domingo, 9 de octubre de 2011

Uruguay: 1972/2011 LA TRAICIÓN Y LOS TORTURADORES BUENOS

Raúl Sendic "Rufo"
"El verdadero motivo de la tregua, nace antes que la misma tregua. La entrega de Raúl Sendic, la entrega de las armas, y la entrega de la resistencia armada que aún peleaba. Todo eso bajo la promesa militar de confusos planes de desarrollo y saneamiento económico ( pág. 83 “Yo soy..Rufo y no me entrego” de Ricardo Perdomo edición de 1999)”
Algunos compañeros, como vimos antes (ver los diferentes artículos sobre la claudicación y capitulación de Claudia y otros), sostienen que la colaboración/rendición lo hicieron por cagones, para ahorrarse lo peor de la tortura y que en ese sentido no fueron diferentes a los Amodio o a los Tinos. Perdomo sostiene que lo que hicieron fue tomar el plan de Amodio y aplicarlo, incluso en cuanto al proyecto económico social junto a los torturadores. Es verdad que el parecido en las colaboraciones es muy grande, sobretodo si no olvidamos que Amodio fue el primero en anunciar que con algunos oficiales estaban haciendo campañas contra los ilícitos y constituyendo un plan de salida de la crisis para todo el país. También en los dos casos se sale a la calle armado junto con los torturadores y es muy difícil encontrar diferencias entre las confesiones generales de Amodio sobre toda la operatoria del pasado o las de otros personajes que participaban en las negociaciones como Rosencof o Wassen y que también cantan, dan informaciones y describieron con detalles cada una de las operaciones militares del pasado. Incluso en un corto período los dos tipos de colaboraciones se confunden y asocian y en algunas reuniones con los más altos oficiales de las fuerzas armadas participan juntos algunos siniestros personajes que sería considerados como abiertos traidores como Alicia Rey Morales o el propio Amodio, junto con otros que luego se los eximió de culpa por sus cantadas como Rosencof o Wassen.…
Sin embargo, hay una diferencia enorme entre la traición de Amodio y la traición del Ñato y compañía, como dice Claudia en un artículo anterior. Amodio, Tino quedan enseguida desenmascarados como traidores y no pesan en la estructura organizativa de los Tupas, ni consiguen para su propia línea colaboracionista a militantes de la orga, ni a otros más desalineados ni tampoco tienen fuerza de convicción social en el panorama político del país.

Aunque Amodio también negó públicamente que había traicionado, no logró en absoluto presentar su práctica “como una maniobra genial”. En cambio el actual ministro de defensa y compañía si lograron presentar la colaboración con la represión como un triunfo tupa. Cuando ponen el aparato a trabajar para los planes económicos y políticos del enemigo, logran no sólo colaboradores a montones, sino un gran apoyo masivo. El éxito de dicha maniobra, que evidentemente, favorece la política de las Fuerzas Armadas en el momento de su instalación en el poder absoluto, se basa en esa asimilación tramposa entre el pasado de lucha contra la burguesía y el poder político y la política del Ñato y secuaces de colaborar con las Fuerzas Armadas.
Mientras los primeros sólo traicionan como individuos quebrados, el Ñato, Marenales, Wassen, Rosencof y muchos otros (que defienden esa estrategia en otras partes), lo hacen como política general de la organización. Mientras los primeros no tienen audiencia, los segundos imponen su línea de la organización conjunta con los milicos para la lucha contra los ilícitos económicos y en pro de los proyectos económico sociales, y la presentan públicamente como obra de triunfadores y proyecto social. Esto también conlleva a mucha gente suelta y sin mayor centralización a colaborar individualmente con los milicos sin tener muy claro cuando se colabora por quebrado y cuando por “los ilícitos”, sirviendo en todos los casos a la destrucción generalizada de la resistencia en las cárceles y contribuyendo siempre a agudizar la desorientación general y profundizar la derrota.
La maniobra tuvo un brutal resultado, porque mientras la obra de Amodio quedaba descalificada como traición y el libro explicativo que éste escribía en colaboración con ciertos oficiales no se llega a conocer; la política colaboracionista del Ñato se impone como “genial maniobra de inteligencia de los jefes tupamaros”, aunque en los hechos se defienda exactamente la misma colaboración abierta con milicos y torturadores. Esto no sólo pesó en la derrota, sino en todos los años siguientes en los que se siguió la línea colaboracionista y capituladora hasta que son cooptados por el Estado burgués en pleno. Si no fuera por la fuerza y el verticalismo con que esta maniobra se impuso sería muy difícil explicar como Zabalza y otros que ahora son críticos, hayan seguido trabajando con ellos como si nada y sólo se hayan percatado de todo eso como ¡30 años después!

En realidad los cargos públicos que fueron ocupando durante las décadas anteriores, no eran un triunfo de ellos, sino que ocupaban cargos públicos porque al capital y el Estado les servían. Creían dirigir y representar al pueblo en el poder desde los puestos ocupados y en el fondo estaban siendo cooptados como hombres de Estado por servir al capitalismo.
Todos nosotros sabíamos que cualquier interrogatorio tiene “milicos buenos y milicos malos”, “torturadores malos y torturadores progresistas”. En cualquier manual de principiante de guerrillero sobre interrogatorios, que circulaban entonces, se explicaba este abc: “para quebrarte hay uno que te caga a patadas y luego aparece otro que te dice que te quiere ayudar, que “tiene los mismos objetivos que vos”, que los otros milicos son mucho más malos, que tenés interés en confiarte a él que te ayudará…. ¿Cómo creerse entonces el verso de que los torturadores del cuartel Florida eran diferentes? ¿Cómo creerse que la verdadera lucha revolucionaria podía ahora pasar por hacer comandos conjuntos con Calcagno y otros torturadores como defendía el actual Ministro de Defensa?

Cuentan que, así como Amodio decía al principio, a quien se cruzaba con él en el Florida, “no hay que aflojar”!, al mismo tiempo que participaba en la liquidación total de la orga; el Ñato, que era el más abierto partidario del proyecto nacionalista y colaboracionista con los milicos (después de haber descalificado a Amodio y su proyecto de libro), al principio de su colaboración decía a sus pares en privado (cuando sus colegas torturadores no lo escuchaban): “debemos darnos curso de odio para no olvidar quienes son estos milicos”… Todo este verso, parte del doble discurso que siempre tuvo un sujeto como el Ñato en la Orga. En la pieza de al lado ya se abrazaba emocionado y con los ojos llenos de lágrimas, con los “oficiales compañeros” del Florida y se prometían fidelidad mutua. Luego te decía: “hay que reconocer que ellos se están jugando las pelotas igual o más que nosotros”.
Todos sabíamos que lo de los torturadores buenos y los milicos progresistas, era en última instancia un verso, una gigantesca mentira y en los hechos una táctica general de inteligencia milica en todas las circunstancias, pero desde entonces hubo quienes defendieron hacia la militancia que de los dirigentes se trababa cualquier cosa a los “verdaderos torturadores buenos”, a los “que luchan enserio contra la oligarquía y el imperialismo”(sic) y se impusieron como lo “único posible”. A quienes se oponían, los aislaron, los denunciaron, los mandaron a la máquina, los aislaron.

Incluso lo de cagarte a patadas, darte submarino, caballete y máquina, los Ñato y compañía, lo justificaban así, ya desde julio/setiembre de 1972: “son leyes de la guerra, la guerra es información;…fue la metodología para obtener información, son muy pocos y aislados los casos de excesos o sadismo”, “la tortura no quería destruir a nadie sino obtener información en función de un plan de guerra decidido por su estado mayor”, “no debemos considerar a los subalternos como responsables”. Todas y cada una de estas afirmaciones las oímos directamente quienes estábamos presos, pero ya entonces sabíamos que denunciarlos a quienes lo defendían, significaba que te llevaban a la máquina de nuevo. Hay que decir que esto no era nada original del Ñato, era la explicación que daban los propios milicos que luego de cagarte a palos y reventar y violar compañeras en la máquina querían justificar y autojustificar su repugnante persona
Por lo que no es nuevo eso de perdonar a los torturadores de Mujica, el Ñato y los otros dirigentes tupamaros. Ya en los cuarteles el Ñato y secuaces, introducían la repugnante ideología de la “obediencia debida” utilizada, desde siempre, para limpiar a milicos nazis y todos los otros torturadores históricos.

Para terminar quiero decirles a toda esa muchachada joven que se extrañó ahora de TANTA TRAICIÓN, a quienes se extrañan de que en nombre de los Tupas se defendiera tan obsecuentemente la impunidad, que lamentablemente esto no es nada nuevo y que se encuentra en continuidad total con lo que hicieron en las cárceles.
Quiero también llamar a tantos de los viejos que saben que eso fue y es así, a que DENUNCIEN LAS TRAICIONES DE HOY, no como algo nuevo, sino como LA CONTINUIDAD DE TODA LA POLÍTICA CLAUDICANTE INUGURADA OFICIALMENTE (por lo menos) EN 1972 POR EL ÑATO EN NOMBRE DE LA DIRECCIÓN TUPAMARA. ¿porqué se siguen callando todas estas verdades?
¿o es que cómo rehenes y reprimidos ganaron el derecho a perdonar a los torturadores y el silencio cómplice de tantos que saben perfectamente esto? ¿Porqué a pesar de lo repugnante de la traición todavía militantes honestos se niegan a no ir a la raíz de la misma? ¿Porqué tanto viejo se sigue callando la boca frente a tanta claudicación?
JOAQUIN

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