MARRUECOS: Esperanzas que se disipan - OMAR BROUKSY

 A pesar de las esperanzas que habían suscitado en julio 2011 la promulgación de la actual Constitución y la llegada al gobierno del Partidos de la Justicia y del Desarrollo (PID), la regresión democrática es una realidad que se vive en lo cotidiano, ya sea en la represión contra las organizaciones o en el amordazamiento de la prensa.        
Aunque no fueron puestos en cuestión los amplios poderes del rey Mohammed VI, el refuerzo de los derechos y libertades fue un aspecto muy señalado de la reforma constitucional de 2011 impuestos por la Primavera árabe: derechos lingüísticos, en particulr con el reconocimiento de amazigh como lengua oficial al mismo nivel que el árabe; derechos ligados a la cuestión de género, con el reconocimiento explícito de la igualdad hombre-mujer /1; libertades individuales, con la afirmación de las "libertades de pensamiento, de opinión y de expresión en todas sus formas" (artículo 25), etc. Entre las que están a la vez "garantizadas" y "reforzadas, la libertad de reunirse, de concentrarse y manifestarse pacíficamente: "Están garantizadas las libertades de reunión, de concentración, de manifestación pacífica, de asociación y de afiliación sindical", precisa la Constitución.
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