Colombia: Entre la niña y wikileaks

El plan de dominación sobre Colombia se deslíe, por obra de las intensas lluvias provocadas por el fenómeno de La Niña y por las graves revelaciones de Wikileaks, que sacan a flote el terror de Estado, adelantado conjuntamente por la oligarquía colombiana y el imperialismo norteamericano.


El plan era muy simple. Sacar a Uribe y colocar a Santos en la presidencia, mientras el Congreso en hábil maniobra dictaba leyes, para tapar los desastres y el genocidio intensificados, en los dos mandatos de Uribe y así, continuar convirtiendo a Colombia en ‘país minero’.

Pero, para su sorpresa aparecieron dos imponderables, el desastre por las lluvias y lo que el periódico conservador británico, The Financial Times, califica como el más grave daño causado a la imagen mundial de Estados Unidos, debido a las filtraciones de Wikileaks de miles de mensajes secretos de los diplomáticos estadunidenses destacados en Bogotá, porque en ellos se revela “el papel cumplido por los EU en la lucha contra la guerrilla y el narcotráfico".

Las bases de la publicitada ‘seguridad democrática’ irán quedando al desnudo, tal como son, una amalgama de terror de Estado y manipulación mediática, necesarias según la oligarquía y el imperialismo, para sostener la explotación neoliberal de la nación colombiana.

De otro lado, la renombrada ‘confianza inversionista’, celosamente guardada por Uribe y Santos, queda desleída por el desastre humano y económico, causado por las lluvias de La Niña.

Las lluvias dejan al país sin carreteras, media nación inundada, muchas poblaciones destruidas, más de medio millón de viviendas derrumbadas, cosechas y ganados perdidos, además de las muertes, la hambruna y las pestes que golpean a millones de compatriotas.

Los planes neoliberales para lograr una inflación baja y un crecimiento económico alto en 2011, se ahogan con las presentes lluvias y se merma el alcance de las reformas, que están introduciendo al régimen de regalías y para lograr un nuevo ajuste fiscal.

En una palabra, las empresas internacionales que califican el riesgo de invertir en cada país, pensarán dos veces, antes de otorgarle cualquier calificación a la actual situación económica de Colombia.

Con la salvaje explotación y represión mantienen a Colombia en el Tercer Mundo, pero entre los desastres naturales y la intensificación de la expoliación capitalista e imperialista, amenazan con lanzarnos aún más atrás, a donde mantienen sumido a Haití. Tragedia similar a la que han sometido al propio pueblo estadunidense.

Hablando sobre su último libro, Esperanzas y Posibilidades, el intelectual estadunidense Noam Chomsky, en entrevista del mes pasado, denuncia esta cruel explotación:

"Los Estados Unidos en muchos aspectos se asemejan a un país del Tercer Mundo -mucho más desarrollado, pero tiene muchas de las mismas características estructurales: extrema desigualdad de la riqueza, deterioro de la infraestructura, los pobres sólo reciben operaciones depredadoras, corrupción enorme, entre otras cosas. Todo esto es bastante típico de países del Tercer Mundo y no de países que están tratando de desarrollar una economía con un futuro sólido. Se roban lo que pueden y se van".

Estas catástrofes deben servirnos a los colombianos, para tomar conciencia de los males que nos hacen sufrir y luchar contra quienes quieren seguir manteniéndonos, en el fondo de la inhumanidad.

Revista Insurrección 248 
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