viernes, 2 de marzo de 2012

Entrevista con Randa Musa, esposa de Khader Adnan

Khader Adnan
Mi marido, Khader Adnan, ha arrojado luz sobre el desprecio de Israel por los derechos humanos. A través de su propio sufrimiento, Khader ha ayudado a exponer la situación de los palestinos detenidos en Israel, bajo "detención administrativa". El nombre de mi marido Khader Adnan, ahora se conoce en todo el mundo. Hace cuatro meses, era desconocido fuera de nuestra patria, Palestina. Su huelga de hambre de 66 días lo ha convertido en una figura mundial y un símbolo brillante de la lucha de mi pueblo.
Nuestra vida dio un vuelco el 17 de diciembre de 2011 cuando las tropas israelíes asaltaron nuestro hogar en Araba, al sur de Jenin, en la Cisjordania ocupada. Eran las 3 de la madrugada cuando rompieron las puertas e irrumpieron en nuestra casa. Los estragos que causaron siempre permanecerán grabados en la mente de nuestras hijas, Ma'ali, de cuatro años, y Baysan, de año y medio. No me sorprendería que incluso nuestro bebé aún no nacido también resulte afectado. Tal fue el trauma que acompañó la incursión israelí.

Khader ha sido un activista estudiantil durante muchos años. No es una figura oscura, sí un líder local declarado en contra de la ocupación israelí. Él es bien conocido por las autoridades de ocupación israelíes y por la Autoridad Palestina en Ramallah. Ambas le han detenido en varias ocasiones sin cargos.
Este acoso constante ha durado hasta la conclusión del master en economía. Sin embargo, seguimos siendo una pareja normal, anhelando la estabilidad tan necesaria y la libertad para criar a nuestros hijos, para darles la felicidad que es el derecho de cada niño. Con mi título universitario propio, no tengo duda de que, como padres, estamos bien preparados para realizar nuestras ambiciones. Pero la vida bajo la ocupación militar de Israel ha convertido nuestro sueño en una pesadilla.
Palestina, Khader Adnan, huelga de hambre
No es la primera vez que Khader ha utilizado la huelga de hambre, su poderosa forma de protesta pacífica, con gran efecto. Cuando las fuerzas de la Autoridad Palestina le detuvieron en 2010, él hizo huelga de hambre durante 12 días consecutivos, obligando a la autoridad de Ramallah a ponerlo en libertad.
Del mismo modo, mantuvo varias huelgas de hambre en campos de detención de la ocupación. La última de ellas fue en 2005, y duró nueve días en confinamiento solitario.
¿Qué impulsa a mi marido a perseguir esta forma peligrosa y difícil de resistencia? No tengo ninguna duda de que es la naturaleza injusta de la "detención administrativa" y sus famosos métodos de tortura y humillación. Desde el momento en que fue introducido en el vehículo militar en diciembre, los insultos y amenazas veladas fueron lanzadas contra él. Incluso trataron de perturbarlo psicológicamente al afirmar que yo le era infiel, una calumnia maliciosa que rechazó con desprecio.
Conozco bien a mi esposo, lo amo, y siempre le seré fiel. Él lo sabe y por eso rechazó la palabrería barata de sus verdugos.
Khader no estuvo motivado por el dolor o dificultades personales. Él, como miles de jóvenes palestinos, está decidido a ver el fin de la ocupación. Él está movido por una lógica más elevada: exponer al mundo la difícil situación de los prisioneros palestinos. Desde 1967, más de 650.000 palestinos han pasado por las cárceles israelíes - muchos de ellos en detención administrativa - un promedio de uno de cada cuatro de los territorios ocupados.
La detención administrativa es una nebulosa y vengativa medida utilizada por la ocupación contra nuestros hombres y mujeres jóvenes. Es uno de los crueles legados del antiguo mandato británico en Palestina. Hoy, en ausencia de cualquier elemento de disuasión o la condena de la comunidad internacional, Israel la utiliza con más frecuencia contra estudiantes y profesores universitarios, profesionales jóvenes e incluso contra los parlamentarios elegidos. Alrededor de 300 se encuentran detenidos. Es parte de una política inmoral usada para mantener a los palestinos en un estado de perpetua pobreza y subdesarrollo.
Cuando un comandante militar ordena la detención administrativa, no se aporta ninguna prueba. No se presentan cargos contra las víctimas, y la ocupación no tiene obligación de dar razones para la detención. Esto de ninguna manera es un mecanismo legal. Es simplemente una medida draconiana arbitraria usada para infligir daño físico y psicológico a las víctimas. Cuando tienen la suerte de ser llevado ante un juez, éste puede retenerlos durante períodos de seis meses que se pueden renovar indefinidamente. El problema de los presos es tan prevalente actualmente, que los palestinos han tenido que crear un ministerio especial para asuntos de los presos.
Sé que mi esposo no es egoísta. Por eso lo apoyé a cada paso del camino. Como cualquier devota esposa, tengo el deber de ayudarle a soportar la carga de nuestro pueblo oprimido. Nuestros parientes y demás familiares nos han apoyado con la misma firmeza. De hecho, yo no mentiría si dijera que todos los palestinos de todo el espectro político y millones de personas amantes de la libertad en todo el mundo, también han estado con nosotros. La ocupación ha decidido, bajo presión, liberar a mi esposo en abril, pero otros cientos siguen languideciendo en celdas pútridas bajo el mismo régimen ilegal e inhumano. No osbtante, Khader ha entregado su mensaje: que esta larga noche de tiranía y falta de humanidad llegará a su fin.
Somos muy conscientes de que los israelíes pueden tratar de incumplir el acuerdo de esta semana -como han hecho con el reciente acuerdo de intercambio de prisioneros- al detener de nuevo a los prisioneros liberados. Pero para cada ocasión habrá una respuesta, y no tengo ninguna duda de que mi marido no vacilaría en retomar su lucha estoica con más fuerza y determinación.
Para mí, la parte más difícil de esta prueba ha sido pensar que en cualquier momento podría recibir una llamada telefónica anunciando que mi marido había muerto. Pero este es el precio de nuestra libertad. Es necesario el sacrificio indispensable para que nuestros hijos puedan disfrutar de una vida de libertad y dignidad.
Al mundo libre, a los millones de personas que escucharon a Khader y lo apoyaron pidiendo su liberación, extiendo nuestro más sincero agradecimiento y aprecio.
Ver entrevista original:
http://www.guardian.co.uk/commentisfree/2012/feb/22/khadr-adnan-israel-human-rights
Foto: Maali Adnan con una foto de su padre, miembro de Jihad Islámica. Photograph: Mohammed Ballas/AP
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Palestinian prisoner Khader Adnan ends 66-day hunger strike
http://www.guardian.co.uk/world/2012/feb/21/palestinian-prisoner-ends-hunger-strike?intcmp=239

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