Por José M. Carrera (Chile)
El Apocalipsis es un escrito rico en símbolos e inspirador de grandes debates a lo largo de la historia de la humaniad. Las alegorías de cada jinete representan, la victoria, la guerra, el hambre y la muerte... Estaba en eso, cuando, veo una imagen por internet.
En ella se ve al diputado Hasbun, pinochetista acérrimo, sentado cómodamente en un sofá, a su lado una leyenda que dice algo así: Yo pongo las minas. Dávalos las lucas, Lorenzini los tragos y el chico Larrín maneja"
Son justo cuatro, me dije.
Fuera de broma, estos personajes, son parte de la familia política chilena, esa que ha estado gobernando y/o "mamando la teta del Estado", muchos años. Han rotado en diferentes responsabilidades, parlamento, ministerios, alcaldías, como funcionarios públicos de distintas reparticiones y tantas otras encumbradas tareas que la patria demanda... a ellos no más.
El actuar en la vida pública de estos cuatro jinetes chantas, de alguna manera es coincidente con el Apocalipsis, se asocian en la victoria del individualismo a ultranza, la guerra para mantener sus espurios privilegios, el hambre que nos someten como pueblo y la muerte, presente en el ejercicio de su modelo de sociedad.
Jinetes apocalípticos de la transición
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