Solidaridad con Gaza: BASTA DE BLOQUEO |
Las amenazas del Gobierno israelí sobre la detención de cerca de un millar de activistas que integrarán la segunda flotilla humanitaria Rumbo a Gaza sólo buscan amedrentar la salida de los más de 15 barcos con ayuda humanitaria a la deprimida población palestina, expresó este miércoles el portavoz de la misión por España, Manuel Tapial.
En una entrevista concedida a teleSUR, Tapial manifestó que a pesar del riesgo que podrían correr, están preparados para salir desde algún lugar del Mediterráneo a bordo del barco que denominaron "Gernica", en honor a los caídos durante la guerra civil en el país vasco en 1937.
Precisó el activista español que aunque en este momento le cuesta trabajo imaginarse los alcances definitivos de la segunda flotilla, considera que "una vez que estemos en el mar, el escenario cambiará y podemos ver la respuesta" definitiva del Gobierno de Israel, que busca impedir el desbloqueo de la franja de Gaza por parte de la segunda flotilla.
En este sentido Tapial añadió que le enviaron una carta al secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Ban Ki-moon, para que garantice la seguridad de la flotilla y hagan inspecciones a los barcos para que verifiquen que no llevan armas, sino medicamentos, alimentos y materiales de construcción.
Resaltó que es el momento indicado para que la comunidad internacional logre mediar con Israel para que permita la entrada de los activistas con ayuda humanitaria.
Sin embargo, reconoció la falta de apoyo por parte de las instituciones de España, que considera han jugado un "flaco papel" en la preparación de esta segunda misión que partirá a la Franja de Gaza.
Precisó que las instancias diplomáticas "nos ruegan que no participemos en esta misión", que cuenta con el apoyo de la población española, quienes han entregado cerca de 600 mil euros para llevarle ayuda a la población afectada por el bloqueo en Gaza.
Según comentó el corresponsal de teleSUR en el Medio Oriente, Hisham Wannous, el Servicio de Prisiones de Israel se prepara para encarcelar a los activistas que planifican llegar a Gaza, a finales de este mes.
El periodista explicó que inclusive este miércoles el Comando Marítimo israelí realizó un simulacro de abordaje en todas su fases, "desde la resistencia pacífica hasta la ocupación de los barcos". Inclusive dieron la orden a la marina para no permitir la llegada de los barcos hasta la zona bloqueada.
La operación, bautizada como Rumbo a Gaza, partirá a pesar del fracaso de la primera Flotilla de La Libertad, que no pudo llegar a su destino porque fue atacada en aguas internacionales por varios barcos de guerra israelíes en 2010. La embestida costó la vida de nueve civiles turcos.
Inicialmente se había previsto que las embarcaciones zarparían a fines de mayo, fecha aniversario de la primera Flotilla Libertad.
La nueva expedición pretende romper el bloqueo israelí a la Franja de Gaza, impuesto en junio de 2006, tras el secuestro de un soldado israelí en la frontera con Israel, y reforzado cuando Hamas instaló su Gobierno en la zona, tras ser disuelto por el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmoud Abbas.
Zohar Chamberlain Regev, activista israelí de la Flotilla de Gaza: "Callar ante la injusticia de Gaza es vergonzoso"
Zohar Chamberlain Regev, israelí, 41 años, vive en Alájar, "un pueblo chico" de la sierra de Huelva, con su compañero, argentino. Regentan un bar. En unas semanas ella se embarcará en una nave con medio centenar de españoles que formará parte de la segunda Flotilla a Gaza, una expedición internacional para denunciar el bloqueo de la franja, donde viven millón y medio de palestinos, y llevar material escolar, sanitario y cemento.
Es una iniciativa en la que el Gobierno español desaconseja participar. Chamberlain, nacida en un kibutz (una granja colectiva) cercano a Nazaret, explica sus motivos por teléfono en un castellano magnífico.
Pregunta. ¿Por qué ha decidido embarcarse rumbo a Gaza?
Respuesta. Desde pequeñita he militado en contra de la ocupación. De niña, me llevaban mis padres; luego ya fui por mi cuenta. En un momento dado pensé que era mejor estar lejos de Israel, no me agrada mucho vivir allí. Creo que la ocupación (israelí de los territorios palestinos) tiene que acabar y también otras manifestaciones fascistas como el trato a los beduinos, a los trabajadores inmigrantes,... Muchas cosas no van bien en Israel, no solo por el conflicto con los palestinos. Pienso que el bloqueo a Gaza es injusto e inhumano. Las bombas o dejar a los civiles sin acceso a cosas básicas o sin poder ganarse la vida en la agricultura o la pesca no es la solución.
P. ¿Ha estado alguna vez en la franja de Gaza?
R. He estado muchas veces en Cisjordania, en manifestaciones contra el muro, plantando olivos... creo que estuve en Gaza una vez, en 2000, con una organización que fomentaba el diálogo, un fin de semana para conocer cómo era aquello. Aún había asentamientos (de colonos judíos, desmantelados en 2005) y los palestinos tenían su propio aeropuerto (parcialmente pagado por España y destruido después por el ejército israelí)). A finales de ese año, estalló la segunda intifada.
P. ¿Cómo entró en contacto con los organizadores del barco español?
R. A finales de 2009 [primer aniversario de la guerra de Gaza], viajé a El Cairo (Egipto) para participar en una manifestación a favor de la libertad de Gaza. Éramos 1.400 activistas, pretendíamos llegar a Gaza pero las autoridades egipcias nos pararon. Ahí conocí a algunos activistas españoles, estuvimos en contacto y desde el principio les dije que me interesaba participar.
P. ¿Tiene miedo?
R. Soy consciente de lo que puede pasar. Lo más probable es que nos detengan. Todos estamos comprometidos con la no violencia, creo que no vamos a dar justificación para que nos ataquen de forma violenta. Hace falta gente con valor para hacer esto. Callar ante esta injusticia es vergonzoso.
P. ¿Qué opina de la insistencia del Gobierno israelí en que esta es una iniciativa de radicales musulmanes y de la extrema izquierda a la que se han unido judíos críticos con las políticas del Ejecutivo israelí?
R. A mí no me ha reclutado nadie. Y por lo que he podido ver, esta es una iniciativa sin dirección política. Los que dirigen la expedición ya han dicho que están abiertos a cualquier inspección de la carga. Lo que llevaremos es ayuda humanitaria, nada que pueda perjudicar a Israel. Si el Gobierno quiere estrangularlos sin acceso a cosas normales, eso sí que es peligroso, no el material escolar.
P. ¿Qué le dice su familia?
R. Mi madre está preocupada. Me dice: '¿Por qué tienes que ir tú?'. Pero no me vale, alguien tiene que ir.
P. ¿Qué opina del asalto a la primera flotilla, en mayo de 2010?
R. La violencia fue desproporcionada. Creo que fue un acto de estupidez por parte de los dirigentes (israelíes), una violencia sin sentido que no ayuda a entender las exigencias legítimas de Israel. Lo que yo hago es bueno a largo plazo para mi gente, para que Israel viva en paz en su entorno.
P. Se fue de israel hace siete años, ¿se ha planteado alguna vez renunciar a su nacionalidad?
R. A veces lo pienso. Pero sigo siendo judía y, aunque renuncie al pasaporte, podría volver a pedirlo en cualquier momento.
Red Latina sin Fronteras
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