Mapuches de Argentina y Chile proclaman cuidado de las semillas y la alimentación |
La reunión se realizó los días 19 y 20 de mayo en Kurarrewe, en la araucanía chilena.
La declaración reivindica la cultura de los pueblos originarios y campesinos cuya cosmovisión reconoce y dignifica el uso de las semillas, de la diversidad y del cuidado del ambiente como expresión de la soberanía alimentaria.
Los conocimientos asociados a las semillas es un derecho de los pueblos como fundamento del cuidado de la vida y el patrimonio cultural de la humanidad. “Lo que afecta a la tierra, a las plantas, nos afecta a nosotros mismos” indican.
Critican la estrategia económica centrada en el aumento de los rendimientos productivos; lo que genera dependencia de los insumos para la producción, el aumento de los costos y riesgos y la degradación de recursos prediales.
Ello provoca además daños a la salud, la homogenización de los sistemas agrícolas, la pérdida de la estabilidad, la diversidad genética y la sustentabilidad económica, social, cultural y ambiental.
El encuentro mapuche adoptó el compromiso de cuidar las semillas antiguas para la diversidad, en los propios territorios indígenas, y sin permitir que sean intervenidas.
Asimismo, sensibilizar a la comunidad sobre los efectos de los transgénicos a través de la alianza urbana y rural,emprender campañas de comunicación y establecer un protocolo de trabajo en red de colaboración e incidencia.
También impulsarán rutas de nuevos mercados con identidad, así como estrategias para fortalecer las economías locales y defender los territorios indígenas, a través de circuitos económicos solidarios.
.Carta de Kurarrewe: Proclamación por el cuidado de la semilla y la soberanía alimentaria del wallmapu
Reunidosen el Territorio del Pewenmapu, Kurarrewe, en el marco del “Trafkintu del tiempo Rimu”, realizado los días 19 y 20 de Mayo de 2012, organizaciones, comunidades y personas del territorio Wallmapu de Chile y Argentina, suscribimos la presente carta y señalamos lo que sigue:
Fundamentos
El cuidado de las semillas está profundamente relacionado con el cuidado de nosotros mismos, de nuestras vidas, de nuestros pueblos, de nuestra historia y de nuestros conocimientos. Concebimos la agricultura, los modos de producción, las prácticas productivas como partes de un sistema mayor envuelto en la cultura que los expresa, como agro-culturas. La naturaleza es esencialmente diversa, las prácticas agrícolas de los pueblos originarios y campesinos así lo han entendido y respetado.
Esta relación – naturaleza, semillas, vida, alimentación, pueblos, donde lo importante, además de los genes, son los conocimientos asociados a las semillas, depositada en la propia comunidad, en la gente que vive en el territorio, se convierte en un derecho de los pueblos como fundamento del cuidado de la vida y patrimonio cultural de la humanidad. Lo que afecta a la tierra, a las plantas, nos afecta a nosotros mismos.
La cultura de los pueblos originarios y de los pueblos campesinos contiene saber, conocimientos y racionalidad ligada a su cosmovisión, ella reconoce y dignifica el uso de las semillas, de la diversidad y del cuidado del medio ambiente como expresión de la soberanía alimentaria.
El escenario actual atenta violentamente contra estas vivencias. La estrategia centrada en el aumento de los rendimientos productivos, desde sectores políticos, empresariales e industriales, ha generado dependencia de diferentes formas: de los insumos para la producción, (precios; proveedores y asesorías técnicas); aumento de los costos y riesgos; provocando degradación de recursos prediales, provocando efectos sobre la salud de las personas (el aumento del cáncer unido a uso de pesticidas) hasta la homogeneización de los sistemas agrícolas, generando la pérdida de la estabilidad, diversidad genética y sustentabilidad económica, social, cultural y ambiental.
Nos preguntamos: ¿Es esto lo que necesitamos como sistema agrícola y económico?
Consideraciones
Los representantes de pueblos originarios de comunidades, de organizaciones campesinas y organizaciones de la sociedad civil consideramos de vital importancia y urgente la defensa de nuestra soberanía alimentaria y de nuestros territorios mediante el cuidado real y concreto de las semillas y del conocimiento asociada a ellas.
Para ello consideramos imperiosa la revaloración de las prácticas y de los productos ancestrales que han sido usurpados, desplazados por políticas empresariales industriales.
Consideramos que las decisiones de los campesinos y pueblos originarios no son irracionales, sino por el contrario ellas obedecen a un conocimiento profundo producto de la relación con el territorio lo que constituye su patrimonio cultural, el cual debe ser integrado en la educación, la investigación y los sistemas de fomento técnico, bajo criterios de diálogo respetuoso de saberes y gestión intercultural del conocimiento.
Consideramos que es necesario que las semillas estén en contacto con los agricultores, sean campesinos o pueblos originarios, como verdaderos cuidadores, curadoras de las semillas desde tiempos ancestrales, y no en un banco de germoplasma aislado de la comunidad, en donde finalmente pierden su nutricidad por no interactuar con el medio y con las personas. Ellas tienen sentido y cumplen su labor sólo en la medida en que están en relación con la gente, en este aspecto es relevante e importantísima la labor histórica que han cumplido las mujeres “curadoras de semillas”, cuidadoras por excelencia de la vida .
Consideramos necesario generar propuestas desde el saber de esta tierra, propuestas propias inspiradas en el küme-mongen, inspiradas en el vínculo respetuoso entre los procesos económicos y los ciclos de la naturaleza en sus tiempos Rimu-Pukem-Pewün-Walüng desde la cosmovisión mapuche y el saber campesino.
.Llamado a proteger las semillas
Entonces, se hace indispensable dimensionar que las semillas han estado co-evolucionando con los pueblos en forma natural por eso les asiste este derecho colectivo de defenderlas. Desde ahí se fundamenta el rol de las organizaciones para definir las barreras y límites que no pueden ser transgredidas por las políticas públicas, los intervencionismos técnicos, las instituciones de comercio y de promoción del consumismo, con sus aliados financistas y lobbystas de la política.
- Debemos generar cambios en la política pública, para evitar el avance de los transgénicos y la privatización de las semillas.
- Debemos propiciar la relación entre la comunidad científica y el mundo campesino, e indígena, entre lo técnico y el saber heredado, el aprendido.
- Debemos desarrollar el ejercicio de “la participación como un derecho” desde diversas formas, y con las herramientas que los ordenamientos jurídicos nos dan como es la exigencias de información a los organismos públicos, con la aplicación del Convenio 169, entre otros.
- Debemos construir desde la confianza, las alianzas, la colaboración y la solidaridad para enfrentar la actual lógica de la competencia que destruye, y nos divide. Reconociendo que otro Mundo es posible, pero que ya está ocurriendo a través de transformaciones concretas más que esperanzadoras, y que son parte de lo que se ha vivenciado estos días en Kurarrewe … El cambio parte por nosotros.
.Acciones que nos comprometemos a ejecutar
1. Cuidar la semilla para la diversidad, preocuparnos por preservar las semillas antiguas en los territorios sin que sean intervenidas.
2. Generar redes de comunicación y de confianza que nos permitan difundir, educar y sensibilizar a la comunidad, respecto de los efectos de los transgénicos a través de la alianza urbana y rural, campañas, encuentros y redes de comunicación a nivel regional, nacional e internacional, tanto para prevenir como para evitar el avance de los transgénicos.
3. Campaña comunicacional para difundir y promover esta “Carta de Kurarrewe” como Proclamación por el cuidado de la semilla y la soberanía alimentaria del wallmapu.
4. Establecer un protocolo de acuerdo de este trabajo en red de colaboración e incidencia
5. Generar una ruta de nuevos mercados con identidad que permita visibilizar estos temas en el territorio del wallmapu, zonas chilena y argentina.
6. Asumir estrategias para fortalecer las economías locales y la defensa de los territorios, a través de circuitos económicos solidarios que continuarán generándose y fortaleciéndose.
La gente quiere lo fácil, por eso va al supermercado, para comer “basura”. Es necesario cambiar nuestra forma de vida, nosotros somos una semilla, las palabras son semillas y todo es un ciclo, una comunidad de continuidad…. (frase expresada en el encuentro)
.Listado de organizaciones:
■Feria Walung Kurarrewe – Kurarrewe
■Red de Ferias y Mercados con Identidad – Kurarrewe
■Corporación Cet Sur – Temuco
■Convivum Slowfood – Pucón
. http://servindi.org/actualidad/65100
2 comentarios:
Buenas, muy interesante su blog, los invitamos al nuestro.
Saludos!
http://laberintosocial.blogspot.com/
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