La cumbre de la Unión por el Mediterráneo, que se celebra el próximo 8 de junio, está en peligro. Los países Árabes, con Egipto y Siria a la cabeza, amenazan con no acudir a la cita si lo hace el ministro de exteriores israelí, Avigdor Lieberman.
Una postura que han adoptado después de que éste asegurase que el presidente egipcio, Hosni Mubarak, “podía irse al diablo” por no querer viajar a Israel. Algo que no ha sentado nada bien, y a lo que hay que sumar la postura del ultranacionalista en relación a los palestinos, a quienes niega el derecho a tener un Estado.
Lieberman se defiende
De hecho los Estados Árabes ya han notificado a la Unión Europea y al gobierno de España sus intenciones, lo que ha hecho saltar todas las alarmas a un posible fracaso de la cita.
En especial porque Lieberman ha hecho caso omiso de la postura Árabe, y según informa el diario Haaretz, va a acudir a Barcelona junto a su primer ministro, Benjamin Netanyahu, que encabezará la delegación israelí.
El ministro de Exteriores considera además que con España “hemos sido muy creativos y flexibles pues hemos aceptado todas sus demanas”, ha dicho. Ahora, el problema está entre “España, Egipto y Siria”, que son quienes deben ponerse de acuerdo para lograr salvar la Cumbre.
Moratinos toma cartas en el asunto
Según Haaretz los diplomáticos de la Unión Europea están convencidos de que los Árabes “no quieren sentarse en la misma mesa, ni fotografiarse” junto a Lieberman por el efecto que podría tener de cara a su opinión pública.
El nerviosismo se ha instalado ya en el seno de la presidencia española, cuyos diplomáticos ya se han reunido con la delegación israelí para tratar de este asunto. Y la respuesta que habrían obtenido es que no van a permitir que nadie influya en la composición de su delegación en Barcelona.
Un asunto del que se va a ocupar a partir de hoy el propio Miguel Ángel Moratinos, el ministro de Exteriores, que viaja a la zona. Se espera que se entreviste con Netanyahu, y este miércoles estará en Damasco para intentar convencer al presidente Bashar al Assad de que acuda al encuentro. Ya que, según el diario Israelí, si da su visto bueno, es mucho más factible que El Cairo haga lo mismo.
Miedo al fracaso
El miedo que existe en este momento es que el conflicto israelo-palestino haga fracasar la Unión por el Mediterráneo, como ocurrió hace unas semanas en la conferencia euro-meditearránea sobre el agua en Barcelona.
La UpM se estableció en junio de 2008 impulsada por Francia, para impulsar proyectos económicos, científicos y culturales entre los países ribereños del Mediterráneo
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