La Inicitativa de Integración de la Infraestructura Regional Suramericana (IIRSA) surgió en el 2000. Según su sitio web, se trata de un "mecanismo institucional de coordinación de acciones intergubernamentales de los doce países suramericanos, con el objetivo de construir una agenda común para impulsar proyectos de integración de infraestructura de transportes, energía y comunicaciones". En tanto sus detractores afirman que esta Iniciativa persigue la integración de la Infraestructura Regional del Saqueo.
La geografa Silvia Leanza, integrante de la Fundación Ecosur y del Foro Permanente por el Medio Ambiente de Neuquén, trabaja con Irina Gari y Jimena Rojas en un gráfico del despliegue del Eje del Sur en Neuqén. Tomando como base un mapa de la desertizacion en la provincia, han ubicado las obras proyectadas y diversos emprendimientos extrativos, estableciendo los vínculos entre unos y otros. El objetivo: alertar sobre futuros impactos socio-ambientales.
Julieta Piñeiro |
Eje del Sur y zona de influencia Fuente: IIRSA |
La geógrafa Silvia Leanza, integrante de la Fundación Ecosur y del Foro Permanente por el Medio Ambiente de Neuquén, trabaja con Irina Gari y Jimena Rojas en un gráfico del despliegue del Eje del Sur en Neuquén. Tomando como base un mapa de la desertización en la provincia, han ubicado las obras proyectadas y diversos emprendimientos extractivos, estableciendo los vínculos entre unos y otros. El objetivo: alertar sobre futuros impactos socio-ambientales.
En esta entrevista Leanza habló del IIRSA, sus alcances en la región y su vínculo con el modelo neo extractivista en avance.
-¿Ustedes realizaron un mapa del IIRSA en Neuquén?
En realidad es un conjunto de mapas y esquemas referidos exclusivamente a Neuquén, donde intentamos superponer, desde los procesos de desertificación que padece la provincia, los mega emprendimientos urbanos, de agronegocios y mineros. Y, por último, todos o la mayor parte de los ductos vinculados con el IIRSA.
El sentido original fue localizar en un mapa de la provincia los mega emprendimientos, mineros y energéticos, que durante el año 2009 fueron anunciando por los medios de comunicación las empresas y los funcionarios de gobierno. Sistematizar esos datos y ubicarlos fue toda una la tarea. ¿Por qué? Porque en realidad esos anuncios y las noticias aportan datos sueltos que hay que articular con otra información. Porque el emprendimiento siempre está inscripto en un proyecto que está muy armado, y eso no se cuenta, y el común de la gente sólo recibe una oferta beneficiosa para el desarrollo local, que va a cubrir las necesidades sociales de esa comunidad y de las comunidades próximas.
En realidad todos estos mega emprendimientos están articulados entre sí por una red, compuesta por infraestructuras, en general, energéticas -ductos de gas, petróleo, agua- que hacen posible la explotación de los bienes naturales. Y esta red, que constituye una infraestructura, es la red que provee la Iniciativa de Integración Regional Suramericana, que también establece normas para la integración regional. Tiene su propia legislación adaptada a las necesidades de estos mega emprendimientos, que son planificados por grandes trasnacionales -y en algunos pocos casos, por ahora, “translatinas” [como la minera brasilera Vale y Petrobras].
Y un segundo aspecto que queríamos mostrar es cómo, en el marco del ordenamiento territorial para el Bicentenario -en el que están trabajando el Ministerio de Planificación de la Nación y cada una de las secretarías de Planificación de las provincias-, los mega emprendimientos de infraestructuras se proyectan al servicio de los mega-emprendimientos para la explotación de los bienes naturales -minerales, forestales, soja- y van a generar un nuevo ordenamiento basado en zonas de sacrificio. No zonas, en el caso de Neuquén prácticamente van a dejar la provincia para el sacrificio, y esto es lo que muestra estos mapas
-¿Por qué sostenés que estos proyectos no traerán desarrollo sino que transformarán el territorio en “zonas de sacrificio”?
Porque pensar en el desarrollo es pensar también en las posibilidades de desarrollo endógeno, pensar el desenvolvimiento de las potencialidades locales para las comunidades locales, regionales, nacional, para la gente; que genere trabajo, que es algo más que empleo, de calidad y digno. Estas mega infraestructuras (caminos, gasoductos, oleoductos, sistemas interconectados -como el tendido Comahue-Cuyo-, las nuevas represas -como Chihuídos) implican el desplazamiento de población, de comunidades chicas, que tradicionalmente han sido crianceros y desarrollan una agricultura bajo regadío. Economías, a veces, casi de subsistencia, pero con la propia identidad de las comunidades. Comunidades donde la gente tiene un trabajo, produce aquello que consume, aunque quizás no tenga empleo. Las obras de estos mega, en general emplean a los locales para las tareas temporarias, de menor calidad. Por otro lado son empleos que duran lo que duran las obras, nada más
Muchas comunidades que tienen sus tierras en lotes fiscales, que podrían lograr la propiedad veinteañal, son desplazadas por estos mega emprendimientos, vaya a saber a dónde. A veces implican la construcción de un nuevo pueblo. El embalse de Chihuídos I cubrirá más de un pueblo ubicado en un valle de regadío, muy fértil, entonces la solución es trasladarlos a arriba de la meseta, en la pampa pelada. Y otros habitantes de la provincia irán a engrosar los periurbanos de Zapala, de Neuquén Capital y demás, en condiciones deplorables de vida. Porque tampoco hay elementos para su propia realización y no hay respeto de la dignidad de las personas.
Las zonas de sacrificio implican esto: desplazamientos de población, pérdida de la biodiversidad, carencias de agua. No es solamente mover una montaña sino las implicancias que tiene este movimiento, por eso se habla de zonas de sacrificio. Zonas que se reconvertirán en un desierto mucho más grande del que ya tenemos. En este desierto hay vida, el próximo desierto, el de la zona de sacrificio, dejará de tener vida.
-El IIRSA empieza a proyectarse en el marco del Área de Libre Comercio de Las Américas (ALCA).
Digamos que es el brazo del ALCA que hace posible que la integración latinoamericana se realice en beneficio de los países centrales, en este caso, de Estados Unidos y Canadá. Pareciera ser, tomándolo sobre todo en la cuestión minera e hidrocarburífera, que en Canadá y EEUU se planifican los aspectos que tienen que ver con las inversiones y el desarrollo de las empresas trasnacionales y, en el marco del IIRSA, se ejecutan las obras necesarias para que las planificaciones y proyectos de las trasnacionales puedan llevarse a cabo.
-En la Cumbre de las Américas que se realizó en Mar del Plata en noviembre de 2005, los mandatarios de la América Latina progresista se opusieron al ALCA, promovido por la administración Bush. Ese eje alternativo, que luego promovió la conformación de UNASUR, ¿no cambia el rumbo?
No. En ese sentido, no. Porque en ese sentido la UNASUR sigue garantizando las inversiones de las trasnacionales en el marco del IIRSA. Es más, en Venezuela se está dando en relación al IIRSA un proceso similar al de Bolivia y Argentina
-Esta infraestructura no sería entonces para la industrialización de la región sino para profundizar una economía primaria.
Claro. Si bien muchos de los que se van a ir abandonan una economía primaria, en este caso es una re-primarización de la economía de manera intensiva y para la exportación, exclusivamente. Porque todos estos mega emprendimientos mineros y energéticos no responden, por una cuestión de escalas, a las necesidades locales y/o regionales, sino que responden a las necesidades de un mercado que está demandando determinados productos de manera intensiva. Tampoco podemos pensar en la producción de determinados minerales sea para bastecer el mercado interno, como en el caso Potasio Río Colorado, en Mendoza, cuando requiera potasio como fertilizante. Está dicho en los decretos presidenciales que es exclusivamente para la exportación: 2,4 millones de toneladas de potasio al año, de las cuales el 95% se destina al mercado externo, en este caso, Brasil. Con el cobre pasa exactamente lo mismo, no es para abastecer el desarrollo tecnológico interno, sino que se exporta cuasi en bruto.
Mega minería, ductos. Fuente: Ecosur.
En tanto las infraestructuras, en general, son obras que realiza el Estado, sigilosamente y de a pedacitos, y, en apariencia, para satisfacer viejos reclamos de las comunidades locales. Pero en realidad, la envergadura de estas mejoras es exclusivamente para extraer los productos y llevarlos a puerto, sea del Atlántico o del Pacífico. La ampliación del Puerto de San Antonio Este y el de Bahía Blanca o el mejoramiento de los pasos transfronterizos, no tienen más que este sentido. Además, algo que es terrible, todas las obras se hacen con endeudamiento público de las provincias o de la misma Nación.
[leer más]
http://opsur.wordpress.com/2011/01/13/%e2%80%9cen-este-desierto-hay-vida-el-proximo-desierto-el-de-la-zona-de-sacrificio-dejara-de-tener-vida%e2%80%9d/
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