sábado, 15 de mayo de 2010

Marcha de los Pueblos Originarios De Salta a Tucuman, de la noche a la mañana

En Salta funcionarios municipales y provinciales intentaron detener la Marcha de los Pueblos Indígenas; en contraposición, fue recibida por el Secretario de Derechos Humanos y la Ministra de Educación.

En la fría noche del 13 de Mayo la Marcha de los Pueblos Originarios “Transitando hacia el camino de la verdad” –Qapac Ñanta Purispa- llegó a la capital de la provincia de Salta. Acorde a los esperados movimientos de las 3000 personas que llegaban desde Jujuy, luego de haber realizado las ceremonias de iniciación de la marcha en La Quiaca y San Salvador, las comunidades aborígenes se apersonaban a Salta siguiendo el itinerario correspondiente.

En la autopista fuera de Salta la policía provincial comenzó a organizar la llegada de los colectivos al parque San Martín del centro de la ciudad. Luego de acomodarlos surgió una situación inesperada para el pacífico desarrollo de la Marcha ya que se apersonaron funcionarios municipales con un mensaje en el frente de la gente organizada: afirmaron que no podían acercarse a la plaza 9 de Julio del centro de la colonial ciudad para realizar el acto. Allí esperaban cientos de militantes de la Tupac Amaru y demás organizaciones para efectivizar el trayecto de la marcha en dicha provincia.

El Secretario de Protección ciudadana de la Municipalidad no mostraba intención de que así se dieran los acontecimiento, a lo que luego se le sumo el Secretario del Interior de la provincia reafirmando el impedimento. Los funcionarios argumentaban que en la plaza estaba instalada una “carpa de educación vial” y que no permitía el paso de gente organizada sobre el espacio público. Las comunidades arrimantes ya se encontraban bajo el intenso frío en la calle San Martín con declaradas manifestaciones de marchar.

Las organizaciones del evento habían presentado a la Municipalidad el permiso correspondiente para la realización del acto, sin embargo los funcionarios desoyeron el argumento mientras los pueblos cantaban y coreaban canciones alusivas a los derechos indígenas no reconocidos.

La situación se volvió tensa cuando los funcionarios insistían en impedir los legítimos derechos a manifestarse en los espacios públicos mediante la negación; aunque, después de una hora de espera y conversaciones, se llegó a un punto de acuerdo. El acto de haría siempre y cuando la carpa vial no se tocara y trasladará, a lo que a regañadientes los funcionarios aceptaron. La marcha comenzó finalmente con dirección al centro de la ciudad rodeada –curiosamente- de cientos de policías provinciales.

El acto

El acto comenzó con tardanza cerca de las 23 horas. En la plaza ya estaban instaladas las organizaciones sociales, comunidades indígenas de la provincia salteña, el escenario y el sonido. A diferencia de los funcionarios los militantes fueron amables y serviciales con los integrantes de la Marcha. Más de 3000 personas levantaron el ánimo y comenzaron los discursos: primero hablo la referente social Milagro Sala, quien declaró que los verdaderos protagonistas de la marcha eran los pueblos originarios y agregó “ellos nos enseñan a cuidar el medio ambiente, a proteger la pachamama. Basta de desmontes y de minería contaminante”. Luego tomó el micrófono la referente guarani Modesta Campos quien en su lengua agradeció a todos los marchantes por apoyar esta gran iniciativa nacional para recuperar cultura y costumbres como el habla original.

Al finalizar la marcha se dio un hecho no menos preponderante: muchos indígenas entraron a comercios del centro de la ciudad y los vendedores se negaron a atenderlos. Una actitud que fue denunciada a la policía en el momento sin encontrar respuesta.

Llegada a Tucumán en una mañana soleada

La llegada a Tucumán de la Marcha Nacional de los Pueblos indígenas tuvo un ambiente especial desde el principio. Luego de acomodarse a tempranas horas de la mañana en el camping municipal “Las Lomitas”, se realizó la ceremonia de recepción mediante costumbres ancestrales.

Desde allí se organizó la columna que se movilizó al centro de la ciudad. Ya sumadas las comunidades de Salta, junto a las de Jujuy, el camping era albergue de gran cantidad de periodistas locales que consultaron a dirigentes de distintas comunidades indígenas sobre el contenido de la marcha y los derechos adquiridos reclamados.

A diferencia de la hostilidad de la vecina provincia de Salta en el jardín de la república la recepción del pueblo local fue abierta y cordial. Junto a los aborígenes estaban organizaciones de derechos humanos y familiares de Javier Chocobar, el referente indígena asesinado en Octubre pasado. El primer destino de la marcha fue justamente el edificio de tribunales provinciales en reclamo ante la falta de justicia en el caso Chocobar ya que todavía no hay ningún detenido al respecto.

Ya en el mediodía, en las escalinatas del edificio de calle 25 de mayo de San Miguel, hablaron el hijo de la víctima y el principal dirigente diaguita de la comunidad a la que pertenecía Chocobar, Francisco Balderrama. Bajo la atención de los miles de asistentes él mismo hizo un pedido a los jueces provinciales: “los jueces ignoran los derechos de los pueblos a la tierra, hoy necesitamos justicia. Nos sentimos inseguros porque los asesinos de Javier Chocobar están sueltos”. Además habló a la multitud la abogada de la causa, la Dra. Moreno, quien explico el estado de la demanda y el pedido del fiscal que obliga a garantizar la seguridad del pueblo diaguita.

Llegada a la Plaza Independencia

La llegada a la plaza principal se dio en un marco de recepción acorde a las circunstancias. Allí dirigieron palabras al público itinerante Delfín Gerónimo de la comunidad de Quilmes, Santiago Mamaní de la comunidad de Valle del Tafí, Daniel Sanchez de la comunidad de Potrero Rodeo Grande de Trancas, entre otros. Todos tuvieron palabras alusivas a la marcha que los pueblos originarios hicieron en 1946 llamada “Caravana de la Victoria”, rebautizada por la prensa de Capital Federal “Malón de la Paz”. Durante el acto se leyeron adhesiones de muchos transeúntes, curiosos y organizaciones intermedias entre las que se destaca la del diputado provincial del Chaco y referente aborigen, Elgidio García.

En medio del acto, cuando ya habían expuesto la mayoría de los oradores las puertas de la Casa de Gobierno de Tucumán se abrieron y los principales referentes de las comunidades entraron. Allí los recibió los funcionarios provinciales: el Secretario de Derechos Humanos, Daniel Posse, y la Ministra de Educación, Silvia Rokjés de Temkim.

La acogida fue amable y duró casi media hora; fue momento donde cada comunidad expuso sus necesidades particulares y generales de la problemática aborigen. Posse y Temkim, cada uno desde su área, asintieron y explicaron sus inquietudes de seguir trabajando para lograr un apoyo pleno a los derechos de los pueblos ancestrales. También destacaron la gran iniciativa de hacer una marcha nacional de tales características, y prometieron trabajar por mejorar la situación de las comunidades en el interior de su provincia.

Al finalizar la conversación los referentes salieron al balcón de la Casa de Gobierno junto a la Milagro Sala para saludar al público que se encontraba en la explanada de la plaza. Allí, con ánimo espontáneo, como si los visitantes cumplieran funciones de gobierno, levantaron sus manos hacia los marchantes cantando el grito coya de hurra “Jallalla” y guarany “Yasurupay”.

Fuente: Prensa Tupac Amarú

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