sábado, 29 de mayo de 2010

Brasil: EN DEFENSA DE LA PRESERVACIÓN AMBIENTAL - MST

Los parlamentarios de la comisión especial que discute las alteraciones en el Código Forestal deben votar, en el mes de junio, el informe final de cambios de legislación. Denunciamos que el informe tiene en cuenta solamente los intereses de los partidos ruralistas, por la ausencia de un debate amplio sobre el tema. Ellos pretenden consolidar la deforestación que ya promovieron en el Cerrado, La Mata Atlántica, Las Pampas y La Caatinga y avanzar en la destrucción de la Amazonia.

El Código Forestal es una barrera para el avance del agro negocio, porque impone límites a la devastación ambiental en la actividad agrícola, con la aplicación de la Reserva Legal (RL) y de las Áreas de Preservación Permanente (APP). La reserva legal es del 80% en la Amazonia; 35% en el Cerrado y 20% en las otras propiedades.

Los impactos de la destrucción del medio ambiente se notan en todas partes, no sólo en las regiones directamente destruidas. Un ejemplo reciente es la muerte de más de 200 trabajadores y trabajadoras de las regiones más pobres de Rio de Janeiro, debido a las fuertes lluvias que afectaron el estado a inicios de abril. Las principales víctimas fueron familias que viven en las colinas por falta de un programa de habitabilidad que atienda las necesidades del conjunto de la población. Las consecuencias de los desequilibrios ambientales recaen principalmente sobre los más pobres.

El desequilibrio climático y los desastres naturales tienen las raíces en la forma como se organiza la producción en la sociedad, bajo la hegemonía de las grandes empresas transnacionales y del capital financiero. Estas actividades no están en sintonía con la naturaleza y debilitan los ecosistemas, para garantizar una mayor acumulación del capital.

La flexibilización de la legislación ambiental, defendida por los partidos ruralistas, es del interés del agro negocio, de las empresas transnacionales de la agricultura y del capital financiero. El Código Forestal Brasileño fue creado en 1934 como forma de tener unas reglas que regiesen la expansión de la economía agrícola para las áreas de selva, que estimulaba el gobierno de Getúlio Vargas. En 1965, el Código fue reformado por el gobierno militar para poner límites a la deforestación que se produciría con la implantación de su programa de colonización de la Amazonia.

En el 2001, a través de la Medida Provisional, el gobierno FHC realizó la última gran reforma en el Código, permitiendo la implantación de grandes obras que interesaban al capital. No obstante, permanecieron las exigencias en términos de áreas y porcentajes en relación a las Áreas de Preservación Permanente y la Reserva Legal. Aquí están los instrumentos legales que el agro negocio quiere eliminar de su horizonte.

El Código preserva también las áreas a lo largo de los ríos o de cualquier curso de agua; alrededor de lagunas, lagos o reservas de aguas naturales o artificiales; en la cima de las colinas, montes, montañas y sierras y en las alturas superiores a 1800 metros, cualquiera que sea la vegetación.

El Código Forestal se mantuvo vivo hasta ahora gracias a la lucha de los brasileños que defienden el medio ambiente y la naturaleza, que es un bien estratégico del pueblo. Aún así, aunque esté en la ley, nunca fue respetado por los gobiernos ni por el propio agro negocio. Hasta ahora, el sector ruralista actúa de la siguiente forma: ignora las determinaciones del Código Forestal para derribar los bosques; cuando se les coge con la sierra mecánica en la mano, culpan la rigidez de la legislación en vigor y, finalmente, movilizan a sus parlamentarios para derribar esos “obstáculos”.

La Vía Campesina definió propuestas para un profundo programa ambiental para el campo brasileño. Antes de cualquier medida, defendemos el mantenimiento del Código Forestal, que debe cumplirse de manera que pueda implementarse una agricultura campesina sostenible. Formamos parte de la campaña por la “Deforestación cero” para interrumpir la devastación forestal inmediatamente. Para las áreas de la Reforma Agraria, proponemos a los gobiernos un amplio programa para la reforestación con árboles nativos, la construcción de agro bosques y un programa de Educación Ambiental.

Los intereses de los partidos ruralistas para pasar sus tractores sobre los bosques y la creación de la CPMI contra la Reforma Agraria son dos lados de la misma moneda. Mientras trabajan duro para flexibilizar la legislación ambiental, para expandir inmediatamente el capital sobre nuestro territorio, mantienen un instrumento político eficiente para hacer la lucha ideológica contra los movimientos sociales, paralizar la Reforma Agraria e impedir cualquier resistencia a sus proyecto para la agricultura brasileña.

Estamos articulándonos con otros movimientos sociales y ambientalistas para impedir que esta nueva maniobra contra el medio ambiente sea aprobada por los sectores conservadores. Defendemos la integración entre los bosques y la producción de alimentos saludables para la población del país.

Secretaría Nacional del MST

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