Brasil: “LA IMPUNIDAD ES ALGO MUY CONTAGIOSO”

La Juventud

Referente en las luchas de defensa de los derechos humanos en nuestra región desde hace décadas, el abogado brsileño Jair Krischke estuvo unos días en Montevideo con un equipo de la televisión de su país que está realizando un documental sobre Joaô Goulart, el presidente que fuera derrocado y muriera refugiado en Argentina -luego de un pasaje por Uruguay-, presumiblemente envenenado por militares, incluyendo uruguayos, que actuaban en la Operación Cóndor. Con Estado que terminaa en una de tantas componendas entre las que civiles y militares a las que estamos acostumbrados los latinoamericanos. Luego llegaría la militancia por los derechos humanos durante las dictaduras en el Cono Sur, la fundación del Movimiento de Justica y DDHH, el recibimiento clandestino a los familiares de presos y desaparecidos de nuestro país, cuando comenzaron a organizarse, en el Bazar "Carioca" de su padre en la capital gaúcha. En losúltimos meses Jair Krischke movió todos los hilos en Brasil para concretar la extradicción del siniestro coronel uruguayo Manuel Cordero desde Santa Ana do Livramento a Argentina.

"Yo voy a luchar hasta el último día de mi vida por mis ideales y por la deuda que tenemos con estos compañeros".

En diálogo con La Juventud, el veterano abogado no oculta su consternación por la proclamada identificación del presidente José Mujica con su par brasileño, Inacio “Lula” da Silva, a quien Krischke evaluó, entre otros temas, durante una extensa charla que resumimos, y que inició haciendo referencia al reciente acuerdo en materia militar del gobierno brasileño con la administración Obama.

JK- Ahora mismo Brasil retoma el acuerdo militar con EEUU. Es muy interesante porque en el año 1977, bajo la presidencia el general Ernesto Geisel, Brasil rompió el acuerdo militar con los EEUU, durante la dictadura brasileña..

LJ- Por qué?

- Por el tema de la energía nuclear. Brasil hizo un acuerdo con Alemania para las primeras usinas de generación de electricidad por energía nuclear, en Angra dos Reis, un acuerdo nunca muy esclarecido. A nosotros nos parece que era porque Alemania Federal estaba prohibida de avanzar en la investigación de energía nuclear, entonces por el acuerdo la haría Brasil. Y uno de los primeros actos del presidente Fernando Collor de Mello fue cerrar un hueco que se había abierto en la Amazonia donde se harían las experiencias subterráneas. Esto se comento muy superficialmente en Brasil y nunca más, y ahí se rompió el acuerdo con EEUU. Ahora el gobierno de Lula está firmando un nuevo acuerdo militar.

- Se sabe qué incluye?

- No se sabe, es muy interesante y bastante extraño, porque en este mismo momento Lula firmó acuerdos con Francia para compra de aviones, submarinos, una cantidad de armamento militar, y transferencia de tecnología. Entonces me parece que Lula se hizo novio de Francia y se casó con EEUU.

- Otra señal interesante del relacionamiento militar de EEUU con Brasil fue la transferencia del comando militar de la Misión de la ONU en Haití...

- Sí, este es un problema grave. Brasil está en el comando, tiene una cantidad de tropa, Uruguay también tiene. Lamentablemente no es lo mejor que merecían los hermanos haitianos. En verdad es casi una ocupación. Creo que habría que dedicar un grupo de estudio para ver bien el alcance, qué significa al fin y al cabo esta presencia militar bajo el comando brasileño, como si EEUU no tuviera nada que ver con esto.

- Durante el primer gobierno de Lula usted fue muy crítico, llegó a calificarlo como”un asesinato de la esperanza”.¡Cual es su evaluación en el año final de su segundo mandato?

- Lamentablemente tengo que ser más crítico aún, porque Lula en este 2010 está cerrando su octavo año y no hizo absolutamente nada por los derechos humanos. Al revés. Lula no recibió nunca a los familiares de los desaparecidos y asesinados. De una manera muy mala para alguna ceremonia que otra –dos o tres en estos años- invita a los familiares y saca la foto, pero no los recibe en su despacho para tratar el tema de los desaparecidos. A mí siempre me importa usar hechos concretos. En Brasil hubo la guerrilla de Araguaia, una importante guerrilla del interior de la Amazonia. Ahí tenemos 70 desaparecidos. Lula recién había ascendido a la Presidencia por primera vez cuando salió el primer fallo de la Justicia sobre el tema, mandando que el Ejército abriera los archivos referente a Araguaia –y solamente a Araguaia-, le daba plazo de 15 dias, Lula recurrió varias veces desde octubre de 2007, demoro dos años para llegar al gobierno la orden estando en frente el Palacio de Justicia al Palacio de Gobierno en Brasilia. Crearon una comisión bajo el mando de un General, sin los familiares, para ir a Araguaia a buscar los cuerpos. Pero esa no era la decisión de la Justicia. Fueron, gastaron gran monto de dinero en infraestructura y no encontraron nada después de meses. Hace algunas semanas la hermana de una de las victimas se fue para ahí y con alguna ayuda empezó a buscar y encontró huesos a 30 metros de distancia, y una de las partes es de su hermano. Lula no quiere saber de esto.

- ¿Cual es el panorama en otros temas que podríamos incluir en los derechos humanos?-

- Es grave. Hay muchos asesinatos de dirigentes campesinos, de organizaciones que dan apoyo a los campesinos, a los indios, y además en las ciudades. Tenemos una Policía Militar (PM) que mata de manera indiscriminada. En Río de Janeiro el año pasado mas de dos mil personas fueron muertas por la PM. En San Pablo disminuyó bastante pero llegó casi a mil. Esto es muy preocupante. La situación de los Penales, que es algo que se discute acá en Uruguay, si van a Brasil van a ver algo de terror, porque son peores que las prisiones medievales. Allí no se recupera nadie. La condena tiene objetivos, no solamente punir sino también resocializar. Entonces si tu pones una persona en un ambiente absolutamente hostil, sin las menores condiciones, sin la mínima higiene y ahí se queda depositado por años, cuando sale de ahí es una fiera. Esto es normal, y no hay ninguna política en este campo, para mejorar los presidios brasileños. Además hay otras cosas. Cada día que pasa, los jubilados cobran menos. Ahora mismo hay una discusión fuerte porque se corrige el sueldo mínimo con los números de la inflación, y a los jubilados se paga con otro criterio. Es casi la mitad de la inflación solamente que se corrige. Esto es muy grave, tenemos una vejez abandonada. La asistencia médica precarísima, y pasa lo mismo con la infancia en Brasil: hoy en día es un numero fantástico de jóvenes que dejan la escuela. Se les dice alfabetizados y solamente saben escribir su nombre, pero no saben leer un texto e interpretarlo. Es lo que llamamos el analfabeto funcional. La universidad pública federal se achicó, y en contrapartida la universidad privada creció mucho, pero tienes que pagar. Y la pública, que debería atender especialmente a los pobres, no aumenta el numero de alumnos, no son equipadas como deberían. Todos son temas de derechos humanos. Todo esto está muy abandonado en Brasil. Pero los bancos van muy bien, gracias, con resultados magníficos para sus propietarios.

LO DE MUJICA ME ESPANTA

- Usted conoce lo que ha ocurrido en estos años en materia de DDHH en nuestro país. Lo más reciente ha sido en el nuevo gobierno la intención del presidente Mujica de mandar a la casa a los represores mayores de 70 años. ¿Cómo ha visto esa iniciativa?

- A mi me espanta.
Soy un admirador de Uruguay y lo quiero mucho a este país. Siempre digo que es mi segunda patria, y aquí aprendí mucho. Aquí tuve la inspiración de lo que es una democracia verdaderamente. Pero al encontrarme con esto, a mi me espanta y me asusta. Porque estos señores son criminales, y cuando cometieron sus crímenes no les importaba si alguien era mayor o menor de 70 años, si era un niño, no les importó nada a esta gente. Entonces no entiendo por qué. Yo escuché que el presidente Mujica dijo que “yo no seré el verdugo de mis verdugos”. Bien, personalmente tiene todo el derecho de pensar así. Pero no como presidente, porque él va a tener que consultar a los uruguayos si esta es la posición de ellos. La posición del ciudadano José Mujica puede ser esta, pero del presidente de la Nación no, y no podemos nunca confundir lo personal con la Presidencia de la Nación. Esto me asusta y me desencanta, porque no se trata de venganza, -que eso quede muy claro-. Se trata de justicia. Entonces, no hay ninguna razón para alterar esto. Para estos señores y para cualquier otro criminal. Si alguno tiene más de 70 años y está mal de salud, bueno que se le lleve a un hospital, que le den toda la atención médica, pero no podemos crear privilegios para estos señores.

- Esa idea esta dentro de un concepto mas general impulsado desde el gobierno, en el sentido de que las actuales FFAA no deben cargar con el pasado, dar vuelta la página, etc...

- Pasa lo mismo en Brasil. Hoy en día, los oficiales generales que tienen comando en Brasil, Uruguay, Argentina, Chile, no son personas que estuvieron directamente metidas en esto, es verdad. Pero asumen un espíritu de “corpus” absolutamente equivocado. Porque si son comandantes que no tienen nada que ver con este pasado negro, por favor abran los archivos y digan donde están los muertos, donde están los restos, quien hizo qué cosa! Es así que un oficial, para cumplir con dignidad su tarea de oficial de una fuerza armada, tiene que proceder. Esta cosa famosa, el honor del militar, donde está? Su compromiso con la verdad, antes que nada. Entonces, por favor, no nos equivoquemos. Y el presidente de la nación, en Brasil, en Uruguay en todos lados, es el Comandante en Jefe, entonces tiene el derecho y el deber de comandar, y decirle “ustedes tienen que hacer esto”. Una democracia tiene que resistir a esto, si no resiste, ¿para qué sirve la democracia?¿por qué luchamos todos estos años? ¿por qué tantos y tantos compañeros dieron la vida por esto? ¿por qué? ¿para llegar a esta situación? A mi me gustaría que alguien me explique por qué el presidente Lula, comandante de las FFAA de Brasil no da una orden de comando: que se abran los
archivos, y si tu no cumples, te mando en cana. El reglamento militar dice esto. A la insubordinación, prisión en todos los países de la región estamos tratando a estos señores como si fueran unas niñitas, unas figuritas queridas.

- Hay quien dice que desde estos gobiernos no hay interés en difundir esos archivos por lo que pueda revelarse que desprestigie a figuras de los sectores gobernantes precisamente...

- En Brasil, al lado del despacho del presidente Lula hay un general, Jorge Félix (*), desde el primer día del primer gobierno de Lula, ahí está. Creo que Lula estaba en el tercer año de su primer mandato cuando la prensa preguntó a este general por qué no se abren los archivos. Contestó el general: “no conviene, ah van a aparecer cosas increíbles de la izquierda, algunos que traicionaban a sus mujeres, otros que eran maricones, otros que traicionaron a sus compañeros, estas cosas son muy feas” dijo esto y fue publicado en Brasil y acá. Un presidente que tenga la dignidad mínima en el cargo tenia que mandar a este general a prisión. Y este hombre sigue al lado de Lula. Y dijo eso!¡Qué me importa, que ponga los trapitos al sol, que diga quien hizo qué cosa, pero no amenace con eso! La gran mayoría de los hombres y mujeres de izquierda de todos nuestros países no tiene nada que ver con esto, son personas muy dignas, pero si hay uno u otro que apunte, no hay ningún problema. Estoy seguro que acá en Uruguay como en Brasil ningún compañero de izquierda o los familiares de los que cayeron en la lucha tienen problemas con que exhiban todo esto. De una vez por todas que pongamos todo en la mesa. Esto es cosa de canallas, uno no puede decir esto, tiene que tener vergüenza en la cara.! A mi me ofende gravemente esto. Que pongan todo lo que yo he hecho en la vida, todo en la mesa. Y si algún compañero traicionó desde el punto de vista ideológico, de compromiso, o a su grupo político, que lo exhiban, que pongan al sol, no importa. Esto ofende una vez más la memoria de todos, porque nos pone a todos en una misma huella. No se puede usar impunemente este argumento. El que lo use debe ser penado, porque es otro crimen mas.

LA DEUDA QUE TENEMOS

- Ante la derrota que obtuvo el último plebiscito para anular la Ley de Caducidad, desde filas del propio gobierno no falta quien sostenga que el resultado demuestra que la gente no quiere esa anulación. ¿Como evaluó usted lo ocurrido?

- Creo que es una equivocación grave pensar que la ciudadanía no quiere. Pepe Mujica sacó mas votos que el plebiscito...como entender eso? Tenemos que ser justos: la campaña electoral de Mujica no tomó el tema de la ley de Caducidad como debía haberla tomado, porque si lo hubiera hecho el resultado seria igual. Pero el esfuerzo para lograr el éxito me parece que no fue igual, y si no fue igual, no se puede juntar las dos cosas, se tiene que examinar separadamente. Este tema de la campaña presidencial tuvo esta tensión, y la campaña contra la ley de Caducidad tuvo esta otra tensión. Los resultados lo dicen, no es necesario ser un sabio para entender exactamente.

- El gobierno tenia los votos en el Parlamento para anularla sin que se hubiese llegado al plebiscito...

- Cuando se estaba empezando a trabajar este tema acá me escribieron que se había decidido hacer un plebiscito y yo dije ¿por qué?, y les pregunté “pero el Presidente no es nuestro? ”Si”. ¿Tenemos mayoría en el Senado?”Sí”.Y en la Cámara de Diputados? ”Sí”. Entonces, ¿por qué vamos a molestar a las personas pidiendo firmas? El presidente manda un mensaje al Parlamento, el Parlamento aprueba y fin del tema. Esto me parece lo mas lógico. Cuando se aprobó la ley de caducidad, ¿alguien recolectó firmas? Me parece que no. Un día Sanguinetti mandó al Congreso el proyecto de ley, el Congreso aprobó a duras penas, a un senador (NdeR: José Germán Araujo) que criticó duramente lo echaron. Tenemos que recordar cómo es la cosa, la vida no empezó anteayer, hay una
historia. Igualmente, si un día un presidente mandó al Congreso esta propuesta lo mismo vale, no consultó a los uruguayos si estaban de acuerdo en mandar ese proyecto de ley de Caducidad. Es interesante porque días antes del plebiscito la Suprema Corte uruguaya declaró inconstitucional esa ley por un caso. Y lo lamentable es que la Corte Interamericana de DDHH va a emitir un fallo, y estoy seguro que diciendo que es inconstitucional. Entonces, ¿para qué? ¿Para qué sufrir todo esto si se podía haber simplificado la cosa, y usado todas las herramientas democráticas?
No es necesario inventar la rueda, ya la inventaron hace tiempo.

- ¿Qué le responde a quienes se cuestionan por qué seguir con esta lucha, con todos estos cambios de posturas que venimos viendo?

- Por una sencilla razón: es algo tan brutal que no se puede cambiar de página. Se tiene que resolver esto. Porque será siempre una democracia frágil. Estos señores van a estar en sus cuarteles, ellos y las siguientes tandas de los militares sabrán de la impunidad. La impunidad es algo muy contagioso, es peor que la gripe A, si tú no la atacas, si no la resuelves, si no creas una vacuna poderosa, vuelve a pasar, y peor: esto se va trasmitiendo para toda la sociedad. En Brasil vivimos hoy un clima de impunidad por otros hechos. ¿Por qué? Porque no se resolvieron estos. Porque si alguien puede cometer un crimen y seguir impune, yo me siento también en el derecho de cometer mi “crimencito”, y no va a pasar nada. No se puede permitir que avance y que se consolide una cultura de impunidad, que se relaciona únicamente con este tema de los represores. Entonces tiene que quedar claro para la sociedad uruguaya -y Uruguay no vive solo en el mundo-, que en este país quien comete crímenes y especialmente crímenes de lesa humanidad no saldrá impune. Porque si no se resuelve esto hermano, se va trasmitiendo para otros sectores de la sociedad porque vale todo, para los grandes, los chicos y los medianos. Y una democracia que es incapaz de enfrentar esto, ¿para qué sirve?

- ¿Cuánto pesa en su postura su identificación con la lucha de los que murieron?¿Se siente parte de los que se ven en deuda con ellos por la impunidad y la situación en nuestros paises?

- Claro que sí, es una infamia, una traición con estos compañeros, porque nuestra generación tenía ideales y con una inmensa generosidad se metieron en esta lucha por ideales. Y de repente, después de tantos años, tanta lucha, tanto dolor, volvimos a un status quo mas o menos semejante, en algunos aspectos peor, porque sigo viendo que el pueblo no recibe la atención que merece. La atención por la cual luchamos. Es una deuda que tenemos nosotros. Yo voy a luchar hasta el ultimo día de mi vida por mis ideales y por la deuda que tenemos con estos compañeros. Es mas que una postura ideológica, es un compromiso de vida, la mía y para los que lucharon conmigo. No podemos dejar esto así, seria muy triste.

NOTA

* Krischke se refiere al general Jorge Armando Félix, jefe del Gabinete de Seguridad Institucional, en una entrevista que publicó el diario brasileño Folha de Sao Paulo durante el primer mandato de Lula. “Hay gente que en aquella época estaba en la clandestinidad, tenía otra mujer y hoy está con la antigua. Si eso se hace público, se puede destruir una familia. Están los compañeros que delataron, está escrito. Y eso es problema personal, nadie más debe saberlo, a menos que haya una autorización de la persona o de la familia, en caso de que haya fallecido”, sostuvo. Félix fue más lejos y aseguró que “me gustaría destruir ese tipo de documentos. Eso no es historia, no va a hacer bien a nadie. Si se revelan, se causará mal a la reputación de personas que hoy tienen 75 u 80 años. ¿Para qué sirve eso?”. El general garantizó que, en muchos casos, los testimonios fueron obtenidos sin presiones. “A veces no se forzaba. A veces el tipo llegaba y contaba todo. Por miedo, quizá”. Aseguró que no siempre el “miedo” de los detenidos se debía a los métodos usados en las prisiones militares. “El peor enemigo que usted puede tener es el Estado. El Estado es muy poderoso. No desee tener al Estado de enemigo”, advirtió. El General ladero de Lula