Uruguay:Multinacional sembrará maíz transgénico para exportar

Preocupa autorización en Uruguay de nuevos OGM.
Aldo Roque Difilippo MERCEDES

Toda la soja sembrada en nuestro país es transgénica.
La Red de Acción en Plaguicidas y sus Alternativas de América Latina (RAP-AL), emitió un comunicado haciendo un balance de 2009 en nuestro país, recordando que en nuestro país predominan "dos cultivos transgénicos: la soja y el maíz", y que de acuerdo a la información oficial:
"Durante la última década, la soja ha mostrado un proceso de expansión ininterrumpido, acumulando en la zafra (2008-2009) prácticamente el 75% del área total de cultivos de verano.
Según el Instituto Nacional de Semillas (Inase), la semilla de soja registrada es 100% transgénica".
En la última zafra, la producción del maíz fue uno de los cultivos más afectados por la sequía, en especial en las siembras de primera.
De acuerdo a Inase, casi 85% de estas semillas son transgénicas y pertenecientes a las empresas Monsanto (Mon 810) y Syngenta (Bt 11).

Nuevos eventos
En agosto pasado se autorizó al "maíz GA21X Bt11 y maíz GA21, ambos pertenecen a la firma Yanfin SA representante en nuestro país de la multinacional Syngenta, para la realización de ensayos de Evaluación Nacional de Cultivares", recuerdan los ecologistas.
Aprobándose también "el maíz de la empresa Monsanto NK603".
Además "la empresa Hinkely SA representante de la empresa Monsanto en Uruguay, solicita en agosto de este año la autorización de la soja con "eventos apilados" MON89788 o también llamada "Roundup Ready 2".
El objetivo de la autorización es la producción de semillas y exportación para su posterior multiplicación y comercialización en su país de origen, Estados Unidos.
Esta modalidad totalmente nueva para Uruguay, permite que la empresa Monsanto se instale en nuestro país para producir semillas transgénicas para exportación.
En esta primera siembra se plantea hacerlo en un total de 2.000 hectáreas".

Accidentes con agrotóxicos
Rapal indica que se ha regulado la aplicación de agrotóxicos en las cercanías de escuelas rurales, y que si bien fue posteriormente modificada "el peligro se mantiene".
El caso del fipronil, que produjo mortandad de colmenas, a pesar de las restricciones impuestas por el MGAP:
"Siguen apareciendo colmenas muertas. La restricción de uso podría ser una herramienta" pero "no sirve de mucho en la vida real".
La organización recuerda lo ocurrido en la zona de Guichón, en el mes de abril, cuando "alrededor de 60 terneros murieron a causa de un accidente provocado por un avión que se dirigía a fumigar".
Los impactos ambientales de este accidente "no se reflejaron sólo en la muerte de los terneros, sino que también ocasionaron la muerte de peces, pájaros, mulitas y víboras entre otros. La zona del accidente es ahora un sitio contaminado" dice el comunicado