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Adriana Esthela Flores
No pierden la esperanza de encontrar a sus familiares.
Foto: Mónica González
La caravana hacia el Ángel de la Independencia inició a las 10:00 horas.
Anunciaron que se reunirán con la procuradora Marisela Morales.
México • Había lo necesario, flores, abrazos y recuerdos. Pero la conmemoración del Día de las Madres convocada por la Marcha por la Dignidad tenía algo distinto a cualquier otra: en lugar de sonrisas, había lágrimas, y en vez de ser una fiesta, era un homenaje a los hijos desaparecidos.
En el Monumento a la Revolución, a las 10:00 horas, más de 150 madres empezaron a recordar su día regalándose entre ellas flores blancas y abrazos, no como señal de felicitación, sino de consuelo.
—Vengo a manifestar el dolor que estamos pasando, el más grande por el cual puede pasar una mujer: no saber dónde está su hijo —dijo Guadalupe Aguilar, madre de José Luis Arana, de 34 años, quien desapareció el 17 de enero de 2011, en Jalisco.
—Solo nosotras sabemos lo que se siente. Por eso estoy aquí: para decirles a los delincuentes que ellos no tienen madre.
Pero los desaparecidos ahí estaban, mirando desde las fotografías impresas en pancartas, camisetas, mantas, estampitas, lo que fuera. Unos sonriendo, otros serios, otros con sombrero, las mujeres casi siempre felices, con sus ojos brillantes.
—¡No estamos solas! —dijeron los contingentes de Coahuila y Chihuahua (los más numerosos), mientras se acercaban al grupo de campesinas de San Luis de la Paz, Guanajuato, que fueron a denunciar la desaparición de 23 de sus hijos en 2009.
—¡Vivos se los llevaron, vivos los queremos! —insistieron mientras se abrazaban unas a otras tratando de infundirse consuelo.
Los contingentes de 10 estados se acomodaron detrás de una manta que portaban Hortensia, Emma, Concepción y Teodonsia, madres provenientes de Chihuahua, zona emblemática de desapariciones en México.
—La sociedad no puede permanecer indiferente a este dolor que lacera y destruye a nuestras madres… Les han destrozado la vida, ya jamás las cosas volverán a ser igual —dijo en el altavoz don Gabino Gómez, familiar de desaparecidos.
En esta movilización no solo había desaparecidos durante este sexenio que, según un reporte emitido en abril de 2011 por la Comisión Nacional de Derechos Humanos, ascienden a 5 mil 397; también estaban los jóvenes de HIJOS México para recordar 564 casos de desaparición forzada, registrados sobre todo durante los años de la guerra sucia.
—Es una deuda histórica: las primeras madres son nuestras abuelas. Es un deber familiar —expresó Alba Santiago, quien participó en memoria de Epifanio Avilés Rojas, cuya desaparición en 1969 ha sido la primera registrada en la época actual de México, y de los demás desaparecidos en el país.
Mientras la caravana avanzaba sobre Paseo de la Reforma, las madres y familiares dirigían sus reclamos a personajes específicos, como a Humberto Moreira, ex gobernador de Coahuila, uno de los estados con mayor índice de desapariciones.
“Coahuila se ha convertido en un escenario del crimen. Es un verdadero territorio de Zetas con un gobierno inútil del estado, nepotista”, destacó Pedro Pantoja, asesor de Fuerzas Unidas por los Desaparecidos en Coahuila (Fuundec), que ha reportado 250 casos desde 2007.
—¡Moreira! ¿Dónde está tu madre? —gritaban familiares.
Al llegar al Ángel, los rostros de los desaparecidos ocuparon las escalinatas y contestaron el pase de lista a través de sus familiares.
—¡Presente!
Las jóvenes gemelas Nitzia y Mitzy, hijas de Nitzia Alvarado —desaparecida en 2009 tras ser detenida por un comando militar—, leyeron los nombres de los desaparecidos en Chihuahua. Ellas forman parte de los 37 integrantes de la familia Alvarado que tuvieron que irse de Chihuahua debido a las amenazas y ataques contra su familia. Siguieron las demás listas con los nombres, estado por estado: Guanajuato, Nuevo León, Oaxaca, Jalisco, Querétaro, Tamaulipas. A cada nombre, la misma respuesta.
—¡Presente!
Y otra vez el llanto.
—¡Calderón, los desaparecidos sí tienen madre! Todas mis compañeras y yo tenemos el dolor. ¡Margarita, escúchanos, tú también tienes madre!” —suplicó María del Carmen Ortiz, madre de Héctor Rangel, desaparecido en Querétaro. Junto a ella, su sobrino Roberto, de apenas seis años, también protestaba.
—Pido a Felipe Calderón que me devuelva a mi tío. Que me lo entreguen y que me den la cara.
Reina Estrada, del Estado de México, tomó el micrófono para hablar en memoria de su esposo.
—Mi familia está destruida. Le pedimos ayuda a Peña: nos fue negada.
—¡Peña Nieto no cumplió! —le respondieron las otras madres.
Norma Ledesma, fundadora de Justicia para Nuestras Hijas, nuevamente desató las lágrimas de la caravana.
—El día en que nos desaparecieron a nuestras hijas nos clavaron un puñal en el corazón, pero con la otra parte seguimos luchando. Por eso, en este 10 de mayo, donde tradicionalmente se está celebrando a las mamás con mariachis y cantando las tradicionales “Mañanitas”, nosotras decidimos hacerles homenaje a nuestros hijos e hijas ausentes.
Eran poco después de 13:00 horas. Las madres tomaron un descanso. Esta vez, no recibieron más banquete que naranjas, agua y sándwiches para calmar el hambre, mientras preparaban las demás actividades. Se anunció que este viernes una comisión de madres de desaparecidos se reunirá, en encuentros por separado, con la procuradora general de la República, Marisela Morales, y el presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, Raúl Plascencia.
Casi a las 15:00 horas, otra madre con un hijo ausente llegó para animarlas: Rosario Ibarra, considerada una de las primeras mujeres en buscar a un hijo desaparecido en México, Jesús Piedra Ibarra
—No pierdan la fe, no pierdan la esperanza. Nunca piensen que están muertos, búsquenlos todo lo que se pueda. Yo estoy luchando desde 1975, ya estoy vieja… Nosotras estamos pendientes de ellos y somos su esperanza de vida.
► Exigen investigar y esclarecer los casos
La coordinadora del PRD en la Cámara de Diputados, Mary Telma Guajardo, exigió a la PGR investigar y esclarecer la desaparición de personas, además de revisar la posible creación de una fiscalía especializada.
Expresó asimismo su solidaridad con las madres de desaparecidos y asesinados, particularmente con las que ayer marcharon por Paseo de la Reforma para exigir a las autoridades encontrar a sus hijos.
En un comunicado, la legisladora coahuilense cuestionó el desempeño del Ministerio Público en esos y otros casos: “La PGR no puede resolver casos de narcotráfico; no puede resolver asuntos electorales; no ha podido dar certidumbre a los familiares de víctimas y desaparecidos, ¿y entonces qué hace?”.
Guajardo llamó igualmente a las autoridades locales de Coahuila, Tamaulipas, Chihuahua, Querétaro, Nuevo León, San Luis Potosí y el Estado de México, entre otras entidades, a coadyuvar en las investigaciones sobre personas desaparecidas.
“No son solo un daño colateral, como lo ha calificado el presidente Felipe Calderón, sino son víctimas de la fallida lucha contra la delincuencia y el crimen organizado encabezada por el mandatario”, puntualizó.
Agregó que las felicitaciones presidenciales por el Día de las Madres son insuficientes. “El encargado del Ejecutivo federal utilizó su cuenta de Twitter para ello; sin embargo, ¿de qué sirve que Calderón lo haga?, es más importante que se responsabilice de las desapariciones y dé certeza de
dónde están sus hijas e hijos”, remató.
http://www.migua.org/2012/05/los-desaparecidos-si-tienen-madre.html
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