Contaminación del Río Neath, Australia, proveniente de desechos mineros abandonados provocado por un aguacero en el 2011 |
Nota introductoria Las economías están mejorando en la reducción de la intensidad del uso de materias primas, pero el incremento del consumo absoluto es sobrecogedor, dicen los autores. Según el Instituto de Información Mineral de los EE.UU., un estadounidense promedio usa cerca de 1.300 toneladas de minerales a lo largo de su vida. Se espera que la demanda energética global ―que se sustenta mayoritariamente con combustibles fósiles― aumente en un 35% hasta el año 2030, según la petrolera Exxon.
El sector minero transnacional está frente a una paradoja: por una parte, se están agotando los yacimientos de alta concentración al mismo tiempo que la demanda en todos tipos de minerales incrementa de manera exponencial. El crecimiento de la China y de la India, el boom tecnológico, el uso del oro como valor-refugio y objeto de especulación, el incremento de los gastos militares, la búsqueda de fuentes de energía alternativas a los combustibles fósiles son algunos factores que exacerban esta sed de minerales.
Para responder adecuadamente esta demanda, el sector minero transnacional ha extendido considerablemente la frontera extractiva a lo largo de las dos últimas décadas, extensión favorecida por marcos legales entreguistas elaborados bajo gobiernos neoliberales
En el Ecuador, en contra de lo que dispuso el mandato Constituyente de abril del 2008, se permitió a muchas empresas transnacionales conservar las grandes extensiones de terreno que habían obtenido durante las administraciones anteriores. Hoy en día, cerca del 4.5% del territorio nacional está concesionado, mayoritariamente a empresas canadienses y chinas [William Sacher y Alberto Acosta, “La minería a gran escala en el Ecuador”, Abya-Yala, Quito, 2012].
A pesar de ser actores nuevos en el país, las empresas chinas controlan – al menos a medio plazo- el futuro minero del país: la estatales China Railways y Tongling son propietarios de los dos proyectos cupríferos más importantes del país, Mirador y Panantza-San Carlos.
Aquí como en muchos otros países de África, Asia y América Latina, numerosos pueblos se han levantado contra la implementación de una megaminería cuyos desastrosos impactos socio-ambientales así como económicos, culturales y psicológicos se van observando y denunciando de manera cada vez más aguda
Y, como el siguiente artículo del periódico británico The Guardian señala, el problema es a escala global, con las empresas compitiendo agresivamente para tener acceso a los minerales, violando derechos humanos, devastando el ambiente y afectando la soberanía alimentaria y el agua de millones de personas
.· John Vidal, editor de temas ambientales
guardian.co.uk, Jueves, 1 de marzo de 2012
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El significativo incremento de la actividad minera a gran escala está siendo impulsado por el alza en el precio de los metales y el petróleo, mientras que la búsqueda de minerales se concentra en África
Las industrias mineras, petroleras y gasíferas del mundo se han expandido tan rápidamente en la última década que ahora están dando lugar a la invasión de tierras a gran escala y amenazan la agricultura y el suministro de agua, dice un informe realizado por grupos de Europa, África e India involucrados con el medio ambiente y el desarrollo.
“La lista de la devastación está creciendo. Ya no estamos hablando de focos aislados de destrucción y contaminación. En solo 10 años la producción de mena de hierro ha sido más que duplicada, la producción de carbón ha aumentado en un 45% y la de metales como el litio en un 125%. A lo largo y ancho de África, América Latina y Asia, más y más tierras, ríos y acuíferos están siendo devorados por las actividades mineras”.
“Se están formando terrenos de desecho industrial debido a las inmensas minas a cielo abierto y la remoción de las cimas de montaña, el envenenamiento de los sistemas hídricos, la deforestación y la contaminación del suelo,” dice el informe de la Fundación Gaia y grupos como Amigos de la Tierra, Grain, Oilwatch y Navdanya de la India.
El aumento dramático de la minería a gran escala que se observa claramente en lugares como la Amazonía (por oro y petróleo), los bosques tribales de la India (por bauxita), Sudáfrica (por cobre) y Ghana (por oro), está siendo impulsado por los crecientes precios de los metales y el petróleo. Estos constituyen un incentivo para explotar nuevas áreas y menos depósitos puros, dice el informe.
“Las tecnologías se vuelven cada vez más sofisticadas para extraer materiales de áreas que antes eran inaccesibles, poco rentables o denominadas ‘de baja calidad’, dice el informe. “Eso implica remover más tierra, arena y roca y agujerear zonas mucho más grandes, como se observa en las arenas bituminosas de Alberta, Canadá”.
África es el epicentro de la búsqueda de minerales a cargo de la industria minera. Según Ernst & Young, siete de los 10 acuerdos mineros más grandes del año pasado se llevaron a cabo en África. El grupo minero Anglo American ha destinado 8 mil millones de dólares (5 mil millones de libras esterlinas) para nuevos proyectos de extracción de platino, diamantes, mena de hierro y carbón en ese continente y la empresa brasileña Vale ha dicho que planea desembolsar más de 12 mil millones de dólares en África durante los próximos cinco años.
Según la revista TheEconomist, Ernst & Young sugirió recientemente que los países del sur de África como Botsuana, Mozambique y Namibia se estaban convirtiendo en destinos mineros cada vez más atractivos.
Habiendo realizado grandes inversiones en minas africanas, hoy por hoyChina absorbe gran parte de los recursos minerales del mundo. Según el informe, China usa el 53% del cemento del mundo, el 47% de la mena de hierro, el 46% del carbón y más del 40% del acero, plomo, zinc y aluminio. Sin embargo, reexporta una gran parte de aquello en forma de productos terminados para los mercados mundiales.
La pérdida de enormes extensiones de tierra y el desalojo de personas para dar paso a la extracción a gran escala amenazan con convertir a millones de seres humanos en sujetos hambrientos y sin tierras ―una buena receta para la generación de problemas sociales, dice el informe.
En el futuro, el agua bien podría constituir un factor limitanteen la extracción de minerales. La mayoría de las empresas mineras ha dicho que ya están experimentando escasez. Si la demanda continúa creciendo al mismo ritmo que en la última década, se espera que la demanda actual (de la industria) de agua dulce crezca de 4.5 billones de metros cúbicos a 6.9 billones de metros cúbicos en 2030.
“Los seres humanos prácticamente hemos barrido la faz de la tierra. Ahora todos los esfuerzos están dirigidos hacia lo que hay bajo la superficie. La minería a gran escala tiene puesta la mira en todos los lugares del planeta”, dijo GathuriMburu, coordinador de la Red Africana de Biodiversidad.
Coordinación de la serie Los perversos versos de la minería:
Carlos Zorrilla, William Sacher, Pocho Álvarez, Alberto Acosta
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