechos; la respuesta gubernamental es militarizar al país y reformar las leyes penales.
En medio de esta situación, diversos nucleamientos que se hacen llamar de izquierda coquetean con los campesinos-indígenas y los trabajadores, con la propuesta de un "frente opositor" al gobierno. Los trabajadores deben tener presente en este contexto: ir a un Frente Amplio para marchar a las elecciones, es aceptar convertir a la política parlamentaria que es una forma inferior de lucha de los trabajadores, en objetivo principal y superior para la unidad del campo popular.
Nosotros defendemos la tesis del Frente Amplio como camino de unidad, posible y real si se lo orienta a reforzarlas posiciones clasistas y revolucionarias de los trabajadores un frente de denuncia, agitación y movilización de las masas, externo a la política liberal de la burguesía. Un frente para llevar adelante la lucha del pueblo por sus derechos y reivindicaciones para consolidar la influencia y dirección de los trabajadores sobre las masas del campo y la ciudad. Un frente que logre independizar Ia organización popular de la influencia liberal-conservadora de la burguesía y que aísle a las corrientes colaboracionistas responsables de la política anti obrera y antipopular de este gobierno.
Nadie puede ni debe olvidar que fueron los mismos promotores del actual frente de "izquierda", los que trabajaron para reforzar al Estado capitalista, organizando a la clase media bajo tesis socialdemócratas; que fueron ellos quienes sostuvieron al gobierno del hambre y encabezaron el desarme del pueblo y la militarización del país; fueron ellos los que preconizaron el ideal de la "revolución en paz", de la "economía solidaria", de la sociedad de "propietarios y productores" y los "actos revolucionarios de los trabajadores".
Las capas bajas de la clase media afectadas por la política anti obrera del régimen, han iniciado la protesta. Venciendo la desunión y confusión, ya se ven las primeras movilizaciones de trabajadores que se levantan contra la política de desempleo y la rebaja de salarios por este gobierno, contra los despidos indiscriminados, contra las renuncias obligatorias, contra la política de saqueo de los fondos del IESS; contra el proyecto de la escuela elitista excluyente, anticientífica y sujeta al dogma neoliberal.
El gobierno agota día a día su discurso, lo cual genera falta de credibilidad y desconfianza entre la clase dominante; mientras crece la descomposición social cuya expresión más alta es el bandidismo. Por eso los encuentros y convenciones populares declaran la abierta oposición al régimen con movilización social.
Los trabajadores del campo y de la ciudad ante la política de hambre, desempleo y represión, tienen como único camino la movilización; es en medio de esta que se cocina la unidad proletaria; la movilización permitirá a la clase obrera y a los campesinos asumir la dirección del campo popular. Los proletarios deben tomar la iniciativa, aislar y expulsar a los traidores, y levantar la lucha por el pan, el trabajo y la vida. Solo Ia unidad de la clase obrera y su lucha encabezando al pueblo, puede hacer realidad las aspiraciones y derechos de todos los ecuatorianos pobres y explotados.
No es aislada la política del gobierno ecuatoriano, es parte del coro de todos Ios gobiernos capitalistas, la fórmula de salvación de la crisis ideada por los imperialistas. La burguesía mundial ha declarado la guerra a los trabajadores y a los pueblos pobres del mundo.
Los imperialistas y la burguesía ya no pueden ocultar la crisis y el derrumbe de la economía, el hambre ha llegado ya al 25o/o de la población infantil de Estados Unidos; el euro se defiende sosteniendo con préstamos a la quebrada economía de Grecia. Entretanto Ios imperialistas continúan con la guerra, como único instrumento anti crisis. En Libia las hordas criminales de la OTAN asesinan a cientos de internacionalistas y los gobiernos títeres de Irak, Afganistán y Libia se hunden en el fango.
Compañeros trabajadores, la historia demanda en esta hora luchar por los derechos sindicales, económicos, políticos y sociales de todo el pueblo trabajador.
¡Abajo el alto costo de la vida!
¡Pan, trabajo y empleo!
¡A luchar contra la dictadura de los capitalistas!
Con la fuerza de los trabajadores romper las leyes de los explotadores.
Organizarse es comenzar a vencer
Lucha a muerte Por una Patria nueva
.Movimiento de Izquierda Revolucionaria - MIR

Septiembre 2011






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