El rapto de Europa, y la integración europea (1)

En el panteón de la mitología griega, Europa era una princesa, hija de un rey fenicio. Un día, ella y sus amigas jugueteaban en la playa, Zeus, el dios supremo de los antiguos griegos, la vio y se enamoró inmediatamente de ella. Para conseguir seducirla tomó la forma de un toro amable y pacífico. Europa, confiada, comenzó a acariciar el toro y se sentó en su lomo. Ese era el momento que Zeus estaba esperando. Rentinamente, se levantó y galopó hacia el mar, llevandose consigo a Europa. El toro Zeus no paró de nadar hasta llegar a Creta. Una vez en la isla mediterránea, Zeus asumió nuevamente forma humana.
Europa y Zeus tuvieron tres hijos, uno de ellos Minos, rey de Creta y "dux Europaeus".
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Exite el peligro de ver el proceso de integración europeo como un proceso aislado, exclusivamente centrado en el período posterior a la Segunda Guerra Mundial sin tener en cuenta las grandes transformaciones que han ido conformando lo que actualmente denominamos Europa.
El imperio Romano constituyó el primer esfuerzo para integrar una parte del continente y el conjunto de las tierras bañadas por el Mediterráneo. La Edad Media trajo la idea de unificación bajo el cristianismo y de ella surgiron las ideas de "eurocentrismo" y de la "superioridad" de Europa y la civilizacón europea.
Para entender Europa debemos tener en cuenta la evolución histórica anterior a la Segunda Guerra Mundial y la creación de la Unión Europea.
Desde tristemente célebres figuras, Carlomagno, Carlos V, Napoleón, Metternich, Hitler...
Lo mismo puede decirse de intelectuales a filósofos,. De Rousseau a Marx, de Kant a Leibniz, muchos son los que han propuesto la idea de una Comunidad europea.