domingo, 9 de mayo de 2010

México: La ONU detecta tortura en priones del país

Advierte que los reos corren el mayor riesgo de tratos crueles, durante las primeras horas

Georgina Olson

En agosto de 2008 una delegación del Subcomité para la Prevención de la Tortura de la ONU (SPT) realizó visitas sorpresas a centros de detención en el Distrito Federal, Jalisco, Nuevo León y Oaxaca y en su informe afirma que en todos las prisiones encontró testimonios de personas que fueron torturadas o maltratadas físicamente, quienes “describieron dichos actos con un modus operandi y con una similitud impresionante”.
El informe fue dado a conocer el jueves pasado en las oficinas de la secretaría de relaciones exteriores, el STP señala que después de visitar siete centros penitenciarios y 12 recintos con separos, los visitantes de la ONU llegaron a la conclusión de que es durante las primeras 48 horas después de la detención cuando los detenidos corren el mayor riesgo de sufrir torturas o tratos crueles, conclusión que coincide con la de comisiones de derechos humanos de varios estados.

Esto ocurre porque la normatividad procesal mexicana señala que la declaración del acusado ante el Ministerio Público se puede utilizar como prueba “lo que genera amenazas de obtener confesiones e información en el marco de la investigación penal, utilizando métodos que llegan a violentar a las personas… incluyendo casos de tortura física y psicológica”.

Los funcionarios de la ONU constataron que los maltratos en el separo municipal de Alamey, Monterrey, donde encontraron un bate en una de las oficinas: “los miembros de la delegación escucharon versiones contradictorias sobre el origen del bate, por parte de los agentes del separo municipal.”

“En el mismo centro los miembros de la delegación escucharon cómo la noche anterior se habría propinado una paliza a altas horas de la madrugada a una persona en una de las celdas que, a simple vista, se utilizaba para guardar mantas”, señala el informe.

Ante estos hechos, la ONU recomendó al gobierno mexicano “encarecidamente que la supervisión del comportamiento de los oficiales de la policía sea reforzada de manera sistemática y urgente. Los abusos de poder deben ser tratados de manera estricta”.

Otra circunstancia crítica que atestiguaron fue el maltrato del que son víctima gran cantidad de detenidos durante el traslado a los centros de detención, y en particular escucharon terribles testimonios por parte de mujeres mexicanas.

Advierte que los reos corren mayor riesgo de tratos crueles, durante las primeras horas

En agosto de 2008 una delegación del Subcomité para la Prevención de la Tortura de la ONU (SPT) realizó visitas sorpresas a centros de detención en el Distrito Federal, Jalisco, Nuevo León y Oaxaca y en su informe afirma que en todos las prisiones encontró testimonios de personas que fueron torturadas o maltratadas físicamente, quienes “describieron dichos actos con un modus operandi y con una similitud impresionante”.

El informe fue dado a conocer el jueves pasado en las oficinas de la secretaría de relaciones exteriores, el STP señala que después de visitar siete centros penitenciarios y 12 recintos con separos, los visitantes de la ONU llegaron a la conclusión de que es durante las primeras 48 horas después de la detención cuando los detenidos corren el mayor riesgo de sufrir torturas o tratos crueles, conclusión que coincide con la de comisiones de derechos humanos de varios estados.

Esto ocurre porque la normatividad procesal mexicana señala que la declaración del acusado ante el Ministerio Público se puede utilizar como prueba “lo que genera amenazas de obtener confesiones e información en el marco de la investigación penal, utilizando métodos que llegan a violentar a las personas… incluyendo casos de tortura física y psicológica”.

Los funcionarios de la ONU constataron que los maltratos en el separo municipal de Alamey, Monterrey, donde encontraron un bate en una de las oficinas: “los miembros de la delegación escucharon versiones contradictorias sobre el origen del bate, por parte de los agentes del separo municipal.”

“En el mismo centro los miembros de la delegación escucharon cómo la noche anterior se habría propinado una paliza a altas horas de la madrugada a una persona en una de las celdas que, a simple vista, se utilizaba para guardar mantas”, señala el informe.

Ante estos hechos, la ONU recomendó al gobierno mexicano “encarecidamente que la supervisión del comportamiento de los oficiales de la policía sea reforzada de manera sistemática y urgente. Los abusos de poder deben ser tratados de manera estricta”.

Otra circunstancia crítica que atestiguaron fue el maltrato del que son víctima gran cantidad de detenidos durante el traslado a los centros de detención, y en particular escucharon terribles testimonios por parte de mujeres mexicanas.

“Un buen número de las detenidas, entrevistadas, alegaron haber recibido trato cruel o inhumano por parte de la policía, fundamentalmente en el momento de la detención… en Jalisco los miembros de la delegación de la STP escucharon de las mujeres entrevistadas que los tipos de maltrato más frecuentes por parte de la policía incluían bofetadas, patadas, golpes y maltrato verbal”, asegura el informe de la ONU.

La ONU recomendó al gobierno mexicano establecer controles para evitar estas prácticas, además de llevar a cabo un proceso serio de capacitación y sensibilización de prevención de la tortura para los agentes policiales más susceptibles de cometer actos de abuso de autoridad durante la detención.

En el caso específico de Oaxaca la delegación constató como 93% de los detenidos que llegaban a las comisarías de la policía, arribaban sin dinero ni bienes: “Las personas entrevistadas declararon haber sido despojadas de sus pertenencias por miembros de la policía y otros agentes del orden que les habrían sustraído dinero y bienes materiales en el momento de ser detenidas”.

También en Oaxaca los funcionarios de la ONU pudieron constatar cómo se dan detenciones sin fundamento en las que los agentes de policía roban el dinero a las personas “con el único objetivo de conseguir un suplemento financiero al bajo sueldo del que disponen los oficiales de policía”.

Ante esa realidad el SPT de la ONU recomienda a las autoridades mexicanas en el informe aumentar los sueldos de los policías, para que puedan mantenerse de manera digna y que no recurran a prácticas de abusos.

En los recorridos por cárceles del Distrito Federal, Nuevo León, Jalisco y Oaxaca constaron que es común ver casos de criminalización de la pobreza, donde el que no tiene para pagar una fianza es recluido por largos periodos.

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