A pesar de su posición como Primer Ministro, Olof Palme buscaba una vida normal, salía a menudo sin guarda espalda, la noche de su asesinato no era vigilado. Caminando de regreso a su hogar con Lisbet Palme, por la calle Sveavägen, cerca de la medianoche del 28 de febrero de 1986, fue alcanzado por una bala y herido de muerte.
Como primer ministro Palme mantuvo punta de vistas alternativos, criticando la actuación de Estados Unidos en la guerra de Vietnam, las armas nucleares y la política del apartheid en Sudáfrica. Asimismo defendió el derecho del pueblo palestino a tener su propio estado y a Fidel Castro. Apoyó también a Salvador Allende, subrayando su famos frase sobre la ética socialista, "se podrá meter la pata pero no se meterá la mano".
A nivel internacional se comprometió con la problemática de los países del Tercer Mundo. Condenó en términos drásticos los desmanes de las dictaduras, como también sobre la democracia y el desarme. Fue mediador de la ONU durante cierto período en la guerra entre Irán e Iraq. Intervino en África, aoyando al SWAPO (Organización de los Pueblos del África del Sudoeste), guerrilla marxista y liberación nacional.
Suecia.
Cuando en 1982 los socialdemócratas volvieron al poder con Olof Palme se enfrentaron a una situación económica difícil. Suecia tenía un enorme déficit presupuestario y problemas en la balanza de pagos con una creciente deuda externa. Fue entonces que devaluaron la corona sueca a un 16% para logar más exportaciones. Esto supuso una disminución en los salarios reales de los trabajadores, pero los sindicatos comprendieron el esfuerzo y el compromiso del gobierno. Durante la década de los 80 la economía sueca se fue recuperando y mantuvo el pleno empleo. Pero los empresarios rompieron el pacto social en contra del movimiento obrero, indrucen pactos parciales sectoriales y por grupos de trabajadores; primando a los más cualificados y al personal directivo como así también al sector público lo que originó tensiones dentro de los sindicatos. La política de bienestar social se vinieron abajo tras la desaparición de Olof Palme, en consecuencia la Socialdemocracia fue perdiendo más de un 10% de sus votos tradicionales que poco a poco fueron sustituidos por gobiernos neoliberales.
Pelusa