Por: Andrés Santos y Vanessa Arjona (Diagonal)
"Perdone los inconvenientes, estamos construyendo una universidad pública" La intransigencia, la falta de diálogo, la arrogancia clasista y la violencia es la respuesta que da la administración y el Gobierno al movimiento estudiantil puertorriqueño.
Algo hace diferente a esta huelga y es su forma. En Puerto Rico, normalmente, las huelgas universitarias se realizan desde los portones de los campus hacia fuera, ya que todos los recintos universitarios están vallados. En esta ocasión, la comunidad estudiantil ha ocupado 10 de los 11 recintos. La huelga ha alcanzado un carácter nacional.
Sus demandas persiguen una verdadera autonomía universitaria, en la que la comunidad académica participe exclusivamente en la toma de decisiones. La Junta de Síndicos, el cuerpo que rige la Universidad, está compuesta por 13 miembros, 10 de los cuales son ajenos a la universidad, nombrados por el gobernador de turno.
Sin embargo, la gota que colmó el vaso, fue la Certificación 98 emitida por la Junta de Síndicos. Ésta propone eliminar las exenciones de matrícula que logran los estudiantes por sus méritos académicos o por participar en alguna agrupación que represente a la Universidad como coros, equipos deportivos, bandas musicales, tunas, etc. Aún no se ha justificado su implantación, ya que la administración universitaria no ha abierto los libros de contabilidad, ni mostrado evidencia de cómo invierte su presupuesto.
Educación no es invertir Otro de los puntos en conflicto es el recorte de 100 millones de dólares del próximo presupuesto nacional. La razón que ofrece el gobernador Luis Fortuño [primer ministro de este Estado asociado a EE UU] es la crisis fiscal que atraviesa el país. Sin embargo, su política neoliberal considera la educación pública como un gasto y no como una inversión de futuro, y trata de ocultar su plan de privatizar el sistema de enseñanza.
Fortuño, líder del Partido Nuevo Progresista (PNP), ha despedido a unos 30.000 empleados públicos desde que asumió su cargo en enero del 2009, para dar paso a lo que llama Alianzas Público Privadas (APP). Éstas van a empeorar los servicios, las condiciones de los trabajadores y a aumentar el desempleo, mientras favorece a los contribuyentes de sus campañas políticas.
Por otro lado, la policía y su fuerza de choque han sido cómplices propinando palizas, lanzando gas pimienta y dando descargas eléctricas a los estudiantes que ejercieron su derecho a manifestarse pacíficamente, e incluso impidieron la entrada de agua y alimento para los huelguistas. Los gastos para mantener a la policía frente a los portones ascendieron a 1,5 millones de dólares.
Recientemente, ésta fue retirada al reconocer que no se ha producido ningún incidente que justifique su presencia las 24 horas. Ante este panorama, la administración universitaria, presidida por José Ramón de la Torre, ha realizado un doble juego. Por un lado, dice estar dispuesta a dialogar con el Comité Negociador escogido en asamblea (formado por representantes de los 11 recintos universitarios) y por otro, les lleva a los tribunales alegando supuestos daños a la propiedad, pérdidas económicas y la ilegalidad de la huelga.
Autogestión y autonomía
Esta huelga es una apuesta de creatividad al poder y ha logrado la simpatía de la mayoría de las personas puertorriqueñas. Madres, padres, familiares, sindicatos, artistas o figuras como Eduardo Galeano o Paco Ignacio Taibo II han brindado su apoyo a esta gesta. Incluso han instalado campamentos permanentes en los que no falta agua, comida y toda clase de artículos.
La Asociación Puertorriqueña de Profesores Universitarios también ha estado presente desde el primer día. La pasada semana llevaron a cabo una Asamblea Nacional histórica, la primera que convoca a todos los profesores del sistema público universitario, en la que aprobaron un voto de huelga del profesorado, que será llevado a cabo si la policía entra a los recintos para desalojar a los huelguistas. Sin embargo, ni las amenazas de perder el semestre o las acreditaciones locales y federales, ni las costosas campañas publicitarias por parte de la administración amedrentan al movimiento estudiantil. El plato está servido para un desenlace histórico del conflicto. La huelga de la UPR transciende los portones. En la entrada principal del recinto se lee un cartel que dice: “Perdone los inconvenientes, estamos construyendo una Universidad pública”.
Más Info:
Colectivo de Prensa Estudiantil
http://rojogallito.blogspot.com
Radio Huelga (Emisión en directo).
http://www.ustream.tv/channel/radiohuelga
La Universidad de Puerto Rico es un país.
http://www.upresunpais.com/
La convivencia en los portones
La vida dentro de los portones se rige por sus propias normas de convivencia: turnos de limpieza, cocina, recogida de basura… Instalados en sus casetas de acampar, la comunidad estudiantil ha convertido los campus en espacios ‘ecoamigables’.
El reciclaje, que brilla por su ausencia en esta isla asociada a EE UU, se incluyó como parte de la conciencia huelguista. Y el sistema de transporte interno en bicicleta convirtió los recintos en peatonales.
Además, la urgente necesidad de lograr una soberanía alimentaria –Puerto Rico importa más del 90% de sus alimentos– les llevó a crear varios huertos ecológicos, que ya han tenido sus buenos resultados: tomates, berenjenas o albahacas dulces.
Fuente: http://www.diagonalperiodico.net/La-huelga-estudiantil-en-la.html
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