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| Naksa |
Pedro Maradiaga
Muchas veces las informaciones que llegan sobre los enfrentamientos entre Israel y Palestina parecen fotocopiadas donde sólo cambia la fecha. Si hace poco menos de un mes las protestas palestinas intentando cruzar las alambradas costó la vida a varios de ellos, en esta ocasión, durante la celebración de la “Naksa” (derrota en árabe) se han vuelto a repetir hechos similares.
A pesar del estado de alerta en que se encontraban diferentes lugares como en la frontera con Líbano, en Cisjordania o en los límites de la Franja de Gaza, aunque se registraron leves incidentes en alguno de ellos, mucho más importante y significativo fue lo que sucedió en el Golán, lugar del que durante todo el domingo los manifestantes no se retiraron en ningún momento.
Tras varios enfrentamientos con el ejército israelí, al que los palestinos lanzaron piedras, este acabó disparando al cuerpo, tras responder primero con gases lacrimógenos y más tarde con disparos al aire. Esta respuesta corresponde a las órdenes dadas por el primer ministro Benjamin Netanyahu que había ordenado al Ejército actuar "con autocontrol y con determinación" para impedir que la manifestación procedente de Siria pudiera derribar las barreras fronterizas.
Una vez más los representantes israelíes acusaron de todo lo sucedido a Siria y a su interés por tapar lo que sucede en su país permitiendo y alentando estos incidentes a los que tildaron de "elementos extremistas" y consideraron que "se esfuerzan en forzar nuestras fronteras, amenazando a nuestras comunidades y nuestros ciudadanos
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