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| SOMOS AGUA E INUNDAREMOS KITO Y CUENCA de GUAPONDÉLIG |
Desde que salimos de El Pangui, provincia de Morona, sentí una profunda fe de que llegaríamos a Quito, y que a cada paso se darían muestras de adhesión y solidaridad para con los caminantes, así fue jamás me equivoqué, siempre estuvieron ahí las "mamas" y "taitas " bendiciendo el camino con su sabiduría ancestral, quitando "malas energías" y poniendo en la mente y el corazón, energía nuevas, limpias, pensando con alegría, manteniendo la férrea unión de los sectores indígenas y campesinos que siempre ha habido en Ecuador desde tiempos inmemoriales.
Caminando, caminando, diciendo-haciendo, esa era la consigna, pero también "toreando" los obstáculos como la represión policial y del ejercito que ejercían desgaste psicológico cuando aparecieron en Saraguro, o en la "Y" de Tarqui, a la entrada de Cuenca. Soportando el frío del cerro, el viento, la garúa, pero siempre en camaradería y bromeando, compartiendo anécdotas, formas de ver la vida, formas de verle al actual presidente ecuatoriano, formas de organización, formas de resistencia, formas de sembrar, formas de cosechar, formas hacer música, formas de hacer camisetas con stencil, formas de comunicar, de editar, de tomar fotografías, de escribir textos; pero también formas de organizar la Marcha, desde la logística (trasporte, alimentación), desde la comisión de comunicación, desde las sonrisas, a veces con rostros cansados, a veces con energía sobrecargada, formas que se suspenden en el tiempo impartidas por los Yachajs a lo largo de todo el camino, también sentimos la bienvenida del cerro Pukllay en Saraguro, de las lagunas de Kimsacocha en Cuenca, del Cojitambo y el Allkikiru en Cañar, del taita Chimborazo, de la laguna Colta, de la mamita Tungurahua, ahí estaban las deidades que saludaban a veces con tímidos rayos de sol, a veces con viento, a veces con un fina lluviecita.
En el río Chuchubletza, el rito de la limpia con tabaco; en Saraguro, la "jimbada": hacer la trenza a los que madrugan, lavarles la cara y los pies; en Azuay, el taita Manuel y la ceremonia por el agua con música de acordeón; en Cañar la despedida de un joven dirigente de Zhud, cuando mamas y taitas daban la "bendición" para que tenga fuerzas en su periplo a la tierra de los Kitus; en Colta la música estremecedora en las voces quichuas que recuerdan a Monseñor Leonidas Proaño, concelebrado en una eucaristía en La Balbanera, la primera iglesia en Ecuador, construida en 1534, luego en el camino con el Jahuyalla, Jahuaylla, estremecedor, parecería que jamás se fue del lugar, el "Obispo de los Pobres", y que hoy resucitaba en las manos de los dirigentes del Chimborazo para entregar el lacial al Humberto Cholango (ECUARUNARI), y la biblia al Delfín Tenesaca (CONAIE), en los marchantes hubieron lágrimas; habíamos llegado a la mitad del camino; luego la entrada a Riobamba y la solidaridad de las compañeras de las comunidades, realmente impresionante, convidando de donde no tienen, con una "coladita" de quínua y sacos de papas y frutas, panes; en la Casa Indígena, otra fiesta y la ritualidad de la energía, la comida insuperable de Don Rodrigo y su familia, preparada con el más grande amor del mundo -nunca la olvidaré-; en Ambato la sumatoria de los estudiantes universitarios y secundarios, las mujeres y el Seguro Social Campesino, la Unión Nacional de Educadores, el Frente Popular.
La solidaridad por todos lados; hoy en Uyumbichu, cerca a Kitu, esperamos entrar a la ciudad, a pesar de las restricciones del Alcalde, de que no se puede transitar en camionetas, de que existen "contramarchas" pagadas por el gobierno, del enorme operativo policial y militar, de los helicópteros, de la propaganda diaria que desprestigia los dirigentes, de las "pintas" a lo largo de todo el camino, de los muñecos, y de la prepotencia del Presidente que incita a enfrentarse a pueblo contra pueblo.
Estoy seguro que en donde estemos (cualquier plaza, calle, iglesia...no se), primero aparecerá, como casi en todo el camino, la Tamia bendita, la lluvia que da la bienvenida cuando se emprende en una ceremonia para agradecer a la tierra; luego vendrá el Cuichi, el arco iris con los colores de Wiphala, y finalmente se reencarnará el Décimo Pachakutec en todos, para promover el cambio de paradigma devastador, por el cambio desde el paradigma y la sabiduría de la defensa de los derechos del planeta y las identidades culturales., ojalá le toque un pedacito de nuestras sabidurías a las autoridades para que comprendan que no pueden entregar en bandeja de plata los recursos no renovables (agua y tierra) de un país estrictamente agrícola y ganadero
Gracias amigas, amigos, taitas, mamas, por dejarme redescubrir el Ecuador olvidado, profundo, solidario, comunitarista del sector rural del oriente y la sierra, en donde vivir no significa consumir, sino compartir, en donde la alegría esta flor de piel y el maldito tempo esclavizante solo existe en los cerebros de los apurados y estresados citadinos, en donde la energía casi que casi no es óbice para compartir las dulces notas musicales desde las guitarras, los redoblantes, las quipas, las bocinas, los pingullos, las voces, de esa profunda cultura que sigue y seguirá latente por siempre.
"Si el camino es largo, yo lo voy andar porque estoy seguro que vamos a llegar.
.INUNDAMOS KITU Y CUENCA DE GUAPONDELIG
!JUYAYAY ECUADOR¡
Patricio Matute García
Comunicador Social
Gestor Cultural
Ecuador
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