Una mujer con muletas camin por la calle en el nort de Sri Lanka, donde
unas 100.000 peronas dicapacitadas durante la guerra viven penurias con
poca asistencia gubrnamental Amantha Perera IPS
MANNAR, Sri Lanka 18 feb 2015
Varias décadas de guerra acumularon cientos de problemas en Nepal y Sri Lanka, que se superpusieron unos sibre otros. Y en ambos países, los discapacitados son uno de los más postergados.
En un mediodía en el noroccidental de Mannar, en Sri Lanka, cuando la temperatura asciende a unos 34 grados centígrados, Sarojini Tangarasa se esfuerza por andar con un solo pie. Sus temblorosas manos le dificultan el equilibrio con sus muletas.
"Trato de llegar a la casa de mi hija", explica Tangarasa a IPS, mientras intenta recorrer los dos kilómetros hasta su destino porque no tiene dinero para el transporte ni para comprar un calzado.
Los últimos 25 años de los 58 que tiene, Tangarasa, ya abuela, han sido una lucha contínua. Residente de la Provincia Norte, asediada por la guerra, sufrió la amputación de su pierna izquierda en 2001 tras una herida que sufrió durante una escaramuza.
"Ha sido duro y seguirá siéndolo hasta que muera": Saojini Tangarasa.
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