La República Popular Democrática de Corea (Corea del Norte) anunció este martes la adopción de medidas para la ruptura de relaciones con Surcorea ante la campaña desatada por el sur contra el norte por el hundimiento de uno de sus buques de guerra cuando hacía maniobras junto a EEUU y que se lo atribuye a Pyongyang.
El Comité por la Reunificación Pacífica de la Patria radicado en el norte anunció oficialmente que desde este momento aplicará acciones resueltas para congelar las relaciones, anular el pacto de no agresión y cesar la cooperación Norte-Sur, informó el portavoz de esa entidad citado por la agencia de noticias KCNA.
Asimismo, no se sostendrá diálogo ni contacto alguno entre las autoridades durante el gobierno del presidente de corea del Sur, Lee Myung Bak, en tanto se suspenden las albores de los delegados de enlace de la Cruz Roja en Panmunjon, reseñó una nota de Prensa Latina.
Además, se interrumpen todas las comunicaciones entre el Norte y Sur.
La decisión incluye la paralización y cierre de la oficina consultiva de la cooperación económica bilateral en la zona industrial de Kaesong y la expulsión del personal de la otra parte.
Otra medida se refiere al inicio de la contraofensiva sobre la guerra psicológica que las autoridades surcoreanas libran contra Pyongyang.
La nota destaca que también se prohíbe el paso de aviones y barcos del Sur por las aguas y espacio aéreo de este país, en tanto todos los problemas en los vínculos bilaterales serán tratados según la ley para tiempo de guerra.
Por su parte, el presidente Lee anunció la prohibición del paso de los barcos de la RPDC por las aguas marítimas de Surcorea, la interrupción del comercio, el uso del derecho a la autodefensa y la presentación del caso del buque Cheonan al Consejo de Seguridad de la ONU.
El portavoz recordó que la RPDC advirtió que consideraría como declaración de guerra la campaña de confrontación de la otra parte en relación con el referido incidente, ocurrido el pasado 26 de marzo.
Seúl presentó los resultados de una investigación el pasado jueves, atribuyéndole la causa del hundimiento del barco a un ataque de torpedo por Pyongyang, sin embargo, la RPDC rechazó las acusaciones y expresó la disposición a enviar inspectores al Sur para comprobar la supuesta prueba material del Norte en lo sucedido. La solicitud fue denegada.
Analistas consideran que ante unas maniobras tan relevantes que efectuaban las fuerzas surcoreanas y estadounidenses en el mar de China, era casi imposible que pudiera pasar inadvertido para los radares de los barcos de guerra y los satélites estadounidenses que monitorean los ejercicios y fungen como mediadores de las comunicaciones, un torpedo lanzado por la RPDC de la magnitud semejante al que hundió el buque de guerra surcoreano y que pasaran varias semanas sin tener certeza de lo ocurrido, lo cual ha despertado las sospechas de la RPDC.
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