Visión sobre las diversas manifestaciones sociales que se han tomado las calles de nuestro país.
El presidente del país, Sebastián Piñera y su grupo de ministros más cercanos, ven con mucha preocupación y nerviosismo la serie de "temblores sociales", como escribe un amigo de Punta Arenas, Manuel Rodriguez, que están apareciendo en distintos lugares, y de diversos grados, algunos bastante fuertes y con mucho ruido, y otros con movimientos suaves, casi imperceptible, no por eso, preocupantes. Nuestra clase política al parecer, no le preocupa estás manifestaciones auténticamente ciudadanas, donde personas, grupos practicamente desconocidos entre ellos, son capaces de generar emocionalmente y objetivamente, redes en común por un objetivo claro a conseguir.
El ejemplo más claro y contundente quizás, sea el caso reciente de hidroaysén, donde personas de cada región, de cada ciudad de nuestro país, salio de sus casas con banderas chilenas y carteles, denunciando el atropello salvaje, cruel, sobre nuestra naturaleza, una de las reservas más pura del planeta, por empresas hidroléctricas internacionales y nacionales.
Esta acción de estas grandes empresas, con el sólo propósito de generar grandes ganancias para sus dueños, sin importar el daño irreversible a nuestra naturaleza, a nuestros ríos, a la gente, a la región que produce la construcción de grandes centrales hidroeléctricas, (según dicen), por el "gran crecimiento económico" que el país está generando. Pero estas mismas personas, no dicen que la riqueza acumulada por grandes consorcios y empresas en nuestros país, queda absolutamente para ellos, y el pueblo, la gran clase media, seguirá esperando el chorreo, como manifestaban eufóricos los famosos "chicagos boy", que venían con postgrados de Estados Unidos, para imponer en plena dictadura de Pinochet, el "libre mercado", como la única alternativa para salir del desarrollo. Producto de esa economía libre, hoy día tenemos una clase media empobrecida como nunca antes en la historia del país, el endeudamiento de las familias del sector mencionado, paso a ser una grave crisis social que durante los últimos 30 años, nadie a nivel gubernamental de antes, y el de ahora, enfrenta con coraje está grave "crisis económica social".
Las deudas de las familias, más los intereses usureros de los bancos, los prestamistas, hacen imposible que las familias logren pagar sus deudas. llegando incluso, perder sus propiedades. Otra situación desesperada para los trabajadores, son los sub-contratistas, donde la explotación, los bajos salarios, nunca pagan en las fechas correspondiente, a veces ocurre, pasan uno o dos meses y no reciben salario, tampoco explicaciones justas. El abuso se a convertido como el "protocolo oficial" de estás empresas sub-contratistas, el acoso constante que sufren las mujeres, es otra realidad que la autoridad del trabajo miran para el lado. Las diversas acciones colectivas que hemos visto en nuestro país, y seguirán agudizándose, son producto del gran descontento ciudadano. Por una parte, las autoridades dicen que el desarrollo económico está creciendo, la economía se ve más robusta, más fortalecida. Sin embargo, la realidad del pueblo, de los ciudadanos es totalmente diferente, sobre todo en regiones y ciudades más alejadas, donde la mayoría de sus trabajadores, recibe como salario el pago mínimo impuesto por las autoridades, alcanza apróximadamente a unos $ 172.000 pesos mensuales. En otros países, como Japón el salario mínimo apróximado alcanza 2.200 dolares mensuales ($ 1.300.000 pesos chilenos), en EE.UU la cifra es algo similar, en España, el salario mínimo apróximado es de $ 600.000 mil pesos chilenos. En otras palabras, el salario mínimo en nuestro país, representa una verdadera "miseria", comparado con los grandes millones mensuales que ganan los ejecutivos de las AFP, a costa del sacrificio de millones de trabajadores que cotizan en estás empresas, para recibir una vez jubilados, una miserable pensión. Estás grandes desigualdades producen "violencia", sólo al mencionarlas, cómo será para millones de trabajadores que tienen que vivir en carne propia, junto a sus familias estás grandes esclavitudes que el sistema económico, impone en Chile. El sistema político chileno, el gobierno hacen agua por todos lados.
La última manifestación de nuestros "indignados chilenos", ocurrida este jueves 16 de junio, pasará a la historia como una de las más convocantes en Santiago, y también en regiones, algunos estiman la cifra nacional cercana a unas 160 mil personas. La gran cantidad de estudiantes secundarios, universitarios, profesores, y trabajadores de empresas sub-contratistas demostraron al mundo, el gobierno, a la clase política, que la indignación y la molestia ciudadana, pasó de ser un deseo subterráneo, a ser una expresión pública, netamente ciudadana. Ningún partido político tiene la capacidad hoy de generar una manifestación de está naturaleza. Todo lo contrario, la lejanía de los políticos en los verdaderos problemas de la gente, mostró por parte de los estudiantes una verdadera lección de los ciudadanos, al convocar a miles de personas, familias, para expresar abiertamente que el sistema económico y el crecimiento del país, sólo son cifras virtuales que permiten que millones de chilenos ven por la televisión, las grandes ganancias de consorcios, empresas mineras y los bancos, a costa de la explotación legal y abiertamente respaldada por el gobierno, y la clase política.
El actual sistema municipal de educación pública está colapsado, fracasado, y sólo cumple con formar jóvenes en pésimas condiciones académicas, donde sus expectativas personales, no son otras que aumentar el índice de pobreza, de él y sus hijos. El sistema universitario tiene por objetivo único, "el lucro", lo demás es letra muerta, además, el crédito con garantía del estado, es un muy buen negocio para los bancos, porque los intereses son bastantes usureros, se calcula que un joven profesional (teniendo suerte), serán apróximadamente cerca de 20 años y más, pagando el alto costo de su carrera, más los intereses "usureros" de los bancos. Lamentablemente, la ex-concertación y el actual gobierno de Piñera han institucionalizado la "usura", como instrumento financiero, empobreciendo a millones de familias, y también, miles de profesionales jóvenes encasillados por las deudas y interesas usureros, por más de 20 años.
Si alguno de ellos demora en pagar su cuota mensual, en forma inmediata pasa a Dicóm, y los malestares económicos y sociales, pasan a ser la mochila de todos estos jóvenes profesionales. La economía chilena es considerada actualmente por el gobierno y la clase política criolla, como la más desarrollada de latinoamerica, el país cuenta con el Indice de Desarrollo Humano(IDH), más alto de América Latina (0,783, 2010). Según estimaciones del FMI, el país alcanzará un PIB por cápita de poco más de USD 18.500, en un período de cuatro años (2014). Nuestra economía es diversificada y competitiva, destacando el mercado del "retail", las mineras y los bancos. Sin duda, los millonarios excedentes que les deja está "gran economía de mercado", "es un gran negocio, que sólo en Chile puede suceder". Un ejemplo claro de nuestra gran economía, en la tienda la Polar, donde la usura, el engaño y la estafa, son el eje principal que mueve está gran economía, por otro lado, un reo, un chileno, muere quemado entre las rejas de la cárcel, por estar vendiendo "discos piratas"
Fuente: Asamblea Nacional por los Derechos Humanos
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