sábado, 29 de octubre de 2011

Una semejanza asombrosa - Paraguay: 1864 - 1870 / Libia: 2011

-Celso Aurelio Brizuela
Muchos de vosotros os preguntaréis a qué viene el título de esta crónica de nuestro tiempo; y no creo descabellada la semejanza y las circunstancias de ambos acaeceres.
En 1864, los López habían puesto al Paraguay en la cabeza de las naciones prósperas y estables del continente. Los Estados Unidos, recién habían salido de una atroz guerra civil que no terminó de abolir la esclavitud y había entrado en la “revolución industrial” asesinando a sus aborígenes para abrir paso a la colonización del oeste, robando a México 50 % de su territorio.

Argentina y Brasil seguían masacrando indígenas, manteniendo la esclavitud y, la primer sumida en guerras civiles entre federalistas y centralistas mientras que el Brasil esclavócrata seguía manteniendo una monarquía feudal de fazendeiros, coronéis y otros parásitos capitalistas dependientes ambos de las limosnas usurarias de la banca Baring Brothers y de la reina Victoria.
Paraguay en cambio ―gracias a la férrea honestidad del Dr. Francia, dictador incorruptible no rendido a las mieles del imerio británico―, pudo tener telégrafo, ferrocarril, escuelas por doquier, trabajo, soberanía alimentaria, territorial y metalúrgica… sin deudas usurarias, además de abolir la trata de esclavos y con una estabilidad política envidiable y cero analfabetismo.
Obviamente la envidia de las clases oligárquicas de las naciones vecinas no demoró en calumniar a Francia y los López incluyéndolos en el bestiario mediático teledirigido desde Londres, como lo sabéis. ¡Mala prensa y sobre todo, sospechas de deseos expansionistas y “desestabilizadores de la región del Plata”. ¿No os resulta similar al trato dado a Khadaffi?
Pues el pecado de este dictador es innegable que lo fue―, ha sido nacionalizar los recursos de su país en beneficio del pueblo libio, en forma de servicios gratuitos de agua, energía, educación, salud, viviendas y subsidio de 50.000 dólares a las parejas casaderas y becas a estudiantes en el extranjero, logrando un envidiable (y envidiado, claro) estado de bienestar en su patria. Todo un estadista, honesto, austero y patriota. Tan austero que, aún disponiendo de palacios en Trípoli y Sirte, solía pernoctar en tiendas de campaña en pleno desierto, conviviendo con su pueblo; ese mismo pueblo que por defender a su caudillo fue masacrado por la siniestra OTAN y los Predator americanos sin tripulación.
¡Eso era un mal ejemplo para los Rothschild y su dictadura financiera! ¿Qué pasaría con la banca internacional especuladora y usurera, si los países siguieran el ejemplo de Libia?
Khadaffi ―aún siendo devoto musulmán―, liberó a la mujer libia de las odiosas discriminaciones a que son sometidas por los sauditas y otros reyezuelos liados y sirvientes incondicionales del imperio.
La mujer libia no estaba obligada a la burkha, al chador y esas horrendas vestimentas “clásicas” en otros países islámicos. Podía instruirse, ir a la universidad, conducir carros, helicópteros y aviones, formar parte del ejército o ser ama de casa a libre elección.
La ley la protegía de abusos masculinos y no podía ser “repudiada” sin causa justificada.
Pero negarse a ceder el oro libio y el control de su banco a los “Money masters” desató la ira de los sionistas. Es que el caudillo había levantado a su país sin deuda externa y con recursos propios. Libia aún no debe finezas al FMI, ni al BM ni al banco central europeo, ni aceptó el control de su moneda… y eso le costó la vida y la destrucción de su país bajo las bombas aliadas… igual que al Paraguay y al mariscal López.
¿Ahora entendéis la analogía?
También la guerra mediática es el prolegómeno de la destrucción anunciada de cualquier nación renuente a hincarse de rodillas ante los imperios de nuevo cuño y la banca sionista internacional que se cree dueña del mundo.
Los López contrataron técnicos, maestros, ingenieros para levantar a su país… sin deudas ni dádivas, al revés que sus vecinos y victimarios.
¿Qué le aguarda ahora a Libia? Probablemente los “rebeldes”, mercenarios contratados por la OTAN con dinero de los Rothschild entregarán el país a la rapiña de los aliados y desangrarán al pueblo libio en costosas guerras de ocupación, tal como en Iraq y Afganistán.
Pero la resistencia civil no se ha de demorar en hacérselas difícil a los ocupantes, por ahora dueños del petróleo y de las 479 toneladas de oro depositados en el banco central por Khadaffi, quien tenía en sus planes estratégicos la construcción de un río entubado de 489 kilómetros de largo, para hacer del desierto una región agrícola con autosuficiencia alimentaria pues sabía este estadista que el petróleo debía agotarse alguna vez y ya en previsión de tal contingencia buscaba dejar un legado a su pueblo, poniendo a su alcance los ricos depósitos subterráneos de agua dulce, el mayor tesoro libio… ahora en las garras de los buitres carroñeros de la OTAN.
En cuanto a Muhammar Khadaffi y a sus victimarios, la historia los juzgará, como también al falaz imperio mediático que lo satanizó.
Luque, Paraguay, 24 de octubre 2011.
http://www.alainet.org/active/50450&lang=es

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