En los cinco años que han transcurrido desde que empezó la crisis del euro, la lucidez ha escaseado considerablemente. Pero esa falta de claridad tiene que acabar ya. Los últimos acontecimientos de Grecia suponen un desafío crucial para Europa: es capaz de dejar atrás los mitos y la moralización, y afrontar la realidad de una forma que respete los valores esenciales del continente? En caso contrario, todo el proyecto europeo -el intento de consolidar la paz y la democracia mediante una properidad comparida- sufrirá un golpe terrible, tal vez mortal.
Hablemos primero de esos mitos: mucha gente parece creer que los préstamos que Atena ha recibido desde que estalló la crisis han servido para financiar el gasto griego.
La realidad, sin embargo, es que la inmensa mayoría del dinero prestado a Grecia se ha utilizado para pagar los intereses y el principal de la deuda. De hecho, a lo largo de los dos últimos años, una cantidad superior al total fue envíado a Grecia de esta manera: el Gobierno griego obtiene más ingresos que lo que gasta en cosas que no son intereses, y entrega los fondos adicionales a sus acreedores.
leer más Paul Krugman: Grecia pone a prueba a Europa
No hay comentarios:
Publicar un comentario