viernes, 14 de octubre de 2011

TODO SE PAGA EN ESTA VIDA - Darío Botero Pérez

"Colombia es el país con más desplazados del mundo, junto con Sudán: 5,2 millones de personas desplazas forzadamente  (12) por la herramienta paramilitar y sus masacres, con la finalidad de ofertar las tierras así despojadas al gran latifundio y las multinacionales: el 40% del territorio colombiano está pedido en concesión por multinacionales mineras”. Colombia bañada en sangre a un año de Santos: cifras del Terror

Por Colectivo por la Paz con Justicia Social

(Subrayas y negrillas agregadas por DBP)
.Impostores desenmascarados

Todos los crímenes del furibismo son aterradores y "verdaderos positivos". Igualmente, todos los furibistas originarios son auténticos bandidos, aunque pretenden pasar como potencias morales a punta de histerismos, alharacas, hipocresía, clientelismo, corrupción, populismo, politiquería y represión, adobados con una inconmovible disposición para traicionar a la patria.

De ese lacayismo ante los inversionistas extranjeros hizo gala el dictador durante sus ocho años de desgobierno, como lo demuestra su insistencia en imponernos un ruinoso TLC con USA y con todas las metrópolis que le señalasen el grupo de los 20 (G-20) o cualquier agencia imperialista.
Para disfrazar sus felonías, hacen gala de la “neolengua” difundida por el erudito reaccionario, José Obdulio Gaviria Vélez, nuestro intocable (todavía) Montesinos colombiano, abogado defensor, en su época, de su primo Pablo Emilio Escobar Gaviria, y hermano de dos mafiosos reconocidos y privilegiados durante la dictadura de Uribe Vélez, su pariente, de quien fue asesor inconstitucional, conocedor de todos los secretos de estado y promotor de delitos que esperan salir a la luz pronto, pues el enfrentamiento entre las clases emergentes y los criollos “libertadores” es radical y cada día más desabrochado.
Si Santos no vence a los furibistas, éstos se encargarán de convertirnos en el país paria soñado por Alfonso López Michelsen, mucho antes de lo que el Neoliberalismo espera. Desde luego, la mortandad sería peor que la que estamos viviendo desde que Ospina Pérez ascendió a la presidencia en 1946. Reproduciría los métodos genocidas del psicópata Escobar.
A pesar de protagonizar tanto escándalo, todavía posan de auténticos, incuestionables, inimputables y únicos representantes de los “buenos”.
Para mantener su engaño, por todos los medios están resueltos a impedir que se examinen las conductas del gurú.
Sin embargo, el ambicioso personaje cada vez está más desenmascarado y desacreditado. Igual pasa con sus hijos, otros parientes y algunos privilegiados del sanedrín íntimo, como sus ministros. De hecho, sobre todos sus funcionarios, tanto como sobre los integrantes del Congreso, en particular sus presidentes, llueven acusaciones, y las evidencias de sus delitos son contundentes y de conocimiento público, tanto en el país como en el extranjero.
En el caso de los jerarcas del Congreso, es notable el contraste con las épocas en que Alberto Santofimio Botero, ahora condenado como autor intelectual del crimen de Luis Carlos Galán Sarmiento, fue infamado por atreverse a hacer contratos aprovechando su condición de presidente de la Cámara de Representantes.
De evitar los procesos penales contra Uribe depende la impunidad de quienes aún no han sido condenados y, sobre todo, de quienes tampoco han sido acusados por sus delitos o cuyos delitos aún no han sido destapados. Y son muchos.
Por eso, cada día recupera más prestigio Ernesto Samper Pizano, el protagonista del, supuestamente, “peor escándalo” vivido en Locombia, el del llamado proceso 8.000.
Para la relajada sociedad actual, desmoralizada por ocho años de corrupción sin límites, durante los cuales lo importante era sobrevivir agazapados para evitar caer como “falso positivo”, es increíble que los hipócritas moralistas acomodaticios, en ese entonces (1994-1998), se hayan mostrado tan ofendidos con las pilatunas de Samper, de modo que les dieron más publicidad que a otros incidentes históricos que salpican de corrupción nuestra vida republicana -calificándolos como menos graves o hasta de intrascendentes-, de los cuales son muestras conocidas casos como los siguientes:
■los crímenes y saqueos de Miguel Abadía Méndez, el de la masacre de las bananeras en 1928 y asesino del estudiante Bravo Pérez en 1929
■la entrega de Panamá a Teodoro Roosvelt por José Manuel Marroquín
■los chanchullos de su hijo Lorenzo; o los del “pollo” López, el hijo de Alfonso López Pumarejo, quien tuvo que renunciar a su segundo período presidencial por el escándalo de la Handel, protagonizado por su vástago; o los de Tom y Jerry, los retoños de Uribe con doña Lina
■la constitución aristocrática y espuria impuesta por el arbitrario Rafael Núñez, derogando la de Rionegro, tan respetable como la de 1991
■los magnicidios de Sucre, Rafael Uribe Uribe, Jorge Eliécer Gaitán, el comandante “papito” y tantos mártires más
■la enorme estafa de Dragacol, patrocinada por Hugo Escobar Sierra, un portento moral del conservatismo, como doña Berta Hernández, esposa de Mariano Ospina Pérez, autora de “El tábano”, cultivadora de orquídeas y ascendiente de narcotraficantes tanto como de algunos notables delfines o prohombres (incluidas algunas mujeres, desde luego)
■los delitos fundacionales de personajes como Antonio Nariño o Francisco Antonio Zea, tan aficionados al dinero ajeno.
.Mal de muchos
El delito de Samper consistió en recibir dineros de los mafiosos caleños (cartel o clan criminal y narcotraficante de los Rodríguez Orejuela o del Valle) para financiar su campaña presidencial.

A pesar del alboroto, para entonces tal financiación por parte de los nuevos ricos ya era costumbre. Pero, como correspondía a la hipocresía dominante entonces, se consideraba de mal gusto mencionarla en público. O sea, reconocer oficialmente su existencia, de la que también se lucraban los particulares vendiéndoles sus propiedades a los mafiosos a precios exorbitantes.
La penetración de las mafias en la política, valiéndose de sus enormes fortunas que les facilitaban su generosidad con los políticos tradicionales, se puede rastrear desde la dictadura civil de Misael Pastrana Borrero, que dio lugar a la famosa “bonanza marimbera” fundada en el cultivo de la rentablemente ilegalizada marihuana.
Pero, sobre todo, tal penetración es evidente desde que el “pollo” López, ya de presidente (como corresponde a un delfín ambicioso, sobre todo cuando es el primogénito de su familia), atendiendo las necesidades y los intereses de Pablo Escobar, hizo migas con las clases emergentes, abriéndole las puertas del palacio de Nariño a un personaje con fama de contrabandista y hábil politiquero de alto turmequé, Julio César Turbay Ayala.
El mismo “flemático” e inagotable enemigo de la patria, resuelto a cobrar venganza de los criollos descendientes de “libertadores” y monopolizadores del poder, nunca les perdonó que lo hubiesen afrentado forzando la ya mencionada renuncia de su padre a la presidencia en 1943.
Con tan siniestro propósito, conociendo bien las consecuencias de su ruinosa opción por el Imperio, también se destacó, conscientemente, como pionero obediente y diligente vendepatria al servicio del Neoliberalismo. Sus recetas las implementó con el cuento de la tecnocracia que suplantó a los economistas de la CEPAL, para poder engañar de frente a quienes había resuelto llevar a la bancarrota.
Al efecto nombró como ministro de hacienda a Rodrigo Botero, un personaje irresponsable, que todavía opina sobre políticas económicas pero niega ser la punta de lanza del Neoliberalismo en nuestra patria, algo que a otros los cautiva y enorgullece, como a Juan Carlos Echeverri, el ministro de hacienda nombrado por Juan Manuel Santos y agasajado por sus pares neoliberales.
Botero considera que no lo unta su papel de defensor de políticas traidoras de los intereses nacionales, y niega ser un neoliberal lacayo e incondicional. Arguye que sus apreciaciones son adoptadas libremente por los gobernantes, quienes las eligen entre otras alternativas, de modo que la responsabilidad es de ellos, no de sus asesores.
En cuanto al “pollo” -quien, contradiciendo el título de este texto, murió impune-, buscando apurar su venganza se alió con su primito banquero, el “águila” Jaime Michelsen Uribe, para destruir la industria nacional. En el contexto regional, ésta se destacaba. Inclusive, todavía en los 1970 en Ecuador nos llamaban la “potencia del Norte”, y pululaban los productos colombianos en sus mercados.
Había avanzado siguiendo la política de sustitución de importaciones que impulsó la CEPAL para los países latinoamericanos, antes de que el Neoliberalismo decidiera apoderarse aceleradamente del Mundo y acabar con cualquier competencia nacional en sus países víctimas, expropiándolos de su infraestructura productiva y quebrando a los empresarios que no aceptasen subordinarse.
Los terribles primos lograron su macabro propósito mediante maniobras especulativas en la bolsa, tanto como financieras, aplicadas directamente contra los clientes empresarios. Así acabaron con la sociedad anónima y extendieron la partida de defunción a la industria nacional.
Además, crearon las condiciones para la quiebra del sistema bancario, que tuvo que ser rescatado con los dineros públicos. Es la fórmula, ya probada en las neocolonias, que pretenden aplicar ahora en Europa, aupados por Francia y Alemania, para devolverles los bancos a los estafadores particulares, a bajo precio, una vez saneados.
Abonaron el terreno para que las fuentes honradas de ingresos fuesen remplazadas por las provenientes del narcotráfico, en el caso de los particulares. Y en cuanto a los ingresos públicos, por la depredación de los recursos naturales no renovables, destinados al enriquecimiento de los políticos y funcionarios vendepatrias, saqueadores del erario, destructores del medio ambiente y despojadores de los nacionales.
Al efecto, no podemos olvidar que "el 40% del territorio colombiano está pedido en concesión por multinacionales minerasresueltas a arrasar con nuestro medio ambiente a la mayor brevedad y con las peores consecuencias.
Se trata de multinacionales como las que se la montaron al páramo de Santurbán, al Campo Rubiales, a las selvas del Baudó y a Marmato, entre otros nichos de Vida. Aprovechan el TLC con ese país para venir a saquear impunemente nuestras riquezas. Fundamentalmente han sido firmas canadienses, de esas que están regadas por todo el Mundo haciendo lo mismo.

En consecuencia, al aprobarse el que Uribe pactó con USA, el 60% del territorio restante puede quedar en manos de empresas usanas, comprobando que los tales Tratados de Libre Comercio son medidas imperiales que despojan a sus víctimas de la soberanía con el pretexto de facilitar el libre intercambio de mercancías, sin aranceles ni subsidios. Y, presuntamente, con derechos recíprocos.
De hecho, son Tratados de Libre Inversión (o de auténtico saqueo) que, gratuitamente o por tarifas ridículas que no compensan la depredación, le otorgan la propiedad de nuestros subsuelos a los inversionistas (o inversores) extranjeros, para que desuelen los nichos de Vida y dejen sumida en la miseria a los habitantes raizales, siempre abandonados.
Las impotentes y despreciadas víctimas son despojadas de los suelos que tradicionalmente han cultivado, demostrando la absoluta irracionalidad del Neoliberalismo, tanto como su insoportable irresponsabilidad.
Ambas, la irresponsabilidad y la irracionalidad, tanto como la insensibilidad y muchas bestialidades más propias de la atroz doctrina neoliberal, están dirigidas a precipitar el holocausto final mediante numerosos recursos infernales, como el condenar a la hambruna a las poblaciones autóctonas, poseedoras de una sabiduría milenaria que les ha permitido coexistir con la Naturaleza sin destruirla.
En cambio, los inversionistas extranjeros garantizan que en pocos meses pueden acabar con todo, contando con la complicidad de las autoridades vendepatria y valiéndose de sus maquinarias monstruosas, que nada logra detener, a no ser la Humanidad dignificada.
A juicio de los potentados apocalípticos y sus sirvientes nacionales, la riqueza renovable -que produce alimentos para poblaciones tradicionales- es menos estimable que la no renovable que se roban los inversionistas extranjeros mientras destruyen la ecología.
Agotan las fuentes de Vida, como el agua y la agricultura, que han sustentado y podrían seguir sustentando a quienes condenan a la miseria, como desplazados en las ciudades, acosados por la delincuencia y despojados de sus medios de vida.
.Pioneros mafioneoliberales en Colombia

Retomando las hazañas de los primos Michelsen, mediante el uso de información privilegiada y las maniobras especulativas correspondientes, propiciaron la quiebra o la desnacionalización de las empresas nacionales, muchas de ellas sociedades anónimas que cotizaban en bolsa sus acciones, lo cual culminó con el cierre de dos bolsas de valores (Medellín y Cali), dejando únicamente la de Bogotá.

Con el paso del tiempo, esa bolsa única ha entrado a hacer parte de los planes del Nuevo Orden Mundial dirigido a facilitarles a los potentados la apropiación de la riqueza social, de modo que ha ingresado a una cadena mundial de estafadores dirigida desde Wall Street.
Afortunadamente, el papel de meca de las estafas que es esa famosa calle, ya lo han entendido los usanos; y están reaccionando con indignación, como seres dignos dispuestos a rechazar el engaño y la primacía de los ladrones de cuello blanco que pretenden diezmarnos.
De esta manera desapareció la saludable costumbre colombiana de adquirir acciones para sus familias, practicada por los sectores rentistas desde que emprendimos el camino de la industrialización propia.
Mediante esta industrialización criolla fomentamos el desarrollo del mercadeo interno y la rentable exportación de excedentes.
Sin duda, el modelo desechado -aunque también basado en el lucro personal de individuos sin mayores compromisos sociales pero que respetaban la existencia de los monopolios públicos en manos del estado, reconociendo que su rentabilidad es social en vez de financiera- era menos insensato que las bestialidades impuestas por el Neoliberalismo depredador, irresponsable y anti-económico.
Éste condena a poblaciones enteras al hambre, al privarlas de sus cultivos de pan coger para que se vean obligadas a adquirir los productos transgénicos, cultivados en tierras lejanas (generalmente sagrarios de Vida robados a la madre Naturaleza), y desarrollados por las multinacionales a un inmenso costo ambiental, económico y social.
.Inspirador traidor flemático

Comoel Imperio determinó sumir al Mundo entero en la miseria mediante sus políticas neoliberales, el vengativo “pollo” resolvió aprovecharlas para convertirnos en el Haití suramericano, aunque decía que sería en otro Japón.

Para convencer a quienes había desahuciado, sus políticas de desabastecimiento del mercado interno las hizo pasar como “fomento a las exportaciones”.
El talentoso y admirado cínico, de flema inglesa (según los criollos bogotanos), completó su faena contra la patria al fomentar el reemplazo de las fuentes honestas de ingresos por los de orígenes tan nocivos como el narcotráfico, el endeudamiento externo, y la “inversión extranjera”.
Respecto a esas políticas neoliberales que nos arruinan acelerada e inevitablemente, sus sucesores no han hecho más que profundizarlas y complementarlas, cuando se los exige el Imperio.
Pero también, excitados por su lujuria de cipayos, no han dejado de proponer medidas de su propia cosecha y absolutamente letales para la patria.
A cambio de unas regalías siempre miserables pero suficientes para deslumbrar a los vendepatria con lo que logren serruchar para abonar sus fortunas personales; entre tales “iniciativas”, ruinosas y depredadoras, están los tratados de libre comercio.
Mediante ellos legalizan los despojos de nuestros recursos naturales no renovables, asegurando una pobreza irremediable y permanente que deja sin futuro a nuestros descendientes pero les concede imperdonables e intolerables derechos de saqueo a los extranjeros dueños de las multinacionales depredadoras, interesados en invertir en el arrasamiento de la biosfera para cumplir el mandato sionista.
O sea, Alfonso López Michelsen fue pionero en la privatización y desnacionalización de los monopolios públicos, la ruina o la desnacionalización de la infraestructura productiva criolla de carácter privado, y el saqueo legal y desmedido de nuestros recursos naturales.
Pero sus sucesores han hecho todo lo posible por superarlo en lacayismo y represión.
Tal hizo Julio César Turbay Ayala con su “Estatuto de Seguridad”, auténtica herramienta jurídica de la represiva dictadura civil que ha imperado en Colombia a partir del Frente Nacional, después de que resolvieron quitarle al abuelo de los Moreno Rojas, el general Gustavo Rojas Pinilla, la “dictablanda” que le habían otorgado para que pacificara el país durante la Violencia de los 1950.
En su exabrupto juridicida, el ecuánime padre homónimo del contralor alcahueta del que se rodeó Uribe para robar sin estorbos éticos, reeditó muchas medidas de facto impuestas por el “pollo”, que violaron los derechos humanos ostentosamente.
Entre tales tropelías está su autorización a los capitanes de policía para imponer -sin fórmula de juicio ni intervención de esa rama del poder- penas de prisión de hasta tres meses, duplicables a capricho del uniformado, contra los ciudadanos que se atreviesen a manifestar su descontento con las políticas del régimen, como los campesinos exigiendo tierra para el que la trabaja.
O como los trabajadores de la salud oponiéndose a la privatización del ICSS, que, para resarcirse mentalmente, López ordenó llamar ISS tras enfrentar una ejemplar huelga médica a nivel nacional, en 1976, excepcionalmente organizada y multitudinaria.
O como los sindicatos organizando un paro cívico nacional para el 14 de septiembre de 1997, que se convirtió en un hito de unión que estamos obligados a replicar, mejorándolo.
O como los estudiantes rechazando la (paralela a la de la salud) privatización de la educación que, por lo menos desde el gobierno de Lleras Restrepo, es una obsesión o una obligación pendiente de los sátrapas con el Imperio.
Éste insiste en oponerse a la sociedad del conocimiento, manipulando la formación de los jóvenes para que sean fieles lacayos de las multinacionales y enemigos declarados de la Humanidad.
.Maniobras de converso (o de marrano)

A propósito del envilecimiento de la educación pública, recientemente Santos quiso revivir la privatización, y sigue insistiendo en su repudiada reforma a la ley 30 de 1992, masiva y crecientemente rechazada por el pueblo, que ha protagonizado una protesta nacional el 12 de octubre y que seguirá escalando su lucha hasta vencer al vendepatria de talante sionista, feliz porque ese mismo día de luchas populares en Colombia, el Congreso de USA dio su aprobación al TLC con Colombia.

La reforma la abandera su ministra neoliberal, lacaya y tecnócrata, María Cristina Campo, aperada con la orden imperial de privatización de la educación para que la dirijan las trasnacionales de acuerdo a sus intereses antidemocráticos. Es el mismo desafío que España está sufriendo y que tiene a Chile recordando las manifestaciones de la Unidad Popular que llevó al gobierno a Salvador Allende en 1970.
La distinguida señora es de la misma estirpe que el minhacienda.
Está vitalmente comprometida con la defensa de los intereses de los potentados, a quienes representó en la Cámara de Comercio durante bastante tiempo.
Afortunadamente, tras asustarse en Chile por la reacción popular ante igual maniobra imperialista agenciada por el cipayo Sebastián Piñera, Santos se vio obligado a recular, al menos en parte, pues el Imperio no permite que desobedezcan sus recetas.
Ha entendido que su desmesura fue escandalosa al pretender convertir abiertamente en un negocio privado, con ánimo de lucro, lo que ha sido una obligación del Estado, consagrada en la Constitución Política.
O una misión de la iglesia, interesada en formar y controlar a los ciudadanos más educados y preparados.
O, también, pero sin el odioso ánimo de lucro, ha sido del interés “altruista” de la empresa privada representada por “quijotes” del capitalismo, dedicados a difundir sus ideales discriminadores y despojadores de las mayorías, para formar el personal que sus empresas necesitan.
Como las llamadas “universidades de garaje” (tipo la U. del trabajo creada por el oportunista Carlos Moreno de Caro, lenguaraz furibusta extrañamente callado últimamente) no cuentan y se nos hacen muy parecidas a lo que surgiría de la “iniciativa” impuesta por el Imperio a los cipayos neoliberales; hasta ahora, aunque cada vez menos, los tres frentes encargados de la formación de nuestros profesionales han ostentado una calidad apreciable que jamás podría ofrecer una institución con ánimo de lucro, a no ser como habilidades operativas tipo SENA reclamadas por los potentados para que sus multinacionales funcionen, manejadas por empleados que no piensen críticamente.
En consecuencia, en este frente de la lucha social conviene asumir la posición de “Estudiantes UdeA” en un documento titulado “¿Sabe usted que es la ley 30?”.
Mediante él han convocado a la solidaridad de los sectores populares resueltos a disfrutar los frutos del desarrollo en la sociedad del conocimiento, oponiéndose a las intenciones de los potentados que lo único que desean son obreros sumisos, agradecidos con sus patronos, bien calificados y carentes de capacidad crítica.
No obstante, lo importante no es quien produjo el escrito sino considerar si es válido lo que plantea, a saber: "Un modelo en el que las metas sean propuestas por la verdadera participación democrática de profesores, estudiantes, trabajadores, indígenas, campesinos y demás minorías que no se toman en cuenta y son excluidas en la toma de decisiones del paísPuesto que nuestra educación está siendo tratada como una mercancía, decidimos no estar de acuerdo, queremos luchar por un modelo renovado que brinde la posibilidad de una educación incluyente, gratuita y al servicio de la sociedad; pero los estudiantes no podremos solos, necesitamos  tu ayuda y la de las personas a las que comentaras la inconformidad del pueblo” (Subrayas y negrillas agregadas por DBP))

.Ofensivas mortales
Como sabemos por la experiencia, todo esto se agrava mediante los llamados Tratados de Libre Comercio que expropian y condenan a los nacionales para que los extranjeros hagan de las suyas, se enriquezcan, y nos trasladen las consecuencias de la crisis económica antes de regresar a sus paraísos a disfrutar lo que nos roben.

Incidentalmente, la actual crisis no es otra más de las que son típicas del capitalismo por su irracionalidad, y que se conocen como crisis de superproducción.
Ésta es definitiva. Es tan artificial como insoluble (dentro del sistema y con sus absurdas recetas). Responde a la dinámica de las pirámides especulativas usadas en Italia por Carlos Ponzi, lo cual significa que cuando nadie más cae en la trampa, se acaban los ingresos, y todos los que sigan vinculados al casino, pierden.
Si los pueblos aceptan el saqueo inmisericorde de la Naturaleza -que les suministraría durante unos cuantos meses ingresos verdaderos a los banqueros y demás potentados ladrones-, aplazar las aterradoras consecuencias de la crisis sistémica, empeorándolas, es lo máximo que pueden lograr los enemigos comunes con sus medidas especulativas, depredadoras y despojadoras, adelantadas por las multinacionales, ordenadas por sus agencia multilaterales de crédito (como el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional, el Banco Interamericano de Desarrollo o el Banco Central Europeo, entre otros) y fomentadas por los sátrapas traidores de los pueblos.
Desde luego, esa falsa solución les suministraría unos dólares con valor negativo, pero que todavía circulan, a los cipayos para que abran sus cuentas en el extranjero y puedan conseguir la forma de irse a vivir al exterior. Al menos, en eso consiste su sueño de traidores inescrupulosos.
Las medidas impuestas a los gobernantes vendepatrias, tan complacientes, indignos y arrodillados con sus amos sionistas, obedecen al mismo dogma -burdo y antieconómico, que postula la incuestionable e inexplicable grandeza de los potentados, tanto como la insignificancia del resto de los humanos- inspirado por la madre del Neoliberalismo, la sionista atea y delirante, Ayn Rand.
A través de su novela “La rebelión de Atlas”, ha sido la inspiradora de Richard Nixon, Ronald Reagan, Vladimir Putin y otras lacras, quizás más perversas pero de menor perfil mediático aunque con mayor poder fáctico, como Donald Rumsfield, Henry Kissinger, Dick Cheney y hasta el afortunado Bill Gates.
Este último, presunto genio de los computadores, es un auténtico antípoda del libertario y admirado Steve Jobs, quien puso la informática y la telemática al servicio de la liberación de las multitudes, decepcionando a los potentados que la habían desarrollado para subyugarlas como a masas amorfas, mediante la figura del Gran Hermano, denunciada por Orwell en su famosa novela, “1984”.
El rostro oculto de enemigos
abiertos y agazapados
.Enemigos abiertos y agazapados

Las absurdas recetas neoliberales han sido diseñadas para arruinar a todos los países dependientes, condenando a la población a la extinción tanto como a la miseria y la esclavitud para los que logren sobrevivir.

Lamentablemente, los gobiernos que las han adoptado, inclusive aparentando que las rechazan para engañar a sus pueblos, son la inmensa mayoría de los existentes. Basta considerar a Gadafi apoyando la candidatura de Sarkozy para entender que ni éste ni aquel pueden resolver los problemas de la gente.
Ambos hacen parte de ecuaciones de opresión justificadas con ideologías diferentes y aparentemente antagónicas, lo cual confunde a las personas impidiéndoles distinguir claramente a sus enemigos, sobre todo cuando su demagogia es de carácter populista o paternalista.
Ambos, aunque finjan ser polos opuestos, hacen parte de los potentados y sus lacayos que están destruyendo el Mundo y que todos tenemos la obligación de combatir y derrotar sin caer en engaños; juzgándolos por sus hechos en vez de por sus palabras falaces y sus promesas vanas, adobadas con represión.
Esa identidad oculta entre los potentados y sus aduladores, además de lamentable, también es afortunada. Le evita seguir buscando o esperando redentores ajenos, a cada individuo consciente que resuelva ejercer sus inalienables derechos políticos, que suelen enajenarles los decadentes “representantes” o los déspotas autocráticos que a todos los suplantan y apabullan.
Tales lacayos incondicionales del Neoliberalismo incluyen a los que esgrimen oposiciones tácticas fundadas en ideologías presuntamente revolucionarias, con las cuales contribuyen a confundir a los ciudadanos desprevenidos, tanto como a los demócratas y a los revolucionarios auténticos.
Mientras tanto, los potentados continúan su labor de destrucción de la biosfera y fomentan la apropiación de las riquezas reales por el sector financiero y sus socios genocidas del complejo industrial militar.
El reciente caso del TIPNIS en Bolivia, es patético y desconsolador para quienes siguen creyendo en redentores, pues Evo Morales ha resultado siendo cómplice de los enemigos de su presuntamente adorada Pachamama.
Y si observamos el resto de nuestros países, la misma actitud entreguista pero velada se halla en todos ellos. Al respecto, puede ser ilustrativo un caso argentino denunciado en el anexo "El decreto sobre bosques último de schiaretti y de la sota”.
¿Qué más se puede esperar? Al fin y al cabo, son individuos capaces de corromperse como cualquier otro. Por tanto, al pueblo sólo lo salva el pueblo; o sea, cada ser digno que exija respeto a su dignidad y resuelva ejercer su soberanía personal para conseguirlo junto a todos los demás apabullados.

En conclusión, bajo el actual sistema consumista, jerárquico y depredador, nuestras patrias son fuentes de poder económico y político para los enemigos comunes. Están dominadas por el sionismo.
Sus gobernantes incluyen no sólo a los neoliberales confesos, como Santos en Colombia o Felipe Calderón en México, sino a los potentados inescrupulosos de otras ideologías que los financian, los imitan y hasta los envidian (aunque, a veces, bajo cuerda, como el genocida Gadafi y otras pestes repugnantes similares).
.Las clases emergentes

El dinero que el mismo Pablo Escobar Gaviria le entregó personalmente a Belisario Betancur -el todavía impune asesino de los obreros de Cementos El Cairo y de los altos magistrados de la Corte Suprema de Justicia-, constituye un notable antecedente sobre la penetración de la política por los mafiosos, claramente denunciada en “Los jinetes de la cocaína”.

Se trata del libro que publicó un periodista honorable, Fabio Castillo, amigo de don Guillermo Cano, a raíz de su asesinato por el Cartel de Medellín por oponerse a la ofensiva de las clases emergentes. Desde luego, el mismo propósito decente, digno de imitación, movió al autor del libro.
Dicha ofensiva mafiosa se identifica claramente, como mínimo, desde la ya mencionada “bonanza marimbera” que prohijó Misael Pastrana Borrero, el papi de Andrés, en su presidencia espuria (1970-1974), pues la consiguió por la abusiva decisión del enano furibundo, Carlos Lleras Restrepo (“Lleritas” para los potentados), abuelo del flamante ministro del interior, Germán Vargas Lleras, quien aspira a reglamentar Internet para ganar prestigio ante el sionismo dominante.
Desde tan tempranas épocas, ha sido permanente y cada vez más notable la vinculación de Álvaro Uribe Vélez y de José Obdulio Gaviria Vélez y de Mario Uribe Escobar y de otros diestros personajes (como William Vélez), a la pretensión de asaltar el poder político nacional que, después del secuestro de su hija Martha Nieves por el M-19, anidó en el alma del verdadero jefe de ese famoso cartel paisa, don Fabio Ochoa Restrepo, el criador del caballo de paso fino colombiano y propietario del famoso campeón “Don Danilo”.
Aunque obligado enemigo de Pablo Escobar, quien, incitado por Alberto Santofimio Botero, había ordenado matar al jefe del Nuevo Liberalismo, Luis Carlos Galán Sarmiento, lo que le brindó a nuestro personaje pereirano la oportunidad de llegar a presidente para terminar humillándosele y, más adelante, matando a Escobar aliado con las demás mafiosos narcotraficantes de derecha que campean hace años y que Escobar convirtió en sus enemigos, los llamados “Pepes” (“Perseguidos por Pablo Escobar”), quizás como una premonición de lo que le ocurriría al traidor Álvaro Uribe Vélez años después, cada vez más abandonado por sus huestes, ahora interesadas en “hacerle el cajón”; curiosamente, uno de los presidentes más comprometidos con la ruina de la patria mediante la imposición de las recetas neoliberales, fue el aperturista incondicional César Gaviria Trujillo, quien, ejerciendo de presidente liberal (o neoliberal, para ser exactos, pues venía del “Nuevo Liberalismo” fundado por Galán, además de que resultó figurando como el más incondicional lacayo del Neoliberalismo económico, que le pagó otorgándole la secretaría de la OEA), utilizó a Álvaro Uribe para imponer las leyes 50 y 100.
Con ellas, los notables traidores a los intereses nacionales facilitaron las condiciones para privatizar la atención de la salud, tanto como para despojar a los trabajadores de sus prestaciones sociales al obligarlos a entregarles sus ahorros laborales a intermediarios privados, fundamentalmente estafadores extranjeros, especuladores e irresponsables, cuyas inversiones en papeles basura pronto habrán de conllevar consecuencias aterradoras para los pensionados.
Sin embargo, el personaje que se ganó la secretaria de la OEA por su vileza -aunque ayudado por la entonces preciosa y siempre inescrupulosa Noemí Sanín, quien, así como abandonó a Samper, presuntamente para defenderlo cuando estalló el escándalo 8.000, había dicho en la campaña del 2002 que elegir a Uribe era como elegir a Carlos Castaño, pero luego lo acompañó como embajadora en España-, no tuvo inconveniente en señalar el desgobierno de Uribe (su dictadura de 8 años) como un “asco de gobierno”, cuando ya estaba a punto de terminar su segundo período y le cerraron las puertas para el tercero.
Crecientemente, Gaviria no deja de señalar a la dictadura furibista de ocho años como lo peor que le ha pasado a la patria. Y Uribe se defiende atacando con trinos, acudiendo a su conocida retórica de culebrero “Insulta Gaviria:…”, pues le queda imposible desmentir a la oligarquía, pero sabe que también tiene rabo de paja…
Al menos, a medida que el enfrentamiento avance, los jóvenes dispondrán de informaciones que los vendepatria no podrán atribuirle al terrorismo pero que retratan la catadura moral de aquellos, tan claramente denunciada a nivel mundial con los aportes de Wikileaks.
Esto se está poniendo bueno. La batalla por conservar el poder regional en manos de la mafia, adelantada por personajes tan macabros como el parapolítico ex senador del Valle que, burlándose de todo el mundo y pasándose la justicia por la faja, como hacen todos los parapolíticos, sale de la cárcel a reunir sus huestes electorales, Juan Carlos Martínez, es una evidente muestra de poder personal que les eleva su moral de criminales resueltos.
Pero su impudicia es de tal magnitud y su descrédito tan patético, que han tentado al Imperio para dejar solo a Uribe y apoyar la campaña de recuperación institucional representada por Juan Manuel Santos frente a los carteles, de modo que se está hablando de extraditar a esas lacras más cínicas, como Martínez o la chancera Enilce López, madre y promotora de paramilitares con aspiraciones políticas. Son malas noticias para el furibismo, sin duda.
.Calculistas frustrados

En consecuencia, es claro que los oportunistas que apoyaron a Uribe porque entendían que su engaño a los electores era bastante sólido y había fructificado, ahora han quedado en evidencia y corren el riesgo de ser rechazados por las gentes decentes, pues éstas están concientes del oportunismo y la ambición, sin escrúpulos ni principios, de quienes dicen ser sus “representantes”.

Aunque las han engañado consistentemente, ante la hedionda pus de tanto escándalo, tan evidente, ya están abriendo los ojos para no volverlos a cerrar. Son ingenuas pero no bobas, de modo que sabrán castigar a quienes las han engañado y pretenden seguir haciéndolo. Se sabe que les duele que se burlen de ellas… y no dejan de cobrar venganza cuando les sucede y se dan cuenta.
Tal vez llegó la hora de que los corruptos paguen sus crímenes, pues nadie puede contar con que su impunidad está asegurada indefinidamente en un mundo donde hay tantos felones ambiciosos esperando su oportunidad. Además, como diría Bertolt Brecht, "no se puede engañar a todo el mundo todo el tiempo"
Los incautos honestos pueden abrir los ojos, de modo que sabrán entender el engaño y castigar a quienes lo ha promovido. Así como son ingenuos, también son honestos y no admiten que se burlen de ellos ostentosamente, como lo han hecho Uribe y sus compinches.

Mucho menos puede sostenerse el engaño cuando la gente decente reacciona y está rechazando a sus “representantes”, tanto como a los déspotas, patriarcales o sanguinarios, para apersonarse directamente del ejercicio de sus derechos políticos.
A todos los hombres de buena voluntad les corresponde hacer parte de los indignados del Mundo entero, que están resueltos a cambiar las sociedades jerárquicas por una plana u horizontal, de ámbito mundial, la Sociedad Global Democrática.
Es una solución global pero respetuosa de las culturas propias de los pueblos y sus integrantes, y radicalmente ajena a las convenciones de la democracia representativa, tan falaz.
Será la respuesta contundente, apropiada y definitiva al Nuevo Orden Mundial de los potentados, que tan adelantado llevan su “gobierno mundial en la sombra”.
.El quid de la cuestión

En vez de seguirles el juego a los impostores, debemos empezar a definir la institucionalidad que nos permitirá a todos vivir con dignidad. Al respecto, una medida básica que habrán de tomar todos los pueblos es recuperar el monopolio financiero para la sociedad.

Con esta medida, la crisis causada por los banqueros privados, tan ladrones, insensible y codiciosos, desparece como por encanto. Nadie tiene que apretarse el cinturón si el manejo del dinero se hace en función del bien común. Ellos lo saben. Por eso Nicolás Sarkozy y Angela Merkel han optado por nacionalizar bancos quebrados.
Aunque contradicen posturas anteriores, más ajustadas a las recetas para la etapa actual del Neoliberalismo, agónico y desesperado por otorgarles a los potentados la propiedad del Mundo y sus contenidos; proceden antes de que los pueblos reclamen la propiedad monopolística de las instituciones financieras para ponerlas al servicio de todos, negándoles a los potentados su excesivo enriquecimiento por cuenta del público.
Los potentados banqueros están acostumbrados a manipular las facilidades que la liquidez ofrece para el funcionamiento fluido de la economía. Además, aunque son parásitos improductivos, se llevan la mayor porción de las riquezas creadas por el trabajo realmente productivo mientras apabullan y desprecian a quienes lo llevan a cabo.
En una sociedad mercantil, maneja la economía real quien controla el dinero. Éste es el fundamento de la economía formal o convencional que no produce bienes pero, en manos de los hábiles banqueros sionistas, ha resuelto definirse como industria para estafar ingenuos y ambiciosos rentistas con misteriosos “productos financieros”, como las hipotecas sub prime. Sin duda, la pirámide de Ponzi ha hallado una notable extensión por estos medios.
Es algo particularmente cierto cuando las autoridades son lacayas de los potentados, en particular de los banqueros (como el multimillonario alcalde Michael Bloomberg en Nueva York), de modo que traicionan los intereses del pueblo que los ha elegido y al que han prometido defender.
Por eso, hay que despojar a los potentados y sus lacayos del poder y la riqueza, para que nos beneficien a todos.
.Zombis ambiciosos

En consecuencia, retornando al estado mafioso imperante en Colombia, tampoco pueden conservar su impunidad esos personajes que se caracterizaron porque el escándalo del día corriente reducía la gravedad del del día anterior, permitiendo que la gente fuese anestesiada mediante la corrupción galopante, de modo que olvidase o subestimase sus aterradoras consecuencias para la patria y los ciudadanos.

Como cada escándalo del gurú y su combo era peor al que causó la desgracia para el simpático Ernesto Samper Pizano por ponerse a recibirles fondos a las mafias del Valle para ganar la presidencia en la segunda vuelta; éste, ahora, es considerado como una especie de potencia moral ante los canallas desabrochados y cínicos que confiaron en perpetuar la dictadura de las clases emergentes bajo la variante del cartel de Medellín, ocasional rival del de Cali.
Pensaban lograrlo reeligiendo a Uribe (quien, como gobernador de Antioquia fue cocreador, con el helicopterizado Pedro Juan Moreno y con la venia del presidente Samper, de quien fue gran aliado en ese entonces, de las CONVIVIR, una organización de paramilitares abiertamente aliada a las fuerzas represivas del régimen), o remplazándolo con personajes tan cínicos, mediocres, inescrupulosos, codiciosos, megalómanos y perversos como el clon Andrés Felipe Arias.
Este sujeto, actualmente preso, fue quien, como ministro de Agricultura, se declaró -para envidia de su gabinete de beatos hipócritas y ambiciosos- como el más fiel de los escuderos del chalán de Salgar y su más idóneo reemplazo en la dirección de la dictadura de los emergentes que, de haber ganado el clon, continuaría sin solución de continuidad y garantizándoles su impunidad a los ladrones y asesinos que asolan la patria en medio de una atmósfera de corrupción que escandaliza a los decentes de verdad, por muy simpático, inteligente y honesto que les parezca el chalán.
Con tales propósitos, Arias agudizó la pobreza y los conflictos sociales mientras se negaba a entregarles a las víctimas predios como el de Carimagua, esmerándose por adoptar todas las recetas neoliberales que estuvieran a su alcance.
Por tales ambiciones, el designado heredero del gurú mimaba a los potentados del campo otorgándoles multimillonarios subsidios, como los del programa “Agro Ingreso Seguro” (AIS), que los protegerían de las funestas consecuencias del TLC con USA.
El personaje apreciaba las absurdas arbitrariedades neoliberales como dogmas sagrados.
Procedía muy parecido a como lo hace el actual ministro de hacienda del converso Juan Manuel Santos, Juan Carlos Echeverri, el gran Ph.D que completará el despojo. O, como ya lo dijimos, la ministra de “educación”, María Fernanda Campo, fiel lacaya del Neoliberalismo al tenor de su jefe aristocrático y converso, el reemplazo del ordinario y furibundo chalán, Álvaro Uribe Vélez
.Consecuencias letales

La depredación incontrolada del medio ambiente fue exacerbada por el furibismo. Pero se rastrea, como mínimo, desde que empezó el endeudamiento público en el exterior para construir grandes obras de infraestructura y corromper a los venales funcionarios del tercer mundo, siempre ilusionados con salir de pobres mediante el ejercicio profesional de la política.

En el caso de los beneficiarios de los subsidios en comento, otorgados por el ex ministro Arias, se trata de caciques tradicionales que manejan la mayoría de los votos cautivos, lo que los convierte en los grandes electores regionales, algo que el aspirante a remplazar al gurú sabía perfectamente. Por fortuna, nuestro patrón, el Corazón de Jesús, no permitió que el enemigo malo se saliese con la suya.
A juicio de las ambiciones del ex ministro, prevaricador destacado entre grandes prevaricadores, los terratenientes se merecían los subsidios de AIS, que les compensarían las pérdidas que conllevará el TLC con USA, cuyas funestas consecuencias ya algunos ingenuos -hasta ahora proimperialistas incondicionales a causa del lavado de cerebro permanente- están entendiendo, espantados, lo cual, aunque teman ser tildados de “terroristas”, les habrá de generar rechazo a la antipatriótica medida.
Sin duda, la prematura concesión de subsidios a los ricos terratenientes (o a quienes fingieron serlo para lucrarse) es una clara estafa considerando que el leonino TLC con USA aún no había sido firmado.
Apenas lo han aprobado ahora los usanos, pues, a pesar del nacionalismo creciente de los republicanos y las protestas de los sindicatos aliados a los demócratas, Obama lo considera importante para abrirles mercados a sus productos mientras arruina las pocas empresas nacionales que 40 años de neoliberalismo no han podido derrotar.
Además, les es indispensable a las compañías mineras para adelantar sus saqueos destructivos de la Naturaleza sin oposición legal, pues los tratados adquieren el rango de materia constitucional, superior a las leyes normalitas que deberían proteger a los ciudadanos, desamparados y traicionados por sus “dirigentes”.
También los seduce apropiarse de los recursos naturales (como bosques y acuíferos) que les permitirán a los potentados dejarnos en la ruina, convirtiendo nuestras tierras en eriales, y las fábricas de agua en pozos sépticos.
Por eso, Santos, que alcanzó la presidencia con los votos que añoraba Arias, insistió y ha logrado lo que fue la gran frustración del caporal vitando que lo precedió en el solio de Bolívar.
A saber, brindarles incondicionalmente la patria a los potentados para que la destruyan impunemente, hasta donde sus intereses se los aconsejen.
El 12 de octubre, luctuoso para Colombia, el Congreso usano dio su aprobación definitiva a esa tabla de salvación para ellos y de ruina para nosotros.
.Se refuerza la enfermedad

No podemos llamarnos a engaño. Santos tiene compromisos con la oligarquía tradicional, pero lo que el Neoliberalismo exige, como también lo vemos claramente en México y demás países centroamericanos, es el reemplazo de esas clases tradicionales por las emergentes.

Éstas se basan abiertamente en el delito, en particular el financiado por el narcotráfico de sustancias alucinógenas, arbitrariamente prohibidas por las autoridades para que su rentabilidad sea segura (e indefinida, al menos mientras los saqueos de los recursos naturales se adelantan).
La compensación para los países condenados a ser parías, es permitirles a los gobernantes corruptos participar del gran negocio mundial dirigido por la DEA. Desde luego, la legalización sería funesta para los criminales empeñados en acabar con el Mundo, infamando, de paso, a sus pobladores al tildarlos de adictos, viciosos, degenerados o hasta de delincuentes.
La misión de Santos, gústele o no, es impulsar el Neoliberalismo con su "Estado mafioso" que, en Colombia, "operó reversando diez años de promesas de democratización política sin reforma social que  se ventilaron entre los años 1990 y 1999. Esta fue la tarea contra-reformista cumplida en la década que concluye, 1999-2010” (“La Unidad Oligárquica y la reforma democrática” por Miguel Angel Herrera Zgaib, publicado por La Otra Movida) (negrilla agregada por DBP)

.Fracaso en ciernes
Por fortuna, algunos ya empezaron a pagar sus crímenes. En su caída acelerada terminarán arrastrando a los candidatos oportunistas que han alabado a Uribe.

Estos politiqueros clientelistas y corruptos, conocen y conocían desde hace años su condición de ficha del cartel de Medellín.
Pero estaban convencidos de que su “original” (realmente se lo copiaron a María Eugenia Rojas, la “capitana”) y persistente populismo les aseguraría los votos de muchos ingenuos, decentes aunque cerreros, que carecen de capacidad crítica y consideran que, efectivamente, Uribe es el mejor presidente que ha tenido la patria.
Tales ingenuos ni siquiera entendían que su presidencia fue alcanzada con fraudes inocultables, de modo que no sólo actuó como un auténtico dictador, cínico manipulador de la ley y ruina definitiva para la patria, sino que legalmente lo fue porque adquirió el derecho a gobernar mediante los votos cautivos y espurios de la “clientela emergente”.
Se trata de la misma que reta al establecimiento tradicional, siendo éste el que Santos estaría interesado en defender y recuperar.
Sin embargo, dada la corrupción imperante, rampante e innegable, pues es evidente y hasta grita, las clases emergentes tienen ganadas las elecciones del 30 de octubre, así nadie vote. Igual premonición se hizo cuando Santos fue elegido como presidente con una votación sin precedentes, que los furibistas no saben cómo cobrarle.
Desde luego, el monumental fraude no refleja la verdadera voluntad de los ciudadanos honrados y respetuosos de la Ley y la Constitución. Pero es una oportunidad para que éstos se indignen, rectifiquen y no sigan siendo manipulados por bandidos disfrazados de dirigentes políticos y sociales.
De todos modos, es de esperarse una abstención inmensa, pues la vía de la democracia directa también va calando en Colombia, y será una estupenda respuesta a los impostores electoreros.
.Huevos de oro
Como sabemos, una vez elegido, el gurú cultivó religiosamente su propia clientela electoral mediante sus consejos comunales y otras yerbas ideológicas, realmente alucinógenas, con un paternalismo degradante que convirtió en soplones (sapos o malsines) y pordioseros a quienes despojó de sus tierras para entregárselas a las multinacionales depredadoras y a los paramilitares asesinos.

A algunos, una vez desplazados, los disfrazó de falsos guerrilleros que sus hombres asesinaban para hacerle creer a la opinión pública que la derrota de las guerrillas era inminente. Y la misma práctica, tan gastada y desacreditada, sigue con Santos, quien, como su ministro de defensa, fue el que se la implementó a Uribe. (Ver anexos “Colombia bañada en sangre a un año de Santos: cifras del Terror” y “Colombia clama justicia”, entre otros adjuntos)
Esa es la tan famosa “seguridad democrática”, base de la “confianza inversionista” que está decidida a agotar nuestros recursos naturales al menor costo posible para ellos, los inversionistas extranjeros, aunque a un costo enorme para los nacionales y para la ecología.
Lo que no les exige erogaciones, es considerado como “externalidades” por los sagaces y codiciosos inversionistas, de modo que no les importa.
Es algo similar a los asesinatos de civiles inocentes que los genocidas oficiales consideran “daños colaterales”, de modo que tampoco les importa causarlos aunque sus víctimas sean numerosas y destruyan sus vidas. Es la pavorosa herencia del fronterizo criminal petrolero, George W. Bush.
Adicionalmente, junto a los despojos de sus tierras y los consecuentes desplazamientos que destruyen el tejido social para comunidades enteras; la violencia común, creciente e incontrolable por las autoridades cómplices, que es incentivada por el narcotráfico y la miseria, da una idea clara de su “cohesión social”, el tercer huevo podrido de la bestia de Salgar que asoló la patria durante ocho aterradores, inolvidables e irrepetibles años de dolor y miseria crecientes, que nadie decente puede volver a apoyar.
.TLC´s en marcha

En cuanto a la imposición de TLC´s que benefician al tiburón enfrentado con la arrogante pero inerme sardina (como podría decir el simpático sujeto del proceso 8.000), a pesar de sus inmensas “tasas de retorno” (o utilidades), las multinacionales no dejan de preocuparse por reducir sus costos.

Así lo demuestran los bajos salarios y la negación de prestaciones sociales que, durante meses, han tenido rebelados a los obreros petroleros del Campo Rubiales en Puerto Gaitán, el más productivo del país, explotado sin misericordia por Pacific Rubiales, trasnacional canadiense.
Naturalmente, un ahorro similar hacen evitando pagar las “externalidades” que surgen de su destrucción del medio ambiente.
“Casualmente”, la saqueadora del petróleo en Puerto Gaitán ostenta la misma nacionalidad de la GreyStar; esa que resolvió destruir el páramo de Santurbán, privando a dos millones de santandereanos de su fuente tradicional del bebestible fundamental, la asombrosa agua.
También es canadiense “Gran Colombia Gold”, la multinacional decidida a abrir una mina a cielo abierto que destruirá el municipio de Marmato, a cuyo cura párroco ya asesinaron porque se opuso al proyecto depredador.
Igual origen tienen tantas otras trasnacionales mineras, regadas por el Mundo en una delirante labor de destrucción que rebasa cualquier criterio económico, pues su apreciada “inversión” extranjera es pura y simple destrucción de recursos, presidida por la irresponsabilidad y el derroche.
Con excepción de algunos vendepatria que se lucran de comisiones ilegales, su resultado para la población autóctona es un empobrecimiento agudo, crónico e irremediable.
Entre más barbaridades, son consecuencias palpables de los TLC para los países dependientes, sobre todo cuando se firman con una potencia arruinada y desesperada por recuperar su estatus:
1) privar a los nacionales de la tradicional explotación de las tierras para producir sus alimentos, lo cual les permitía garantizar su subsistencia a pesar del proverbial abandono por parte del Estado,
2) extraer los minerales que albergan en su seno,
3) destruir el hábitat de muchas especies animales y vegetales,
4) envenenar las aguas, deteriorando definitivamente las condiciones de vida para las especies dependientes de esos nichos ecológicos.






















































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